Nuevamente se ha presentado en el congreso de Chile una iniciativa transversal para restablecer el aborto terapéutico. Los parlamentarios de la iniciativa son Fulvio Rossi Senador (PS), Ximena Rincón, Senadora (DC) y Karla Rubilar, Diputado (RN).
En la vez anterior les acompañaba Evelyn Mathei, entonces Senadora, actualmente Ministra del Trabajo. Se trata pues de algo perfectamente transversal, la izquierda y la derecha unidas.
Resurgirá el debate con argumentos semejantes a las otros ciclos y si bien los principales serán fuertes y de valor, será necesario poder investigar que hay de nuevo en este decisivo asunto.
Pro Vida y Pro Libertad u Opción son los tradicionales y opuestos, sin embargo existen otros que han ido surgiendo en el desarrollo de esta práctica legalizada en una gran cantidad de países. Vengo a traer algunos recientes y el histórico de Chile.
Chile adoptó una política de regulación de fecundidad a partir de 1966 durante el gobierno de Eduardo Frei Montalva. Ella tuvo una aceptación consensuada de la comunidad nacional.
La razón de esta política fue la enorme cantidad de muertes maternas por aborto clandestino complicado y la necesidad de evitarlos .Las cifras eran pavorosas y afectaban fundamentalmente a las mujeres pobres, de gran multiparidad quienes no tenían opciones de regulación de su fertilidad mediante métodos naturales o artificiales.
En esa época y a través de la red de atención primaria del Servicio Nacional de Salud se otorgó la opción de usar píldoras anticonceptivas y posteriormente el uso de dispositivos intrauterinos.
El impacto sobre la mortalidad materna fue dramático, en pocos años cayó desde 300 muertes por cada 100.000 nacidos vivos a 19 en 2005. Cada año se evitaron cerca de 250 muertes de madres, de las cuales un tercio, es decir 85, eran provocadas por la práctica del aborto.
Es muy probable que este impacto en la sobrevida materna, junto a la caída en la natalidad y en la mortalidad infantil, hayan descomprimido las presiones para legislar sobre aborto en cualquiera de sus modalidades. Hay, a mi modo de ver, un hecho cultural y demográfico, no un mero conservantismo impuesto en esta transición.
Dos informaciones recientes sobre aborto han surgido y las traigo para el debate.
La primera desde la India, país de gran población, 1200 millones de personas y una tasa de natalidad de 2,2%, que nos habla de un incremento selectivo del aborto a fetos de sexo femenino.
En Lancet ( Nº 9781, 4 de Junio 2011), el Profesor Prabhat Jha, ilustra el tema con cifras impresionantes. Entre los años 1980 a 1990 y 2010, estima una cantidad de abortos selectivos de fetos femeninos de 4 a 12 millones, lo que equivale a 266.000 por año.
Esta práctica se evidencia además en la caída del porcentaje de niñas en los menores de 6 años, al contrario de la equiparidad de sexos en todos los países del planeta donde la práctica no existe. Las razones que presume el autor son dos: la preferencia por hijos de sexo masculino en la cultura india y la disponibilidad de métodos ecográficos de imagen para conocer el sexo de los fetos en los últimos años.
Notablemente la probabilidad de que este fenómeno ocurra, aumenta con la escolaridad de las madres. Es decir que a mayor formación y cultura, aumenta la tasa de abortos de sexo femenino. ¿Que hay de la igualdad de géneros, tan proclamada?
La segunda información proviene de USA y se refiere a cambios en la legislación de algunos estados prohibiendo los abortos en fetos mayores de 20 semanas. (New York Times, 27 de Junio de 2011).
La teoría de que el feto es capaz de sentir dolor con el procedimiento abortivo ha llevado a que Nebraska, Idaho, Indiana, Kansas, Oklahoma y Alabama establezcan esta limitación a una práctica aceptada por la Corte Suprema en 1973 a nivel constitucional.
Por cierto que han surgido argumentos diciendo que no es cierto que los fetos sientan dolor pues su corteza cerebral no está conectada con el sistema nervioso periférico y otras afirmaciones biomédicas, legales o de la autonomía a decidir sobre la vida en el propio cuerpo. Para la política norteamericana el tema del aborto es uno habitual sobretodo en épocas de conflictos sociales y de cercanía a procesos electorales.
Deberemos pesar los antecedentes una vez y tomar posiciones para este debate que se resiste a abandonarnos.