Parece el mundo al revés, que el mismo día que la serie chilena de televisión “Con qué sueñas” es galardonada con el premio Emmy en Nueva York, el congreso de nuestro país esté aprobando un presupuesto de cultura que además de disminuir drásticamente los recursos destinados a contendidos de televisión de calidad como la serie premiada, disminuya los recursos destinados a centros culturales y en definitiva no aumente sus recursos sino al contrario los disminuya.
Es el mundo al revés, que un país que se dice en vías de desarrollo pretenda lograrlo sin hacer acento en su desarrollo cultural.
Cuando hablamos de un mejor presupuesto para cultura no estamos hablando de financiar a los artistas, estamos hablando de invertir en desarrollo cultural.
Porque invertir en desarrollo cultural es lo que garantiza tener ciudadanos mejor formados, mejor preparados, mejor informados, más dignos, y más felices.
Porque hay un universo de diferencia entre un país con ciudadanos que leen, que ven cine, que van al teatro, y países de ciudadanos que tienen como único panorama el mall del barrio y el cable pirateado.
Lograr un desarrollo cultural implica una política pública a largo plazo que proponga metas a 5, 10 y 20 años. Una política que garantice un piso ciudadano, que el mercado no es capaz de entregar. Más creación, más acceso, mejor distribución y por supuesto más incidencia en la formación escolar. ¿Cómo es posible diseñar e implementar una política sin invertir más?
Resulta insólito que los recursos del Fondo destinado a la creación de contenidos de calidad, amanezca un día cualquiera disminuido a la mitad. Más insólito resulta que esto no tenga explicación. Nadie sabe qué pasó, quien tomó esa decisión, si fue un error a un acto intencionado.
Resulta insólito que centros culturales destacados por su labor socio-cultural se vean mermados en sus recursos administrativos. Balmaceda Arte Joven al mismo tiempo que es premiado por “mejor gestión” por la Fundación Futuro es castigado a la mitad en sus recursos que justamente destina a tener una mejor gestión.
Las dos autoridades que responden a este fondo, el ministro de Cultura y el Presidente del Consejo nacional de Televisión han resuelto comunicarse a través de las redes sociales, anunciando innumerables veces que “el problema está resuelto”; sin embargo hoy, nos enteramos por la prensa que en el congreso no se resolvió nada.
El gobierno hoy, ha dejado ver su verdadera política pública en cultura.