“-Lo que quiere el pueblo es libertad-” (el líder revolucionario).
“-¡No!, lo que quiere el pueblo es seguridad-”(su hermano, funcionario del Rey).
(Diálogo de una ¿película?, cuyo nombre no recuerdo, mientras escucho a “The Morning Jacket”).
Bueno, casi se jodió…entre la libertad por la libertad, y la seguridad por la seguridad…
El día jueves de la semana pasada, es decir el 4AC (“C”, de cacerolas).
Cuando no comprendió que al igual que los mercados, la política está muy, muy “volátil” con las acciones políticas a la franca baja… (Y no hay que vender, ¿ni comprar?)
Cuando algunos ciegos, hablan de que las marchas tienen un objetivo “golpista”.
Cuando confundió el uso del poder con la autoridad, siempre necesaria. (Autoridad viene de ser autor, conducir, guiar, dejar que se desplieguen todas las potencialidades de desarrollo mirando la libertad para el bien y la felicidad).
Cuando olvidan que la autoridad, sino está dirigida al bien personal y común, no sólo en el presente, sino también en el futuro, se convierte en autoritarismo.
Cuando algunos hablan de que esto “es igual que en el 73”, (quizás con miedo, obscuros sueños y desvaríos golpistas, olvidando la irreversible “flecha del tiempo” y la historia).
Cuando un delincuente que robó e incendió La Polar, dijo… “Si La Polar robó, yo también la robo”.
Cuando habló el Oráculo de Delfos (CEP), olvidando que la primera respuesta sobre el futuro, allí, donde habitaban el destino, los sacerdotes y los dioses, era algo así como “conócete a ti mismo”.
Cuando olvidó que el diálogo no sólo estriba en que se haga patente el otro escuchándolo en sus diferencias e intereses, sino básicamente en la búsqueda compartida de la verdad.
Cuando olvidó que las redes sociales, es decir los jóvenes y las marchas, hoy son un instrumento de sentido, y de acciones democráticas.
Cuando apela a una institucionalidad que debe ser resguardada, pero mirándola como una estructura o sistema de orden, invariante en sí misma, incapaz de adaptarse y cambiar de acuerdo a los “signos de los tiempos”.
Cuando olvida que el poder no desaparece, sólo se transforma.
Cuando menospreció la inteligencia “sutil”socio-política, y le creyó a Fukuyama.
Por leer poco a Stiglitz,a Tony Judt, y a Luhman.
Cuando no acepta la relación entre “certidumbre inestable”, y la “incertidumbre estable”, es decir“ la determinabilidad- indeterminada” mostrada como sentido (tráguense esa).
Cuando el Presidente dijo (o se le escapó del pre-consciente en un acto fallido)… “La educación, (¿y la salud?) es un bien de consumo”.
Cuando no ve, (o ve demasiado bien) que la lucha en educación, es una lucha hoy a muerte, entre dos visiones ideológicas radicalmente distintas, por lo que no va a rendirse frente a “la desaparición del lucro…y la educación como un bien y derecho centralmente público”, pero una lucha con un interés común de las partes, por mejorar la educación.
Cuando no escapó a la principal trampa de la razón, para leer el actual conflicto, que es creer que la razón no hace trampas.
Cuando olvidó la época en que se era normalmente conflictivo, tonto,(a veces), irrespetuoso, impetuoso, ingenuo, idealista,soñador, entusiasta, inexperto, egocéntrico, original y creativo, y buscador de lo placentero, las aventuras de la novedad y el riesgo, es decir, cuando eran jóvenes.
Bienvenidos los jóvenes y las personas y familias comunes y anónimas, como motores del cambio (,) el (del) nuevo neo- populismo más democrático (y “twit-face-cacero-crático”) y los ojos azules (verdaderos) y la valentía de Camila Vallejos, y también la de G. Jackson por ser de la PUC, mi Universidad, y protestar y de todos los líderes estudiantiles… y de… (Gajardo, no por usar una “chomba” verde imposible, y usar expresiones anti-judías).
Vivan “los imprescindibles”, y los que aún “creen en los sueños”, y en “El Quijote” (que sólo está desprestigiado).
Ahora suena “Bon Iver” y “Cold Play”…y ya cantan temprano los pájaros, y algo de“aire fresco entra por las ventanas”.