20 ene 2013

Un cierre con gusto a poco

Puede sonar como una contradicción. De los países sudamericanos en competencia, Chile supera a Perú en los resultados deportivos y está en la pelea con Argentina por el mejor sudamericano del Dakar. Pero en cuanto a la cantidad de público que se logró congregar, definitivamente nuestro país fue el más bajo de los 3 anfitriones.

La meta en Limache donde miles de personas abarrotaron el sector de la llegada quizás entregaba esperanzas de que el cierre en La Moneda pudiera ser apoteósico con el millón de personas. Sin embargo, tal cual ocurrió en el Parque O’higgins, el público no estuvo a la altura de las circunstancias. Las expectativas eran altas. No era fácil igualar el millón de personas de las versiones en Buenos Aires y las 800 mil congregadas en Lima. El IND cifró en cerca de 700 mil la rotación de público en la alameda, sin embargo no más de 200 mil estaban concentrados dentro de la exhibición.

El Peak de público se dio durante la premiación del Chaleco López. Un momento donde el curicano se desahogó y levantó su trofeo como si hubiera sido el campeón. El posterior baño de champaña junto a Despres y Faria, sus acompañantes entre los tres mejores en la categoría de motos, fue acompañado por un discurso del Presidente Sebastián Piñera que aseguró que Chile será parte del Dakar 2014.

Chaleco se sentía como un niño en navidad disfrutando del momento y recibiendo el cariño del público que si bien no fue en gran cantidad, si demostró entusiasmo y energía para homenajear a López. Mismo caso con Ignacio Casale y  su histórico segundo lugar en las cuadrimotos. El piloto de Autogasco fue el otro gran requerido por parte de los espectadores y se dio el tiempo en varios ocasiones para bajarse de su quad y saludar al público, firmar autógrafos y sacarse fotos. Los dos principales protagonistas de la jornada no parecían tomarle importancia al escaso ambiente que se vivía en las calles y con razón. Nada podía robarles su momento de gloria que tanto trabajo les costó conseguir.

El momento en que Casale y Chaleo partieron de regreso al parque cerrado, fue el instante en que se acabó la ceremonia para el público. Las galerías apostadas frente al podio quedaron prácticamente vacías en las últimas 2 horas de la jornada y el ánimo y fervor de los espectadores para recibir a los autos y los camiones fue considerablemente menor al de las primeras horas.

Algunos no escondían su decepción. “Da lata, pero están los que de verdad les interesa”, decía Felipe Prohens. Otros comentaban que “nunca estaremos al nivel de Perú y Argentina”. Dentro de ASO han asegurado que la cantidad de público no es un factor para determinar la partida y la meta de los Dakares, pero sin duda que es un factor que le da mayor espectáculo a la competencia.

Si nos basamos en las palabras de Ettiene Lavigne, que aseguró que no es la idea sacar países del Dakar, se puede inferir que Chile nuevamente será parte de la ruta. Probablemente el protagonismo que se pueda perder en la próxima edición servirá para reanimar los ánimos y el interés del público por una carrera que en lo deportivo, tuvo en la edición de 2013 como la más exitosa de la historia para los nacionales.

19 ene 2013

Un Reconocimiento a los Nuestros

Todo lo que había logrado Francisco López en el Rally Dakar pareció que podía desvanecerse en un instante. Si bien el curicano repitió hasta el cansancio el discurso de “ir día a día” y de “no prometer nada”, era notorio que cada vez que se subía a la moto, sus palabras no eran coherentes con su accionar y veíamos a un chaleco agresivo y que atacaba los primeros lugares.

Por eso es que el cambio de motor que realizó el oriundo de Teno en la noche previa la última jornada,  lo que conlleva a una sanción de 15 minutos, a amenazaba con borrar todo lo que chaleco consiguió con tanto esfuerzo. Ya ese segundo lugar se alejaba a una distancia casi irremontable y el cuarto lugar acechaba a sólo un minuto y medio.

Chaleco no se apareció por el bivouac durante la operación a la que fue sometida su moto y se concentraba en lo que sería defender con uñas y dientes el podio. Y así fue… en una actuación soberbia en la última jornada, Francisco López consiguió amarrar el bronce. A su llegada al Parque O`Higgins, el curicano fue recibido por aplausos y vítores de los presentes e incluso se dio un tiempo de devolverse con su moto hacia los fanáticos, darse una vuelta y saludar al público más de cerca.

Quizás en esta ocasión el público no estuvo a la altura del logro que consiguió Chaleco. No más de 600 personas se acercaron a la entrada del Parque Ohiggins para esperar a chaleco, Casale y los otros pilotos chilenos que dejaron la vida en la ruta. Tanto López como los otros competidores nacionales destacaron la euforia del público pero lo concreto fue que este no dijo presente de una forma notoria. Asomaban algunas banderas de otros países: Argentina, Suiza, Sudáfrica y Gales. Estos últimos se acercaban a la prensa chilena y preguntaban “¿Dónde está la gente? ¿Las Cámaras? ¿La Euforia?”. Pero no había una explicación concreta.

Mañana será la ceremonia de premiación frente a La Moneda y los chilenos deben decir presente y homenajear a aquellos que corrieron y dejaron en alto el nombre de Chile. Chaleco, Casale, Garafulic, Gouet, los Prohens y el resto de la armada nacional se lo merecen.

17 ene 2013

Mucho por Mejorar

Según manifestaban pilotos, periodistas y gente de la organización. Este ha sido por lejos el Dakar con menos interés por parte del público chileno desde que la competencia se realiza en Sudamérica.

A 3 días de que termine el Dakar, el público en Chile no ha podido conectarse al 100% con la carrera ya sea en los bivouacs o en la ruta. Ni siquiera los dos podios que por ahora ostentan pilotos nacionales (Chaleco López en las motos y Casale en los Quads) han servido de aliciente para encender a los fanáticos o al menos a los curiosos.

Copiapó fue por años la capital nacional del Dakar, con 2 etapas y el día de descanso. La meta de la especial incluso se sigue ubicando a pocos kilómetros del campamento, lugar donde generalmente se concentraba un grupo importante de vehículos particulares para presenciar la llegada de los pilotos.

Si bien esta vez un grupo importante se hizo presente, fue bastante menor al que hubo el año pasado, y los anteriores también según cuentan quienes han asistido a todos los dakares pasados en Chile. El contraste con el fanatismo que despierta esta carrera en Perú y en Argentina sobre todo, es brutal. En el país trasandino por ejemplo, el paso de la carrera dejó un saldo más que positivo. Cientos de fanáticos se agolpaban a las 5 de la mañana para presenciar la salida en directo de los vehículos. Pilotos como Jorge Latrach o los hermanos Prohens tienen prácticamente estatus de ídolos en argentina y son acosados por los fans al momento de verlos transitar, buscando un saludo o simplemente para decirles que “¡son lo más grande!”.

Bien lo dijo el propio ministro de Turismo de Argentina en su momento, “Demostramos que Argentina es un país tuerca”. Por algo será que Los trasandinos son los principales candidatos para albergar por quinta vez la partida del Dakar, la cual sería esta vez en Rosario. Además Perú suena fuerte también como la sede de la meta. La convocatoria de público en los últimos dos años ha dejado en muy buen pie al Perú para seguir siendo protagonistas en el Dakar, sin contar las rutas que han dejado más que satisfechos a pilotos y organizadores por la complejidad de sus trazados.

El domingo Chile vivirá la prueba de fuego en la ceremonia de llegada frente a La Moneda. No sólo en cuanto al nivel de la producción se refiere, sino que también por la cantidad de público que atraerá el Dakar. El Instituto Nacional del Deporte en su momento aseguró que esperaba convocar a cerca de un millón de personas para esta instancia. Veremos…

15 ene 2013

Se Acabó la Fiesta

Los últimos 3 días en Argentina quizás fueron los menos dakarianos en la historia del Dakar. Dormir bajo techo en pisos alfombrados, duchas con agua caliente, recitales y otras comodidades no eran precisamente comodidades con las que históricamente se contaba en la prueba más dura del mundo.

La etapa con meta en córdoba siguió esta tendencia. El bivouac se instaló en la villa carlos paz, específicamente en el club de campo de la zona. Esta es una de las zonas turísticas más importantes de la provincia de Córdoba y también de Argentina. Punto general de eventos y concentraciones de la zona, en este caso, el Rally Dakar.

Un campamento con una particular extensión en su longitud: casi 2 kilómetros de largo en los cuales estaban repartidos los distintos camiones, carpas y vehículos de asistencia de los competidores.

Además el dique de San Roque, conocido por ser el principal abastecimiento de agua para la ciudad de Córdoba durante el siglo 19, le daba un aire de tranquilidad y propio de una postal de vacaciones al ambiente. Los pilotos aprovechaban el panorama para realizar sus quehaceres en un mejor ambiente, como Ignacio Casale, actual sublíder de las cuadrimotos que no encontró nada mejor que estudiar su hoja de ruta a un costado de esta laguna.

Fue la última vez en la que los pilotos durmieron en pasto, en un clima bastante menos húmedo que en Tucumán. El campamento de La Rioja recuperó en algo los aspectos dakarianos de la competencia. Con temperaturas superiores a los 30 grados.

El bivouac se instaló en el autódromo de la localidad, lo que incrementaba la sensación térmica a más de 35. Los parajes tienen ya un aspecto más desértico con algunos retoques verdes. Los bosques se encuentran lejos al campamento lo que obligará a los participantes a dormir nuevamente en la arena o en su defecto, en el asfalto hirviendo.

Si bien volvió la carpa del país anfitrión, ausente en Córdoba, con sus tradcionales comodidades. El calor es tal que quienes se asoman por ese sector, se echan en los sillones con rostros de agobio por las altas temperaturas.

Todavía queda lo peor, el paso hasta Fiambalá. Sector en el cual no hay aeropuertos o aeródromos, lo que obligará a transportar a la caravana vía tierra. Además es la localidad que generalmente alcanza temperaturas record en Argentina. Un clásico del Dakar Sudamericano.