En resumen digamos que a Chile lo Gobierna una oligarquía que viene desde la Conquista y Colonia con la triple obediencia Patronal, Militar y Eclesiástica, en que Patrones, Generales y Obispos estaban emparentados.
Ha cambiado poco Chile. Algo hizo la separación de la Iglesia del Estado, aunque aquella sigue teniendo gran influencia.
En la Independencia esta oligarquía permitió que O’Higgins comandara la sacada de los españoles como competitivos.
Después, cuando quiso que el pueblo gobernara, lo exiliaron al Perú y nunca más lo trajeron.
Balmaceda que quiso el salitre para el pueblo fue obligado a suicidarse, Allende y la Unidad Popular quisieron Chile para el pueblo de Chile, lo obligaron a suicidarse y barrieron con la Unidad Popular, trabajo que encargaron a Pinochet y compañía.
Pinochet quiso disputarle el poder a la oligarquía y él se fue. La oligarquía no hace por ella estos movimientos; se vincula con y aprovecha los movimientos históricos que se producen por múltiples causas: se asocia con ingleses (Balmaceda) y con EEUU (Unidad Popular).
Sin embargo, la oligarquía ha constituido la columna vertebral del país sin la cual Chile sería muy distinto, pero la columna vertebral no hace un cuerpo, necesita cerebro, corazón, etc.
Este es el drama de Chile no existe el cuerpo del pueblo de Chile que geste su propio destino, en educación, salud, previsión, etc.
Después de la caída de la Unidad Popular quedó un botín: apetitosos acúmulos de dinero y otras riquezas en manos del Estado (pueblo) de Chile. En previsión (INP), Salud, Educación, Energía, Servicios (agua potable, alcantarillado y otros), obras públicas, minería etc.
Con el Régimen Militar, la Constitución y las leyes instalaron un sistema para que la mayor parte de la riqueza que el pueblo de Chile había producido y produjere pasara lenta o rápidamente, pero inexorablemente a sus manos.
Es un mecanismo valvular para que la riqueza salga del pueblo, vaya a pocas manos y no regrese al pueblo.
Chile no es más una República Democrática, la conviertieron en una Reprivada Oligárquica y Nepótica. Las leyes prohíben que el pueblo se organice para contrarrestar esta tendencia.
Y estamos en lo que estamos.
El pueblo de Chile puso su confianza en la Concertación para que le recuperara el poder.
El pueblo de Chile fue defraudado, por lo que ha desahuciado a la Concertación y a la Alianza comprometida con la oligarquía.
La Concertación no tiene otro destino que replantearse para ayudar a que el pueblo de Chile retome el poder, si no morirá con mucho repudio, pena y sin gloria.
Como esta tendencia valvular era incompatible con la Ética profesional y de los oficios, la Constitución y las leyes prohibieron toda Ética profesional en Chile, reduciendo a los colegios profesionales a asociaciones gremiales sin tuición Ética profesional trascendente.
Tenemos la aberración que somos el único país del mundo donde la ética está prohibida por ley.
El caso La Polar (AFP, Isapres, etc.) sería imposible con cualquier Ética profesional; sin embargo el contador que por Ética se negara a seguir esas prácticas anti-éticas quedaría sin trabajo.
El honesto no tiene trabajo en Chile. Se exige la tuición anti-ética de las Empresas Neoliberales.
La situación de corrupción, amparada y obligada por la Constitución y las leyes se ha instalado y Chile está en una de las peores corrupciones morales que se haya visto en la historia, porque todo es hipócrita y conforme a ley.
Es común que se contrate a un profesor si deja pasar a más del 80% de los alumnos tengan o no un rendimiento académico adecuado.
¿Es posible que una Superintendencia de cualquier cosa sea operante? NO.
Van a revisar los libros de empresas como La Polar, las AFP, las Universidades privadas, etc., y todas van a estar en orden, sin lucro y muchas, pobrecitas, van a estar trabajando a pérdida.
Oí que las Isapres apenas ganaban un 3%, aunque aumentaron 70% sus ingresos (¡exijo una explicación!).
Si falla la Ética de fondo (la intención y conciencia de actuar correctamente considerando al otro como igual) no hay sistema político, ni legal, ni social que aguante.