Como si no bastara, nuestro próximo rival en cuartos, Ghana, tiene un poco de ayuda extra.
No se trata de sospechas esta vez, si damos crédito al cambio que tuvieron “Las estrellas negras” después de ser dos veces campeones de la sub 17 en la década de los 90 en medio de dudas sobre la verdadera edad de sus muchachos. Hoy, Ghana no sólo demanda controles para los torneos africanos y duda, a su vez, de los pasaportes de sus rivales, sino que encabeza la cruzada por el juego limpio en el continente. Y yo les creo.
La ayuda extra de la que dispondrán los ghaneses corre por cuenta de un mediático pastor nigeriano llamado T. B. Joshua, quien “asesora” al entrenador Sellas Tetteh desde que se consagraron campeones en el 2009 en el Mundial de Egipto. Cuenta el técnico que conoció a su mentor unos pocos meses antes del torneo, y que su ayuda fue clave para ganarla Copa, la primera que se iba al continente negro.
Justo antes de la final –donde enfrentaban al inmenso favorito, Brasil- Joshua le anticipó que empatarían cero a cero, que definirían a penales y que le expulsarían a un jugador. Basado en esa premonición, Tetteh diseñó su estrategia y con la ayuda de Joshua hizo la lista de lanzadores, que debía estar encabezada por Andre Ayew. Oraron con el pastor al teléfono en el camarín y luego levantaron la copa.
En su biografía Joshua explica que nació tras un embarazo de… ¡Quince meses! ¿Cómo se hizo profeta? Lo narra él mismo: “Estuve transportado durante tres días consecutivos, entonces vi una mano que apuntó una Biblia en mi corazón. Luego recobré el conocimiento y vi a los apóstoles y profetas de la antigüedad con alguien cuya cabeza no podía ver porque era alto hasta el cielo y estaba suspendido; creo que era nuestro Señor Jesucristo sentado en medio de ellos. Pero podía ver los rostros de los apóstoles, particularmente a los Apóstoles Pedro y Pablo, los Profetas Moisés, Elías y otros. Sus nombres estaban escritos claramente en sus pechos”.
Tetteh, el entrenador, confía ciegamente en los pronósticos de Joshua, que abarcan un amplio espectro. Anticipó el ciclón de Myanmar, el accidente aéreo de Heathrow, la liberación de Ingrid Betancourt, la muerte de Edward Kennedy y de Michael Jackson, además, claro, del rescate de los mineros. No fue muy específico sobre el futuro de Laurence Golborne.
El consuelo es que el mismo 2009 Nigeria organizó el Mundial sub 17 en casa y Joshua era el asesor, con una ventaja extra: en el equipo había al menos tres de sus seguidores. Llegaron a la final, pero la perdieron frente a Suiza. Nadie es perfecto. Yo sugiero que Yolanda Sultana viaje de emergencia a Turquía, para equiparar las cosas, al menos.