En Toronto todo el mundo habla de Rob Ford, el alcalde más polémico de toda la historia. Fue elegido con mayoría popular el 2010 y prometía un ejercicio más humanitario, pero todo tipo de escándalos han marcado su gestión.
La última fue la confesión de haber consumido “crack” después de negarlo sistemáticamente durante meses. Cuando las pruebas en poder de la policía eran irrefutables, se defendió diciendo que lo había hecho porque…estaba demasiado borracho. También reconoce su adicción al vodka, la cocaína y las prostitutas, ha amenazado de muerte a trabajadores del Ayuntamiento y en más de una ocasión insultó a subordinadas en público.
Una joya a la que el viernes pasado sus opositores lograron arrebatarle algunas de sus atribuciones y prerrogativas, aunque una sola cosa está clara: no abandonará el poder “que me confirieron los ciudadanos”.
Como si nada, ayer los habitantes de la ciudad se volcaron a la calle para el tradicional Desfile de Navidad, con carros alegóricos, las bandas de todos los colegios y las llamadas fuerzas civiles. Durante horas estuvieron manifestando su alegría, no sólo por el “parade”, como le llaman, sino porque este año fue sin frío ni nieve, lo que permitió que hasta los más pequeños salieran a ver al Viejito Pascuero con antelación. Una costumbre muy norteamericana, que abre la temporada comercial de los regalos.
Sampaoli también está en época de elecciones. Debe elegir quién reemplazará a Mauricio Isla y la opción puede ser Fuenzalida. Y también a Aránguiz, y allí los nombre de Gutiérrez, Silva y Carmona toman fuerza.
Pero lo que verdaderamente emociona son los chilenos que viven en Canadá y que llegaron a alentar. Mantenidos a distancia por la organización, la policía y la propia selección, es gente que lleva muchos años viviendo en estas tierras y que sigue sintiendo el vínculo. Que serán chilenos hasta la muerte, incluidos los hijos que nacieron en este suelo pero inconfundiblemente compatriotas. En el hablar, en el sentir, en los dichos y en sus sueños. La Roja, cada vez que viene, les acerca un poco la Patria. Sobre todo en día de elecciones, cuando la democracia nuestra parece tan lejana.