05 jul 2015

Desaciertos funestos

En la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento de  la Cámara de Diputados se produjo un gravísimo error político y legislativo, al aprobarse con los votos de los representantes del bloque de la Nueva Mayoría, una indicación tendiente a posibilitar el aporte en dinero, desde las empresas a los partidos políticos para asegurar el financiamiento de estos últimos.

El gobierno de la Presidenta Bachelet, a través de la propia mandataria y de su vocero, expresó su  sorpresa ante este hecho y ratificó su criterio esencial, es decir, que no hubiese aportes  económicos desde las empresas a la actividad política. El Presidente de la Comisión Presidencial sobre probidad y transparencia, Eduardo Engel, señaló que el hecho le parecía “impresentable”.

La fuerte intervención del Ejecutivo hizo que surgieran rápidamente las respectivas retractaciones de quienes habían caído en tan evidente “descriterio”, debido a que lo que propone el gobierno es, exactamente un criterio opuesto, según indica la redacción original, así como, la letra y el espíritu que inspiran la agenda por la probidad y la transparencia, que el país requiere para rectificar y corregir la indebida penetración del dinero en las decisiones políticas.

Aunque fracasó, esta errada señal no podía ser más desafortunada, por el momento en que ocurre y al eludir lo fundamental del proyecto en trámite. Precisamente, de lo que se trata es que sean las personas naturales quienes aporten, con su nombre y apellido, de modo que el país sea debidamente informado y cada cual se haga cargo de sus decisiones, hasta un límite fijado en la ley.

Esta necesidad surge ante el vergonzoso ilícito de usar aportes de empresas, mediante boletas emitidas irregularmente, para defraudar al Fisco; situación que es el nudo central del aumento de la desconfianza ciudadana.

Además, en otro desacierto, se ha intentado justificar el rechazo a reducir la dieta parlamentaria, descalificando torpemente esta idea, ya que se arguyó, no tendría efecto redistributivo alguno.

En tal objeción se ignora el tema de fondo: la dieta, de asegurar un ingreso para realizar la tarea congresal  en buenas condiciones, se ha convertido en un privilegio que pasa a ser un abuso, dada la evidente circunstancia que el reajuste anual seguirá ensanchando la brecha salarial con el común de los ciudadanos, por el sólo efecto que aumentará cada año, mucho más, que las remuneraciones de los otros sectores del país.

Evitemos una absurda cortina de humo. El crítico reclamo ciudadano hacia el sistema institucional del país, denota la exigencia que debe primar en la actividad política el interés nacional, de modo objetivamente comprobable y sin afectar el pluralismo y la diversidad; se trata de rescatar una vocación de servir al país, que se asume con todos sus riesgos y sinsabores, y que no se usa como un pasadizo hacia el enriquecimiento indebido. La responsabilidad pública no tiene como propósito el beneficio privado.

Chile está por sobre el mercado y el valor de la ciudadanía por sobre el dinero. El interés de lo público no borra y tampoco podría eliminar la esfera del interés privado, pero es preeminente y debiese encauzar los infinitos impulsos de las personas y de las empresas en el anchísimo cauce del bien común de la nación.

Por ello, de seguir actuando redes con una ilícita y desproporcionada injerencia de intereses corporativos, o lisa y llanamente, de mantenerse intacto y sin contención alguna el rol perturbador del dinero en materias institucionales, se debilitarán los cimientos del régimen democrático, se diluirá la igualdad ante la ley y el sistema político se expondrá al control del más fuerte o el más inescrupuloso, desvirtuándose profundamente el ejercicio de la voluntad ciudadana. De modo que éste es un desafío esencial para la democracia en el país.

Por eso, hay que rectificar a fondo. Se trata de cortar la penetración de los negocios individuales o de grupo en las decisiones institucionales que afectan a los órganos debidamente establecidos en la legalidad democrática del país. Desactivar la red de conexiones indebidas que empaña o anula el rol asignado a quienes poseen la legitimidad para resolver en democracia; por tanto, desahuciar el financiamiento de tales lazos ocultos, es el reto decisivo.

Las redes ilícitas que se instalaron, como las de SQM, o como la que se indaga por las licitaciones de la recolección de basura en ciertos municipios, deben ser erradicadas.

En definitiva, se trata de preservar el interés general por sobre el afán de poder desmesurado de núcleos anónimos, altamente organizados, que amplifican su capacidad de cooptación de personas o grupos con autoridad resolutiva, gracias a la acción del dinero que corrompe y trastoca las lealtades, logrando que imperen propósitos inconfesables.

La democracia como sistema institucionalizado de convivencia ciudadana, pluralista, participativo y humanista, tiene ante sí el desafío de sobreponerse y superar la dañina cohabitación de política y negocios, de modo de asegurar a los suyos, a todos y todas  aquellas personas que carecen de poder, pero se sienten parte de una misma comunidad nacional, que la voluntad ciudadana no será apabullada por intereses  de grupos espurios, unidos sólo por el afán desmedido de poder y dinero.

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05 jul 2015

Exitismo versus realidad: esa es la cuestión

La reciente Copa América que consagró a Chile como su merecido Campeón, representa una enorme oportunidad para todos los países participantes, inclusive el anfitrión, para reflexionar sobre el exitismo, una conducta extendida y generalizada entre millones de personas.

El exitismo parte de creer una cosa que no es. Y en ese creer, está el nudo de la cuestión, que tiene que ver con no querer ver ni aceptar una realidad diferente a la que es mi deseo.

En lenguaje psicoanalítico, deseo no es igual que goce, aunque a los fines de esta nota sus límites pueden ser asociables, según los postulados de Jacques Lacan. “Deseo” fervientemente un resultado positivo para mi país – empresa – trabajo – situación personal – relación, y, a la vez, me regodeo en el goce –que de sensual y disfrute no tiene nada, siguiendo con Lacan-, que es ni más ni menos que la forma casi flageladora que toma el inconsciente de manifestar mis propios fantasmas. Y como inconsciente que es, no me doy cuenta, puede producirme dolor, puedo herir y lastimar a otros, e igualmente sigo eligiendo una y otra vez ese patrón de conducta.

Esta no es una nota sobre fútbol ni sobre la Copa América, aunque, bienvenido sea el merecido triunfo de Chile sobre Argentina el memorable sábado 4 de julio de 2015, que ya forma parte de la historia del deporte latinoamericano. Es, apenas, una aproximación al exitismo versus la realidad.

Muchos seres humanos basan su vida en símbolos: dinero, estatus, éxito, sexo por deporte (“Sexo sin amor”, ¿recuerdan eso?). Esto está más cerca del goce.  Otros, se atreven a bucear su vida en base a experiencias: aventuras, conocimiento, aprendizajes, transformar el dolor en algo positivo, asumir las derrotas, levantar la frente y seguir caminando, y darle sentido a la vida.

En estos días, en muchísimos países se han vivido episodios de xenofobia muy pronunciados; odios tan arraigados culturalmente, que con los modismos propios regionales se sintetizan en memes, bromas, ilustraciones de mayor o menor gusto e impacto. De todas formas, son una forma de descargar la frustración frente a lo inevitable.

¿Lo que nos frustra, entristece, decepciona y nos violenta sirve para crecer y avanzar?¿Qué pasaría si esa experiencia que se manifiesta con tanta vehemencia no es otra cosa que lo que nos toca transitar justo en este momento histórico en que estamos viviendo como individuos y como sociedad, para crecer?

Quedarnos con el insulto, rebajar al que ganó (y al que perdió), no poder tener ni la más mínima compasión  (con-pasión) con el que no salió favorecido, ni con aquel que conquistó una hazaña, lleva a muchas personas a sacar el monstruo que todos llevamos dentro. Es como si tuviésemos la imperiosa necesidad de catalizar de inmediato muchos años de enojos contenidos. Y no de celebración precisamente, sino de destrucción.

En el fútbol, como en la vida, a veces se gana y otras se pierde. Cuando perdemos en la vida, podemos asumir dos posturas: quedarnos como víctimas, paralizados ante la contundencia de los hechos o tirar unos lagrimones, llenar el pecho de aire, mirar hacia adelante y arriba, y seguir adelante. No hay términos medios.

Tampoco los hay para el que gana, porque cuando somos demasiado exitistas aunque sea por el impulso de los hechos solemos entrar en una pirámide de “invencibilidad” igualmente peligrosa que en el sentido opuesto. Dejando en claro que está merecidamente bien la celebración, el festejo, y todas las emociones positivas que esto trae aparejado, quizás esté bueno reflexionar qué nos dejan estos episodios de éxito y de la realidad del fracaso: dos caras del mismo asunto.

¿Por dónde empezar? Por observarnos en nuestras pequeñas conductas cotidianas. En el lenguaje que utilizamos. En las voces de los relatores. En los twits que muchos hacen circular insultando y rebajando a otros.En cómo los medios titulan en uno y otro país y en otro más. En cómo quieren catalizar la rabia los desfavorecidos, destruyendo como un vendaval casi todo lo que queda a su paso. En cómo se capitalizan desde el poder de turno los éxitos. Y como tratan de esconder las derrotas los de enfrente. En cómo se toman las cosas unos y otros.

Darle cabida a las emociones, dejar que se expresen y salgan, es quedarse sólo a medio camino: la otra parte de la ruta es qué hago con eso que siento; cómo lo transformo en algo positivo, para todos, para el mundo. Cómo me constituyo a partir de ese hecho en mejor persona. Y recién allí se empieza a producir lo más importante: la toma de conciencia.

Si miramos en perspectiva el universo respecto a este pedacito del Planeta Tierra, somos mucho más minúsculos que la cabeza de un alfiler. Entonces convengamos en que no vale mucho la pena creérsela demasiado con los símbolos. Enfoquémonos en las experiencias: ésas sí que son nutritivas, duraderas e inolvidables, y las que llevaremos por siempre grabadas en relieve hacia afuera hasta que dejemos este plano físico.

Celebremos los éxitos. Bendigamos las derrotas. Sin exitismo y asumiendo la realidad tal cual es. Y sólo así podemos dar el siguiente paso en la escala de evolución humana.

Algo nuevo está naciendo, lo sabemos. Hay muchos cambios que se están precipitando. Se caen y cambian los paradigmas. Entonces, no juguemos a los distraídos frente a las evidencias de conductas viejas que siempre van a querer volver. En vez de eso, la invitación es a evolucionar juntos, y abrirnos a nuevos niveles de conciencia y de conocimiento de nosotros mismos.

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05 jul 2015

¿Crisis política o ideológica?

Es un lugar común el señalar que Chile está en una crisis, frase que se usa para definir una situación de la que se dan múltiples interpretaciones.  La mayoría de las veces es para expresar un camino final a la derrota o un camino sin retorno.

¿Cuál es la definición correcta?

Es el momento en el que el problema se produce por la incapacidad de las estructuras que deben  resolverlo y se hacen inútiles o insuficientes.  A su vez esa circunstancia se puede resolver aplicando un acto de rectificación en esas estructuras o solucionando el problema provocador.

Lo que quiero señalar entonces es que,  el significado de “crisis” tiene alternativas de destrucción o capacidad de solución.  Es como la crisis de la adolescencia o la crisis de la adultez.

En el caso nuestro estoy seguro que lo de hoy lo podremos solucionar.  Es el triunfo de la voluntad nacional que requiere la convicción nacional de nuestra Fe en el futuro.

¿Es que estamos en una crisis política? Creo que sí, pero pienso que ella viene de la crisis ideológica o cultural. 

Una de las tantas definiciones,   a la que adhiero, es la de Ortega y Gasset:  “la cultura  es la capacidad de una sustitución, movimiento,  un partido político o una idea de mantener su alma  mater fundacional a pesar de los cambios  en cada época  o las circunstancias  externas”.  Es esto lo que pasa en Chile?  Creo que sí, y en cada  institución o partido político y en cada organización  social importante.

Los partidos son los más afectados.  No digo  que no deban adecuarse a la modernidad, pero lo que no deben hacer es que se pierda  su alma mater en la concepción de Ortega y Gasset. Basta señalar algunos ejemplos.

La derecha de hoy ha renunciado a postulados básicos de su fundación en el sentido libertario de la vertiente liberal o el orden cristiano de la corriente conservadora.  Al producirse este fenómeno tuvieron que unirse hasta perder identidad con varios referentes que confunden más  al pueblo chileno hasta crear la entelequia de la “centro derecha”.

En la democracia sucede,  en los hechos,  un fenómeno muy similar, la Falange y luego el Partido Conservador Socialcristiano nacen, desde su propia fundación y luego al unirse en 1957 para cambiar el mundo y combatir el capitalismo “volando contra  el viento”  era una expresión   de rebeldía   que interpretaba  a los jóvenes y trabajadores.  Hoy muchos demócratas  cristianos sienten que el partido es ahora  un partido moderador  donde la tentación de aliarse con la Derecha está siempre en discusión.  Como está presente  la tentación de preteritar la Nueva Mayoría públicamente y sin tapujos.  Cuando nos opusimos felizmente perdieron ese intento.  Por lo tanto, también parte de la DC se acoge  “al centro político” como un camino menos resistido.

Finalmente, la izquierda clásica en Chile ha sido multifacética desde que apareció en ella la estrategia del Frente Popular que significó desde 1938 una suma de Partido Marxista y Social- demócrata que aumentó su poder electoral, pero contrajo su unidad permanente a un conflicto ideológico.  Esto mismo significó una preeminencia del Partido Comunista  y la división  de los otros partidos por las distintas formas de tratarlos.

El Partido Socialista se balcanizó  en fracciones casi irreconciliables  al igual que el Partido Radical que se dividió  en tres fracciones durante la Dictadura del 1973.

En cuanto a las instituciones civiles o religiosas también han sufrido cambios que han puesto en peligro su mensaje fundacional.  Me refiero  a la Iglesia Católica y la Masonería que han debilitado  su acción justamente por esa razón que fue muy notorio  en esta última durante la dictadura de Pinochet .

Por eso señalo que la crisis de los  últimos años comienza en la crisis ideológica que abre paso a la desconfianza ciudadana.

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04 jul 2015

Gasto público ambiental, $8.900 por habitante al año

Desde la promulgación de la ley ambiental el año 1994, en forma creciente  los temas ambientales son parte de las preocupaciones  de las personas y de la agenda pública, los políticos para bien o para mal hacen referencia a ello. Diversos temas relacionados con el ambiente forman parte de los programas de gobierno, los discursos presidenciales del 21 de mayo, y sin lugar a duda, inquietan a los habitantes del país.

Pero esto no tiene ninguna relación con las cifras que presenta el estudio elaborado por el Gobierno de Chile y CEPAL, denominado  “Estimación del gasto público ambiental”. Este  representa un cable a tierra entre el discurso político y la realidad de las cifras. Según el estudio antes mencionado, el gasto público estimado para el año 2012 fue de  145.042 millones de pesos, lo que equivale a  260 millones de dólares y representa el 0,1% del PIB para ese año, el más bajo de los países OCDE.

Según se señala en el documento para su elaboración se analizó y utilizó la ejecución presupuestaria del año 2012, considerando el gasto en materia ambiental efectuado por 30 servicios públicos, pertenecientes a los ministerios de Medio Ambiente, Interior, Agricultura,   Educación,  Defensa, Obras Públicas, Salud, Minería, Vivienda y Transporte.

Al revisar el estudio constatamos con incredulidad que pese a la gran cantidad de Servicios Públicos considerados para hacerlo y que la cifra total puede parecer baja, la situación es más dramática cuando se llega al monto gastado por habitante durante el año 2012, pues es la magra cifra de $ 8900 por persona durante todo un año, lo que equivale a  24,3 pesos diarios o sea la nada misma. Este es un duro golpe a la realidad, pues refleja claramente la importancia que le han asignado y le asignan las autoridades, particularmente el ministerio de Hacienda, al cuidado del medio ambiente.

El informe detalla ciertas áreas de gastos y dada la contingencia país, donde la contaminación atmosférica parece ser un problema sin solución que año a año aumenta en las ciudades del sur de Chile y en la Región Metropolitana, lo que sin duda merece una seria revisión.

Para que usted sepa el informe en cuestión no dice si las normas son suficientes, o  si son buenas o malas, o si están bien o mal aplicadas, sólo hace referencia a plata del gasto público. Por ello, pese a lo que digan las autoridades, el informe es concreto nos dice cuanto es el gasto público y para saber la cifra sugiero que se prepare.

El Estado de Chile estima su gasto público en calidad de aire y cuidado del clima en 4,2 % de 8.900 pesos habitante/año; ahora saque su cuenta, pues son  373,8 pesos por persona al año, aproximadamente la mitad de un pasaje de Transantiago.

Saque sus conclusiones, si el gasto público es de $8.900 por habitante al año y 378 pesos son para temas de calidad de aire y cambio climático por habitante al año, la explicación es casi innecesaria, está claro por qué la contaminación del aire en muchas ciudades cada año es peor, los planes de descontaminación son poco eficientes, las empresas son poco fiscalizadas y multadas;  también las razones de la existencia de zonas de sacrificio y muchas cosas más.

Lo que entendemos es que las autoridades han abandonado a los más vulnerables en materia de medio ambiente y en particular de contaminación, los han dejado a su suerte para que las empresas sigan haciendo lo que quieren y las zonas de sacrificio sigan prosperando.

Lo bueno de este documento, es que nos trae una realidad que de una u otra forma sabíamos que existía, además genera una metodología que permitirá de ahora en adelante repetir el estudio y ver cómo vamos, cosa que no era posible antes, también será posible compararnos con otros países de la OCDE, eso es algo.

Ahora sólo queda asumir un rol activo para que las autoridades, aquellas que definen los presupuestos ministeriales y el gasto público amplíen su mirada y se den cuenta que no se puede asignar un presupuesto a calidad de aire y cuidado del clima que sea inferior al valor de un pasaje de Transantiago.

Y sobretodo  tenemos que ser activos en no permitir que autoridades y políticos digan que hacen algo para reducir la contaminación que afecta a los habitantes de Chile, puede que tengan voluntad, pero la realidad se mide en pesos y son $8.900  por habitante al año, de los cuales sólo $373,8 se destinan a calidad del aire y cambio climático. Lo invito a revisar el informe, puede sorprenderse aún más.

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04 jul 2015

Aborto: tiempo de decisiones legislativas

La Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se encuentra ad portas de votar la idea de legislar el proyecto gubernamental de despenalización del aborto en tres causales. Ello, luego de tres meses de debate a la iniciativa, en que se ha recibido a decenas de académicos/as, gremios y organizaciones de la sociedad civil que han podido expresar a los/as legisladores/as su posición favorable o en contra de dicha reforma y sin perjuicio de continuar escuchando a entidades que aun están pendientes de asistir.

Así se acordó por mayoría en la última sesión de la Comisión de Salud, por lo que el próximo martes 7 de julio se recibirá al Ministro Eyzaguirre –recientemente a cargo de la SEGPRES- junto a las Ministras Claudia Pascual de SERNAM, Carmen Castillo de Salud y Javiera Blanco de Justicia, en forma previa a dicha votación.

La propuesta de reformar el Código Sanitario para regular la posibilidad de las mujeres y niñas de acceder a la interrupción legal del embarazo en caso de violación, riesgo vital e inviabilidad fetal corresponde a uno de los principales compromisos sobre derechos de las mujeres contenido en el Programa de Gobierno de la Nueva Mayoría y fue presentado por la Presidenta Bachelet a comienzos del presente año.

Su presentación responde a una creciente demanda de la ciudadanía por marcos normativos que resguarden la protección de las mujeres, al menos en las tres causales específicas que se contemplan. En los últimos años son numerosas las encuestas de opinión que dan cuenta de esta demanda ciudadana situando entre un 60% y un 80% el acuerdo en legislar el aborto en caso de violación, inviabilidad o necesidades de salud, y entre un 20% y 30% a decisión libre de la mujer.

Por citar solo uno de dichos estudios de opinión, la Décima Encuesta Nacional Percepciones de las Mujeres sobre su situación y condiciones de vida en Chile 2014 de Corporación Humanas muestra que el 79,2% de las mujeres está de acuerdo con legalizar el aborto cuando se encuentra en peligro la vida de la mujer, el 74,2% en caso de graves malformaciones fetales y el 72,9% si el embarazo es producto de una violación.

En tanto el 22,4% expresa su acuerdo con la legalización si la mujer tiene muchos hijos y no puede hacerse cargo de más, el 20,9% por cualquier razón que la mujer decida, y el 19,1%, en cambio, no está de acuerdo bajo ninguna circunstancia. Además, la referida Encuesta da cuenta que el 28,5% de las mujeres consultadas ha conocido a alguna mujer que se ha realizado un aborto y que el 52% considera que las mujeres que se han practicado un aborto no deben ir a la cárcel (Corporación Humanas, Diciembre de 2014).

Asimismo el proyecto procura enfrentar la responsabilidad internacional del Estado de Chile comprometida con la vigencia de la legislación punitiva que vulnera los derechos humanos de las mujeres en el país y que numerosos organismos internacionales desde hace 15 años sistemáticamente vienen reprochando en diversos foros mundiales de que Chile participa.

De hecho, solo el año pasado el Estado de Chile debió afrontar ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas las recomendaciones de reforma a la normativa penal formulada por una decena de países, oportunidad en que el Estado refirió el Programa de Gobierno y el compromiso de legislar al menos en tres casos específicos.

Igualmente, en julio de 2014, el Comité de Derechos Humanos se vio en la necesidad de reiterar sus recomendaciones previas (1999 y 2007) en relación a la problemática de la clandestinidad del aborto y legalizar el aborto terapéutico y en caso de violación. En tanto, en septiembre, el Grupo de Trabajo sobre Discriminación contra la Mujer del Consejo de Derechos Humanos, tras su primera visita al país se manifestó en similar sentido, enfatizando en la necesaria protección que debe brindarse a las adolescentes y las niñas frente a la violencia sexual.

Pese a que en la inmensa mayoría de naciones desarrolladas la legislación permite el aborto a decisión de la mujer dentro del primer trimestre del embarazo –e incluso en períodos más extensos en importante numero de países–, garantizando su acceso a la atención sanitaria requerida para ello e igualmente la interrupción del embarazo por causal terapéutica e inviabilidad fetal (modelo mixto de plazo e indicaciones), en Chile se debate únicamente respecto de tres causales (modelo de indicaciones). De ahí que preocupe el retraso en la discusión legislativa y el conjunto de argumentaciones morales y religiosas esgrimidas para oponerse a ello.

La criminalización total del aborto es incompatible con un estado democrático de derecho. El respeto a la libertad de conciencia, pensamiento y religión, pilar de la democracia, contenido en los tratados internacionales de que Chile es signatario importa el resguardo de todas las creencias y que no pueda el Estado imponerse a las conciencias individuales.

Por ello no puede mantenerse vigente una legislación punitiva que ampara únicamente las creencias de un determinado sector, imponiéndose ésta al conjunto de la población chilena que puede legítimamente profesar otras creencias morales o religiosas. Más aun, cuando se trata solamente de regular situaciones especificas y puntuales que afectan a las mujeres cuesta entender que la protección de derechos tan básicos como una vida libre de cualquier forma de violencia y el derecho a la vida y a la integridad personal de las mujeres y las niñas no sean el centro del debate y que en cambio se sigan planteando reparos a una reforma legal a todas luces necesaria.

El proyecto que plantea legislar sobre aborto en tres causales es un mínimo ético que cuenta con amplio respaldo ciudadano, que los y las parlamentarias comprometidas con los derechos de las mujeres apoyan, que las instituciones internacionales de derechos humanos demandan y que organizaciones de larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos y la democracia en el país valoran por lo que se espera sea aprobado en general por la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y avance prontamente en su tramitación legislativa.

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03 jul 2015

Chile y el derecho a vivir tranquilo

Como todos sabemos, las noticias vuelan alrededor del mundo más rápido que lo que tardan los periodistas en escribirlas. Estos días se ha hablado en todas las redes sociales sobre la gran manifestación en contra de la delincuencia, el famoso “Cacerolazo” con el que se pretendió meter tanto ruido como fuera posible para despertar a las autoridades y hacerles ver la horrorosa realidad que se está viviendo respecto al tema de la delincuencia que últimamente parece ser pan de cada día.

Sin duda, acostumbrarnos a escuchar las desgracias que le ocurren a diferentes personas naturales o familias cada día resulta bastante difícil, no sólo porque somos conscientes de que su vida está en un constante peligro, sino porque no podemos hacer absolutamente nada para evitarlo; definitivamente, es impresionante el modo en el que Chile ha cambiado durante este último año.

Vemos con normalidad que las cárceles tengan puertas giratorias y se deje en libertad a los delincuentes para que salgan en nada y vuelvan a cometer otro asalto. Y como es lógico, según la definición atribuida a este concepto que implica conductas antijurídicas (contrarias al derecho), al transgresor le correspondería asumir un castigo según lo que estipule la ley. Desafortunadamente lo que ocurre en las cárceles chilenas es todo lo contrario.

Si una persona roba para vivir, es porque no está pasando por la mejor situación económica en la que podría estar; un bajo porcentaje de ellos (especialmente menores de edad) solo lo hacen por diversión, pero la gran mayoría  recurre a este método de subsistencia por necesidad, por tanto, ser arrestado no resulta una penitencia en sí, sino una vía escapatoria a sus problemas de dinero, aún si esto supone echar a un lado su libertad.

De hecho, y nuevamente citando  la definición de delincuencia, este colectivo de personas es un grupo que se encuentra fuera de la sociedad y debe ser reinsertado al sistema, y las penas purgadas en prisión están orientadas a ese objetivo de reintegrar a quienes cometieron tal crimen para que puedan formar parte una vez más de nuestra sociedad, sin ser elementos dañinos.

Sin  embargo, lo que actualmente ocurre es lo opuesto; las cárceles no son más que centros en los que estas personas aprenden mejor la delictiva labor a la que diariamente se dedican ya que tienen la oportunidad de convivir con asaltantes más experimentados.

Por otro lado, la constante lucha contra este problema que se está generando es una parte muy importante de las políticas de Estado de cada país ya que se trata de una violación a los derechos de la ciudadanía. Por la cantidad de agresiones, asaltos e incluso la muerte que se suscitan por esta situación, los políticos la consideran como una de los problemas prioritarios a solucionar y así lo dan a conocer en sus campañas.

¿Cómo es, entonces, que las autoridades chilenas actuales pueden sentarse tranquilamente y ver que la vida de los ciudadanos corre peligro, sin hacer absolutamente nada para evitarlo?

Hemos llegado al punto de que las  casas, empresas y negocios son verdaderas fortalezas modernas, que ya no se puede estar sin seguridad extra; albergadas con grandes cercos eléctricos de alambre para conseguir que nuestro derecho a la privacidad sea respetado, complicando la entrada a bandas organizadas de asaltantes profesionales, que no sentirán compasión por nadie si de robar algún artefacto costoso se trata.

El clima de temor es inminente, la gente ya no puede caminar tranquila por las calles mientras habla por teléfono, ni siquiera usar su automóvil sin sentirse intranquila puesto que cada vez los robos de estos son más frecuentes. Y, ¿qué pasa con la gente que no se puede defender por sí misma, como los ancianos o discapacitados? Muy simple, pierden totalmente su autonomía, lo que a la vez implica un significativo retroceso en la sociedad.

En realidad es cierto que la delincuencia es uno de los más antiguos inconvenientes de los países latinoamericanos en general, y es con lo que Chile debe lidiar hoy en día.

Las autoridades deben tomar medidas drásticas al respecto, quizá la mejor forma de hacerlo es siguiendo el ejemplo de las naciones con las tasas más bajas  de delincuencia del mundo, como Estados Unidos, Londres o Australia, donde ya sea por las férreas leyes o por la cultura de sus habitantes, la gente puede vivir sin miedo y en paz.

¡Vamos por un Chile seguro!

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03 jul 2015

De lo agudo a lo crónico, de la calidad del aire al clima

Cada invierno aparecen numerosos artículos y entrevistas referentes a la calidad de los pronósticos de la calidad del aire en Santiago y, crecientemente, en otras ciudades de Chile. Eso tiene la ventaja de recordarnos la importancia de proteger la salud de nuestros ciudadanos. Sin embargo, ese énfasis, a menudo, le resta atención al tema central. Y este es, a mi juicio, el constatar que nuestras ciudades mantienen durante todo el año, no sólo los días de alerta, pre-emergencia y emergencia, niveles de calidad de aire incompatibles con la salud de las personas, los ecosistemas y el sistema climático.

Efectivamente, los niveles anuales de material particulado y de ozono siguen estando por arriba de lo recomendable, lo que está asociado a la frecuencia de problemas cardiovasculares, la prevalencia de cáncer y otras enfermedades. Nuestros ecosistemas y cultivos están expuestos a valores cuya suma resulta en daño y pérdida. Y los aerosoles y gases emitidos y producidos en nuestras ciudades generan impactos sobre el clima regional.

La buena noticia es que, si bien históricamente los planes de descontaminación atmosférica se han enfocado en el manejo de los episodios críticos, ya se empiezan a observar medidas estructurales para abordar tanto lo agudo como lo crónico.

Por ejemplo, en los últimos planes el énfasis ha pasado del llamado a usar leña seca a la discusión de cómo puede mejorarse la construcción y aislación de las viviendas, considerando sistemas de calefacción basados en energía más limpia y centralizada (calefacción distrital, ojalá geotérmica y/o solar). También se han introducido impuestos a la compra de vehículos motorizados y otras medidas que apuntan a estimular el uso de transporte público (vías segregadas, ejes ambientales, etc.).

Pero queda mucho por hacer, mucho más. Y mientras más ambiciosos son nuestros objetivos, más conocimiento se necesita. El establecimiento de “urbes inteligentes y sostenibles” es necesario, pero no fácil de conseguir.

Las primeras medidas son relativamente sencillas y evidentes: cambiar procesos y poner restricciones a las megafuentes de emisión. Sin embargo, aquellas normas relativas a la construcción y al transporte requieren de un diseño basado en múltiples criterios y competencias que abarcan desde la ingeniería hasta las ciencias sociales, incluyendo ciertamente el urbanismo y la epidemiología, pero sobre todo la conciencia y la participación de los/las ciudadanos/as.

Con ello tenemos una espléndida oportunidad de avanzar hacia el desarrollo y la sustentabilidad, elementos de una sociedad más resiliente ante la variabilidad y el cambio climático.

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03 jul 2015

Cacerolazo

El miércoles se realizó el mentado y esperado cacerolazo, como símbolo de la gran protesta  de las mujeres  del sector oriente de la capital, en contra de los sucesivos actos de  delincuencia  manifestados en robos y actitudes violentas contras las personas y los bienes. Hubo solidaridad, incluso desde China, lo que señala una gran repercusión mediática, porque sin duda en un gran tema que a todos importa, afecta y atemoriza. No olvidemos que el ranking que lidera los temas de mayor connotación social es sin duda éste que denuncian con tanto énfasis la mayoría  de los ciudadanos.

Conocemos que algunos países “resuelven”, esta problemática mundial, con mecanismos como por ejemplo aumentar el control de identidad, las penas, tolerancia cero, aumento de centros privativos de libertad, etc.

Todas esas medidas no me convencen, pues la superación de esta lacra social queda encubierta, o mejor dicho se oculta  mientras las personas cumplen condenas. Esto se entiende de manera muy simple, ya que las sociedades castigadoras lo único  que logran con aquello es silenciar el problema, mientras las personas son segregadas y/o  separadas de la comunidad.

El egreso de estos ciudadanos o el retorno a la libertad se hace con una carga emocional negativa al extremo, expresándose, muchas veces, en más violencia, sofisticada delincuencia, ira desbordada y  agresiones sin límites.

La única manera de saber efectivamente que el tema de la delincuencia se supera de manera real y con porcentajes importantes, es cuando las personas alcanzan armonía espiritual, cordura, equilibrio emocional, sanación psíquica y valoración de sí mismo.

Desde luego que esto no se conquista en ambientes hacinados, violentos, confrontacionales  y contaminados, sino en un proceso de encuentro con sus propios demonios que han de enfrentar con valentía y con un profundo sentido de responsabilidad. Sólo el tiempo y un tiempo no menor de algunos años, podrá darnos la certeza que nuestra metodología es superior y logrando éxitos  inserción social mayor que cualquiera otro sistema  que  mantenga el castigo y la  separación de la comunidad.

Con todo, debo decir que de no operar un cambio significativo en las autoridades respecto a las alternativas a la privación de libertad, hechos lamentables, horrorosos  y reprobables, desde todo punto de vista, seguirán ocurriendo con mucha más intensidad.

Un sistema que acuña el castigo, la marginación  y violando de manera continua, los derechos básicos de una persona, que está en prisión, excluye prácticamente de por vida, toda posibilidad  para insertarse con normalidad y sólo se puede esperar de ello lo indicado anteriormente.

Una solución que  ha planteado  la Fundación Paternitas, para los que cumplen privación de libertad es la creación de políticas públicas, con un Estado más comprometido,  que contemple la capacitación y preparación de éstas personas para la inserción social, familiar y laboral y que además considere un trabajo de seguimiento de al menos dos años.

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02 jul 2015

Transparencia y depuración

El país en este último tiempo nos ha transparentado una realidad moral que han afectado a líderes políticos, deportivos y religiosos.

Entendemos que la perfección humana no existe y todos estamos sujetos a cometer errores, pero no horrores. Estos horrores se producen cuando afectan la naturaleza misma del liderazgo que los involucrados tienen en la sociedad. En efecto, para un político su razón de ser es “servir a la comunidad” en general y en particular a sus electores, pero en ningún caso de servirse del poder para sus fines personales, que en muchos casos se juega en esta insana relación entre poder y dinero.

Para un deportista, su liderazgo se sostiene sobre el espíritu de superación, sobre el fair play, la rigurosidad, el esfuerzo que les lleva a establecer un estilo de vida muy ajeno al carrete, al alcohol, al relajo o la agresión al rival. Eso no significa que un deportista no pueda distraerse y tomar algunas copas, pero nunca en medio de un evento competitivo en el que está involucrado. Allí no hay espacio para ese relajo. Menos infringir la ley del tránsito y poner en peligro a otros al manejar en condiciones de intemperancia y en un vehículo de alta velocidad, generando un desastre mayor. La fuerza, la garra y la destreza, son parte de la actitud de un buen deportista pero en ningún caso la agresión como una forma de ganar ventajas antideportivas. Esos no pueden ser líderes para tantos niños que quieren emularlos deportivamente.

Para un sacerdote, su liderazgo se basa en ser puente entre Dios y los hombres, por lo que toda relación se sustenta en la confianza, en ahondar en la vida del otro para apoyarlo en su encuentro con Cristo. En ningún caso hacer un abuso de poder, al manipular a los que se confían a él y/o abusar sexualmente de ellos. Por lo mismo, su conducta en este ámbito es de mucha mayor gravedad que la que pueda ocasionar una persona que no tiene su investidura.

La política, el deporte y la fe, son tres ámbitos que tienen una tremenda dimensión social y valórica que implica a su vez una gran entrega de parte de sus actores. Por eso, el que estas tres esferas estén mostrando señales que desvirtúan el sentido mismo de su rol social, sin duda alguna reviste una tremenda gravedad.

Es cierto que estas conductas son de algunos  y no pueden extenderse a todos quienes realizan estas funciones, sin embargo como un termómetro nos marca la temperatura.

Ahora, la situación se agrava muy severamente, cuando el entorno de los involucrados le resta valor o gravedad a la situación. Si lo hacen todos los políticos, no hay motivo para juzgar solo a algunos, el accidente de Vidal no es tan grave dicho por un entrenador referente nacional que es capaz de pasar a llevar las normas por él establecidas para potenciar un éxito deportivo o tratemos que la cosa no trascienda y busquémosle nosotros una salida para que no se desprestigie más la Iglesia. En todos estos ejemplos, donde todo se justifica, se larva una conducta que nos pueden llevar a un profundo desquiciamiento.

Toda sociedad se construye sobre una plataforma moral que es anterior y superior a las instituciones. Es a partir de ello que se generan las leyes. Una sociedad que se pierde moralmente no es viable y tiende a desmoronarse. Por lo tanto, este fenómeno que se vive en el país, que para algunos es una depuración natural y para otros, que no creemos en las casualidades sino en las causalidades, es una voz o un grito de Dios que nos está evidenciando una realidad; si sabemos manejarla en la transparencia y en la verdad, sin superficiales justificaciones como las antes descritas, es posible que nos lleve a un crecimiento moral del país. Que es lo que todos esperamos.

El que nos sorprendamos, nos cuestionemos y nos revelemos frente a estas situaciones es un signo positivo que indica que no hay espacio para la indiferencia porque nos afecta, nos molesta. Sin embargo, es cierto también que a veces tenemos un doble estándar ya que exigimos a otros lo que nosotros no somos capaces de dar.

Es por ello que en definitiva el transparentar ésta realidad, es una gran noticia porque no pasa desapercibido sino que nos cuestiona, nos obliga a revisarnos a todos y a actuar con mayor consecuencia y coherencia, lo que en definitiva es muy bueno para el futuro de nuestro país.

Bienvenida transparencia.

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02 jul 2015

Seguridad Pública, problema que se combate con recursos

Desde la semana pasada los medios de comunicación han realizado una cobertura sobre “Incremento de la Inseguridad” mostrando acciones y opinión de distintos actores políticos – Asociación Municipalidades, del ejecutivo y partidos políticos -, que coinciden en aumento de penas y dignificar la labor de carabineros, pero ¿creen ustedes que estas dos medidas bajarán los índices de inseguridad?

Si me permite quisiera entregar la opinión de un actor regional. La problemática de seguridad que tanto preocupa a la población es analizada en cada Gobierno y cada uno con un diagnóstico claro pero con estrategias distintas. Esto según mi parecer es lo que ha fallado.

La estrategia de focalizar en sólo estos dos puntos el “combate a la delincuencia” es errada y debemos sincerarnos y ser serios de una vez por todas cuando abordamos la Seguridad Ciudadana. Pero, ¿cuándo hablaremos del aumento y distribución de los recursos?, este es el problema de fondo, porque los municipios – cada uno con problemas de delincuencia distinto -, no tienen ni pueden financiar esta tarea solos.

Los intentos de combatir la delincuencia son muchos, sólo recordemos que el ex Presidente Sebastián Piñera tenía como slogan “Delincuentes, se les acabó la fiesta”, lo que nos deja claro que este tema no es de derecha ni de izquierda, esto tiene que ver con canalizar de forma óptima y sostenida las políticas delictuales que realicemos. Pero nuevamente, para llevarlo a cabo necesitamos recursos.

Por lo tanto, luego que tengamos resuelto el cómo lo financiaremos debemos ejecutar estrategias que primero reúna a todos los actores y que los programas de seguridad pública tengan coordinación concada entidad pública; bajar la burocracia administrativa de las policías; sentarnos a hablar sin medias tintas sobre droga y tráfico; crear programas de rehabilitación y reinserción social efectivos y por último, aumentar las penas.

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