23 mar 2015

La otra tierra del fuego

Los incendios forestales que han afectado a la zona centro sur del país durante este verano nos han entregado postales dramáticas, como la de araucarias milenarias quemándose en un par de segundos. Estas llamas descontroladas que se extienden por nuestro territorio nos recuerdan que en Chile ya estamos experimentando de primera mano lo que significa vivir en el denominado “antropoceno”; es decir, en una época donde las actividades humanas impactan al planeta de un modo comparable al de las fuerzas geológicas, generando cambios que suceden en un ritmo sin precedentes para la humanidad.

Más allá de un cigarrillo lanzado al azar u otra causa de ignición fortuita, los incendios no ocurren por casualidad. Su detonante es una mezcla inflamable de, al menos, tres factores: una sequía que afecta hace más de cinco años a nuestro país entre la región de Coquimbo y la región de Araucanía; un deficiente manejo territorial que ha permitido la expansión de cultivos altamente combustibles como pinos y eucaliptos en desmedro de las especies nativas y una institucionalidad reactiva con recursos siempre escasos.

Las consecuencias de estos incendios van desde el evidente impacto en la flora y fauna nativas, en el turismo y la economía, pasando por la exposición de las personas a niveles nocivos de partículas, hasta las modificaciones del tiempo atmosférico a escala local y regional.

A partir de lo estudiado por el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)2 de la Universidad de Chile, resulta muy probable que incendios como los que han ocurrido en estos días se vuelvan más habituales.

Si queremos estar preparados, es necesario explicar los mecanismos que subyacen a esta fase prolongada de escasas precipitaciones-que ya podemos catalogar como una megasequía-, proyectar la evolución de estos fenómenos en el contexto de un clima cambiante y perturbado por las actividades humanas, abordar de modo coherente el manejo del territorio, y dotar a nuestra ciudadanía y sus instituciones de más competencia para mitigar los riesgos y poder convivir con los cambios que se prevén.

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23 mar 2015

Agua entre la sequía y el crecimiento minero

Cada 22 de marzo desde 1993 se celebra el Día Mundial del Agua. Este año el lema es “Agua y Desarrollo Sostenible” destacando al agua como un elemento esencial para el desarrollo sostenible, el bienestar de la población y la protección del medio ambiente. Pero Chile al sobreexplotar las fuentes de agua y permitir el agotamiento de todas las cuencas del norte y centro del país, está lejos de incorporar este lema a su realidad.

Tras un periodo prolongado de sequía y con gobiernos que no avanzan en políticas públicas para resolver el problema de acceso, protección y derecho humano al agua, conflictos por el agua se repiten a lo largo de todo el país en ríos como el Lluta, Loa, Copiapó, Huasco, Limarí, Choapa, Petorca, Aconcagua, Maipo y Tinguiririca entre otros, donde se reproduce la confrontación entre grandes inversiones (principalmente mineras e hidroeléctricas) y las necesidades de las personas y sus actividades económicas locales. La rebelión de Salamanca y el valle del Choapa a inicios de marzo y la larga epopeya de Caimanes es uno de los casos más dramáticos.

Hoy la sociedad chilena se encuentra convulsionada por conflictos de interés entre el poder económico y el poder político y el agua no ha estado exenta de sufrir los embates de esta peligrosa relación.

En la mayor parte de estos conflictos por el agua, se evidencia tráfico de influencias, discrecionalidad administrativa y variados vicios en la toma de desiciones sobre el acceso y uso de las aguas. Es así como el ex subsecretario de Minería, Pablo Wagner está siendo investigado por operar en favor del proyecto minero Dominga, aprobado en una zona decretada de escases hídrica, mientras los tribunales exigen a Minera Los Pelambres, del grupo Luksic, devolver el agua al pueblo de Caimanes, entre otros siniestros casos.

La escasez hídrica es multifactorial. Además de la sobreexplotación de las cuencas autorizada por funcionarios del Estado y la intensificación de un modelo productivo extractivista como la minería, Chile es uno de los países que más se ha visto afectado por el Cambio Climático. Desde 2008 sufrimos un proceso largo de sequía que ha mantenido una reducción de 30% a 50% de las precipitaciones dependiendo de la región.  La Comision Económica para America Latina (CEPAL) proyecta entre 2040 y 2070 un aumento en la probabilidad de ocurrencia de sequía en el centro norte y el sur de Chile.

Según la Dirección de Meteorología de Chile existe un déficit pluviométrico importante en el país evidenciado en los registros de las estaciones en Arica, Calama, Valparaíso, Santiago, Juan Fernández, Curicó, Chillán, Concepción, Temuco, Valdivia, Osorno, Puerto Montt, Balmaceda y Punta Arenas. Adicionalmente el Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia -(CR) {+2} – de la Universidad de Chile, estableció que este 2015 podría moverse entre normal o más seco de lo normal en cuanto a hidrología por lo que completaríamos cinco años continuos de escasas lluvias.

Esta falta de precipitaciones, sumada a la degradación de las cuencas por sobre otorgamiento y sobrexplotación, ha gatillado la dictación de 6 Decretos de Zona de Escasez Hídrica: en la región de Valparaíso en las comunas de San Felipe, Panquehue, Llay Llay, Limache, Concón, Putaendo, Santa María, Catemu, Olmué y en las provincias de Los Andes, Quillota y Petorca; en la región de Coquimbo en las comunas de La Higuera, La Serena, Vicuña, Coquimbo, Paihuano, Ovalle, Río Hurtado, Punitaqui, Combarbalá, Monte Patria y la Provincia del Choapa; y en la región de Atacama en las comunas de Tierra Amarilla, Copiapó, Alto del Carmen, Vallenar, Freirina y Huasco.

Con estos antecedentes de escases hídrica, el ministerio de Hacienda propone agilizar la economía facilitando permisos a 15 proyectos de inversión minera (8 en Antofagasta, 6 en Atacama, 1 en Arica) mientras la Comisión Chilena del Cobre proyecta aumentos de 66% en el consumo de agua de la minería  del cobre entre 2014 y 2025.

Insólitamente el Gobierno y el empresariado minero no consideran la sequía estructural del país, los decretos  de escasez, los malos pronósticos meteorológicos, el cambio climático y la indigna situación de casi un millón de chilenos entre Arica y Chiloé, que subsisten dependiendo de camiones aljibe, al momento de decidir sobre la política pública y las inversiones, condenando a los chilenos a un desarrollo basado en la sobreexplotación y agotamiento de nuestras aguas.

Al respecto la presidenta Bachelet se comprometió en su campaña y nombró un Delegado Presidencial para los Recursos Hídricos, pero su informe lleva 8 meses sin presentarlo a la opinión pública.

Comprometió también una reforma al Código de Aguas e ingresó un texto al Congreso, pero la reforma no está a la atura de los cambios legales e institucionales que se requieren y no tiene financiamiento. También comprometió el 21 de mayo pasado una ley para proteger los glaciares, pero envió al parlamento un texto que sólo protege aquellos que están ubicados en parques nacionales y condena a todos los demás a ser negociados caso a caso en el Sistema de Evaluación ambiental, el mismo que ha permitido la destrucción de glaciares en la cuenca del Huasco, Choapa, Aconcagua, Mapocho y Maipo.

En este contexto, Chile recibió el Día Mundial del Agua con sequía, desertificación, con conflictos por el acceso al agua y la ausencia de voluntad política para abordar los cambios estructurales para asegurar el cuidado de nuestro principal bien común que es el agua y los glaciares y el derecho humano al agua y la seguridad hídrica a todos los chilenos.

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23 mar 2015

Israel elige a Netanyahu nuevamente ¿por qué?

El tema es un misterio para muchos. La campaña política de Benjamín Netanyahu ganó fuerza en el momento en que eliminó la posibilidad de la creación de un Estado palestino durante su mandato y continuar con los asentamientos judíos en las tierras ocupadas.

¿Por qué los israelíes apoyan nuevamente políticas que prometen fricciones de todo tipo, y que diluirán el carácter judío de un Estado que les ha costado tanto sudor y lágrimas  al convertirlo eventualmente en una cuestión inseparable de los millones de palestinos que viven en la ribera occidental y Gaza?

La respuesta se encuentra en los detalles de una adivinanza tan compleja que la dinámica de la democracia está casi inhabilitada para contenerla. De manera significativa, quizás, la campaña de Netanyahu ni siquiera se basó en la gran cuestión estratégica que se presenta ahora como habiendo decidido las elecciones; a su vez, la oposición se comprometió a enfrentar cuestiones económicas básicas, como el costo de la vida, y problemas como el serio problema habitacional que castiga a la sociedad y que tuvo en pie de guerra y protestas a miles de ciudadanos acampando en la ciudad de Tel Aviv y otras.

El resultado podría haber sido diferente bajo circunstancias que forzaran la cuestión palestina sobre la mesa. O si acaso las iniciativas de boicot internacional empiezan a pesar económicamente sobre un país que aprecia su alto nivel de vida, o si los europeos que constituyen el socio comercial más importante de Israel, se pusieran en las ‘coloradas’, o los EEUU intervinieran con proposiciones de paz que tuvieran un peso y significado real.

Otro elemento real de cambio sería si la oposición moderada se uniera en torno a un candidato realmente carismático después que una línea sucesiva de líderes no fueron percibidos por un sector importante del pueblo votante como alguien efectivo y decisivo para el desafío actual.Quizás el último de los líderes laboristas que logró un efecto importante y decisivo fue el entonces ex jefe militar Ehud Barak, quien triunfara en las elecciones de 1999.

Algunos elementos que a mi juicio podrían ayudar a explicar los resultados de la elección del martes 17 de marzo de 2015, en las cuales el partido Likud de Netanyahu (extrema derecha) ganara 30 de los 120 representantes del parlamento israelí, (Knesset) y partidos que están aparentemente dispuestos a apoyarlo en un futuro gobierno, ganaron 37 representantes más para una posible mayoría parlamentaria. ¡En total, 67 puestos!

La ribera occidental es valiosa, la región amenazante.

Son muy pocos los israelíes que consideran la ocupación de la zona como algo puramente nacionalista, egoísta o anti-palestina, aunque esa es la narrativa que tiene popularidad en la región y en el mundo. Desde una perspectiva palestina, ambas, la Ribera Occidental y la Franja de Gaza constituyen un quinto de la Palestina histórica, el mínimo común aceptable para aceptar formalmente la existencia de Israel.

Pero, lo que los israelíes ven es un límite pre-1967 que es básicamente una línea de cese de fuego de la guerra de 1948-49 que dio origen al país. Sin la Ribera Occidental, Israel es solamente cerca de 10 millas (15 kilómetros) de ancho en su punto más estrecho.  Dichas posiciones (tierras) tienen una altura estratégica y se extienden sobre ciudades israelíes; por ejemplo, en un día despejado son visibles desde las afueras de Tel Aviv y rodean a Jerusalén por tres costados. Los israelíes temen que si el ejército se retira, éste va a ser reemplazado no por palestinos moderados y pacíficos, sino que por las fuerzas amenazantes de Hamas, quien se apoderó de la Franja de Gaza poco después de que Israel se la entregara pacíficamente y a gran costo social y cultural, al gobierno de la Autoridad Palestina de Mahmoud Abbas in 2005.

El hecho de que los militantes del Estado Islámico amenazan ahora de manera sangrienta y criminal a toda la región y otras, no constituye precisamente una ayuda y fue explotado por Netanyahu durante una campaña propagandística en la que se mostró en un aviso televisivo, a dichos islamistas/terroristas,  avanzando sobre Jerusalén y a los “ingenuos izquierdistas israelíes”, mostrándoles el camino jugando el papel de poco menos que traidores.

La paz es incierta de cualquier manera.

Han sido muchas las oportunidades en que distintos gobiernos israelíes han ofrecido la creación de un Estado palestino a los residentes de Gaza y la Ribera Occidental. Un cuarto de siglo de negociaciones inútiles parecen emanar de la negación continua de Israel a aceptar el retorno de los refugiados palestinos y sus descendientes, quienes potencialmente son millones, y de la tremenda dificultad de compartir la ciudad de Jerusalén. La idea de que una zona limítrofe cruce por ella (con policías palestinos controlando las entradas a la Ciudad Vieja que está cercana a los bares, hoteles y restaurantes del centro de la ciudad) es sencillamente inaceptable para muchos israelíes.

Es porque muy pocos piensan que un acuerdo de paz sea posible, que la oposición simplemente evita el tema.  En caso de ser elegidos, es posible que ofrezcan algún tipo de concesiones.Por ejemplo, retiro unilateral de tropas de ciertas áreas; quizá presionar por un acuerdo interino que hoy en día los palestinos rehúsan considerar  y sin duda, una moratoria total a la construcción de asentamientos. Muchos israelíes se consuelan con las ‘islas’ de autonomía palestina que se establecieron en 1990 en la Ribera Occidental. Pero el tema es tan complicado, que han encontrado miles de dificultades para ‘marketear’ dichas posiciones.

La tribu como factor.

La fracturada política israelí deja poco espacio para la maniobra. Una mirada al mapa electoral muestra una proporción enorme del parlamento que prácticamente garantiza la tendencia hacia intereses sectarios y étnicos. Más de una tercera parte del nuevo parlamento, estará conformado por partidos que benefician a ciertos grupos y tienen una casi total garantía de votos que tiene muy poco que ver con la cuestión palestina: árabes israelíes, inmigrantes rusos, judíos sefaradíes de inclinación tradicionalista y diferentes colores de judíos religiosos de tendencias generalmente derechistas.

Incluso los partidos mayoritarios, que teóricamente representan una ideología, motivan también a grupos específicos. Esto es especialmente cierto del LIKUD, que tiene una base tremendamente leal entre la clase obrera israelí que desconfía de todo lo árabe y que tiende a ser fundamentalmente de línea dura. Resienten aún hoy en día, el ‘status quo’ izquierdista fundador del Estado moderno de Israel, por la recepción que les brindara como inmigrantes hace medio siglo atrás. Muchos de ellos, hablan del partido de derecha como su ‘hogar’, y que ‘está en nuestra sangre’ y por lo tanto, es inconcebible ‘traicionarlo’. Como si esto fuera poco, el sector religioso ortodoxo y ultra-ortodoxo, alineado con la derecha tiene el índice de natalidad más alto del país y por lo tanto, cuenta con una ‘cosecha’ de votos automática y creciente.

Rex Bibi.

Netanyahu, conocido popularmente como BIBI, es un político de campaña brillante que no solamente hace y dice lo necesario para ser elegido (como dos semanas antes de las elecciones decir que bajo su mandato jamás habría un Estado Palestino…) sino que además parece muy cómodo con tal predicamento. En la última semana, se percató de que la percepción de la victoria, en el fragmentado espacio político israelí, dependería más de su partido (LIKUD) que del bloque que lo apoyaba. Y sin dudarlo, se inclinó hacia la derecha, captando votos de su aliado nacionalista, el ‘Jewish Home’ (Hogar Judío).

Por lo tanto, el martes de las elecciones emitió advertencias pesimistas y atemorizantes acerca de que los ciudadanos árabes colmaban los lugares de votación, lo que escandalizó a muchos israelíes y fue tildado de racista. Unos cuantos días antes, había alarmado a la población en torno a una conspiración internacional dispuesta a “derribarlo”. (¡!)

Y como dije anteriormente, energizó a su base declarando que si era re-elegido, nunca permitiría la existencia de un Estado palestino, que ya no creía (de nuevo) en la solución de dos Estados independientes co-existentes en la región.  Con ello, ignoraba una declaración del 2009 en la que ya había revertido su posición anterior. Pero es tal el grado de cinismo existente en la política israelí, que muchos vieron estas ‘vueltas y revueltas de chaqueta’ como parte del quehacer del sport político del país.

También resultó efectiva la presencia bastante controversial de Netanyahu en el Capitolio de los EEUU (Congreso) dos semanas antes de las elecciones invitado por el partido republicano, en donde presentó su argumento (bastante cuestionado internacionalmente, incluso por personal del servicio de inteligencia israelí, la Mossad en sus aseveraciones) en contra del Presidente Barack Obama en torno a un acuerdo nuclear con Irán.

Mortificados y angustiados, la oposición israelí no pudo argumentar en contra de lo sustantivo del discurso – pero advirtieron que se venía una crisis considerable con los EEUU. La respuesta relativamente cortés y gélida de la administración Obama fue, al menos para los que apoyan a Netanyahu, otro signo de que tenía todo bajo control.

Pruebas al canto. A dos días después de ser elegido, sostuvo que lo habían mal interpretado, que todavía creía en la creación de un Estado palestino… ‘pero que aún no era el momento preciso’.El juego del cinismo político en su máxima expresión se ha hecho realidad una vez más.

Así las cosas, el presidente Obama lo llamó para felicitarlo por su triunfo electoral, pero la advirtió cautelosamente (por primera vez en la historia de la relación estrecha entre ambos países) que la administración revisaría su política en torno a Israel. Una situación nunca vivida desde la creación del Estado moderno de Israel. La tensión es evidente.

La situación es compleja y difícil. Se puede entender que Netanyahu haya jugado todas las cartas, limpias y sucias, para ser re elegido, pero lo que preocupa sin límite es el comportamiento de la mayoría del público votante israelí,  que se deja persuadir por un discurso racista, belicista y xenofóbico. Y la incapacidad de la izquierda opositora por convertirse en un camino viable, creíble y sostenible para toda la sociedad israelí. Triste e inaceptable.

Como decían por ahí hace unas cuantas décadas en otros lados del mundo, la lucha continúa.No queda otra. A revisar, a replantear, a enmendar rumbos, a aprender de los errores, es un desafío enorme para la izquierda y para los partidos políticos que comienzan a levantarse como opciones reales, como Meretz. Las perspectivas actuales son las peores.

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23 mar 2015

Ética nacional: un viaje doloroso de la República al mercado

Así es pues lector/lectora. El Golpe de Estado del 73 no fue una aventura militar más. Su objetivo general era liquidar el espíritu republicano, forjado lenta y difícilmente en mil batallas, y reinstalar el dominio oligárquico y conservador que se vio amenazado, primero por la “revolución en libertad” y después, por la “revolución con empanadas y vino tinto” .

El experimento neoliberal comenzado a fines de los setentas y comienzos de los ochenta en Chile ( casi al mismo tiempo que en EEUU con Reagan y en Inglaterra con madame Thatcher), – como expresión de una nueva fase del capitalismo, ahora financiarizado,implicó no solo  cambios muy  importantes en el plano de la economía, el trabajo  y el poder político, sino también, un desmadejamiento del tejido social-cultural  y una  modificación radical del vínculo  social o ethos republicano.

El objetivo era atomizar la sociedad, sus vínculos forjados, sus asociaciones, organizaciones de base, políticas y  no políticas. Desmadejar lazos introduciendo el miedo al otro: cualquiera podía ser un “upeliento”, un izquierdista o un soplón de los servicios de seguridad.  

Mejor entonces guardarse en casita, cerrar la boca  y trabajar no más.Privatizarse.Convertirse en un “idiota”, un ser a-político, como le llamaban los griegos. Asomarse a la plaza pública era demasiado peligroso. Privatizar al ciudadano, despolitizar,  introducir la sensación de inseguridad e inestabilidad cotidiana (en la calle, en el trabajo, en la vida social, en relación a sí mismo).Desconfianza.

Lo importante era, como lo dijo en alguna oportunidad Jaime Guzmán, que este pueblo nunca más pusiera esperanzas en un proyecto de cambios radicales. Y si ese pueblo insistía en  equivocarse, bueno entonces un  cerrojo: la Constitución del 80. 

Pero, para el logro de este objetivo no bastaba la represión o la pura ley.  El pueblo chileno tenía que dejar de ser ciudadano y pasar a ser consumidor endeudado. Pasar de una  conquista de su ciudadanía a ser sujeto billetera- consumidor. Para eso atomizar,  cada uno se salva (o se hunde)  como puede y carga con su culpa.

Nadie responde por nadie, salvo por sí mismo y sus más cercanos.  Para lo cual era preciso, al mismo tiempo, el desprestigio del Estado social, de lo público, de los bienes comunes. En sintonía con la derecha anglosajona de su tiempo que predicaba, como lo sostuvo la Sra.Thatcher,”la sociedad no existe”.  Solo hay individuos.

Las normas sociales y los valores más altos, justicia, dignidad, decencia, igualdad, fraternidad, desertan del  espacio en común. Lo que valdrá será  ganar, competir, emprender,  tener éxito, ser astuto, hacerse rico, famoso o poderoso.  Ser propietario.

Eso es tendencia. Vale lo privado.  “Ascender” en la escala social. La derecha cívico-militar se avino a impulsar y extender  -con éxito, hay que decirlo-, una ética de la competencia, de la eficiencia, del cálculo.

Basada en el leitmotiv muy bien expresado  por F. Hinkelammert: “yo vivo, si te derroto a ti”. Ser libre es tener la libertad para derrotar al otro, y esto en los más diversos planos (desde lo empresarial hasta lo académico). Liquidación de un ethos republicano, imposición de uno mercantil entonces.

Pero el imperio generalizado del mercado capitalista no es algo baladí. De un modo u otro transforma todo lo que toca en mercancía, es decir, en valor de cambio. Y ello afecta incluso la personalidad: usted vale si tiene éxito, si puede “venderse” de manera adecuada al poder o al dinero.

Y esto tiene consecuencias. Si como dice en algún lugar E.Fromm,“las vicisitudes del mercado son los jueces que deciden el valor de cada uno, se destruye el sentido de la dignidad y del orgullo”. Y de la decencia habría que agregar.

Quizá esto es lo que estamos observando con los casos reiterados de corrupción privado-pública en el país: impunidad, fraude al fisco, tráfico de influencias, cohecho, pillaje, pero también, pensiones indignas, salud indigna, casos Penta,  Soquimich,  Caval, y un largo etc.

No podemos olvidar que el  mercado genera únicamente bienes y servicios, pero que lo hace impulsando la desigualdad y una “sociedad de lobos”.  Esta fue una singularidad de la dictadura militar alentada y apoyada por la derecha de aquí y de fuera: no solo se trató de un cambio en lo económico, sino a través suyo, de un proyecto ético-político e ideológico también. Frente a todo lo cual nos queda  resistir desde una ética del sujeto que se mueva en base a otro norte: “yo vivo, si  tú vives”.

Pero, para esto, se necesitaría  primero,  un reconocimiento de la prioridad ontológica de la sociedad sobre el individuo  y segundo, una intervención sistemática en los mercados.

Solo de esta manera, al parecer, el aclamar  valores como igualdad, fraternidad o libertad,  sería algo más que pura retórica vacía.   Por cierto, lector/lectora, una tarea nada evidente ni obvia.

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22 mar 2015

La “arista” Soquimich

La evolución del caso Penta, que mantiene en prisión preventiva a los principales controladores de ese enorme conglomerado económico, cuyos activos, según el periódico inglés The Guardián, alcanzan a varios miles de millones de dólares, ha instalado en el centro de la atención pública la llamada arista SQM, en referencia a esa también gigantesca empresa de la minería no metálica de nuestro país.

En este nuevo incidente, lo que se agrega a lo ya sabido, sería que la entrega de boletas “ideológicamente falsas” para el financiamiento irregular de campañas electorales no sólo habría ocurrido, como en la situación del grupo económico Penta, con candidaturas casi exclusivamente de la UDI sino que, se dice y se comenta insistentemente, involucrarían al conjunto del sistema político del país.

Este último aspecto, se ratifique o no en los próximos días, se ha constituido en una certeza para amplios sectores de la ciudadanía. Ya no se trata de una sospecha sino que para muchos de una realidad incuestionable. A través de esta percepción, en muchas personas, adquiere veracidad esa ya antigua idea que en política “todos roban”.

Por esta razón, como se resuelva el litigio establecido entre el Ministerio Público, el Servicio de Impuestos Internos y el Tribunal Constitucional adquiere trascendente importancia. Se trata, ni más ni menos, de la credibilidad de la institucionalidad democrática y de su capacidad para hacer valer el principio de igualdad ante la ley, el que constituye la base de la legitimidad de la gobernabilidad democrática. No se puede tapar el sol con un dedo.

Lo que se juega es la dignidad y la respetabilidad de la política. Y sin política digna, robusta, confiable, la propia estabilidad del Estado y la correcta marcha del país se ven afectadas muy severamente. Entre bambalinas se da el paradojal argumento de que sí tantos son los afectados como son los rumores que circulan, poco menos que se produciría un terremoto político. Los más alarmistas predicen una “hecatombe”, sin indicar ni menos precisar cuál sería aquella.

Sin embargo, esas abultadas predicciones se desvían del tema de fondo, que surge de la inequívoca realidad de que en democracia no se puede ocultar ni escamotear a la ciudadanía, ni la información ni la verdad, sobre una situación de tan grande trascendencia. Por eso, no estamos ante un caso más; de lo que se trata es que el sistema político tenga el coraje necesario para enfrentar la situación. Aquel o aquellos que incurrieron en malas prácticas deben asumir su responsabilidad y las sanciones que los Tribunales indiquen.

La lucha contra la desigualdad, por una sociedad que disfrute de grados crecientes de justicia social y progreso económico, que afiancen la paz social y la gobernabilidad democrática requiere poner término y disolver drásticamente la cohabitación de política y negocios, de modo que exista plena garantía que aquellas malas prácticas no tendrán cabida y serán enérgicamente sancionadas.

La fortaleza del Estado así lo demanda. Hoy, la alternativa no es intentar ocultar lo que es imposible esconder, por el contrario, sabido lo que se tenga que saber, el país sacara las lecciones que se desprendan y retomará su marcha como es debido.

La transparencia será un impulso y no un retroceso. Los males de la democracia se sanan con más democracia.

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22 mar 2015

Penta-Ética ¿crisis o destape?

No sólo Penta, antes MOP-Gate, Cascadas, SQM, colusiones varias, farmacias, pollos, aranceles profesionales, La Polar, Dávalos, conflictos de interés generalizados entre la industria y los profesionales, coimas, sobornos, acosos sexuales y laborales, chantajes, venta de Chile particularmente de las empresas estatales, los caminos, las aguas, los servicios, las costas para pesca, nepotismo hasta en las becas de especialidades médicas, filtraciones de preguntas de las pruebas nacionales, no-emisión o no exigencia de boletas etc., etc., etc.

No es una crisis, es la forma habitual de ser de un país que reemplazó una ética profesional de corte helénico-judeo-cristiano-occidental equitativa y solidaria por una ética pseudo (falsa) liberal o neoliberal, que si optimiza el lucro monetario es bueno y si no es malo. En la falsedad estuvo el talón de Aquiles.

Es falsa neoliberal porque Chile desde su fundación estuvo en manos de una oligarquía ramplona, con poca imaginación, con una sed de ganancias monetarias y de manejo de poder insaciable.  Esta oligarquía, además, se ha mantenido cruzándose hasta donde ha podido con los inmigrantes caucásicos exitosos y ha huido de las mezclas con indios y negros (en 1750 cerca de un 10% de la población chilena era africana). 

Se consolidó un gueto socio-etno-económico-cultural, con cultura europeizante o estadounidennse.  Por otra parte se consolidó el peonaje, inquilinaje, trabajador manual, artesanal, obrero, empleado con mezcla de hasta 50% de amerindio y cerca de 5% de negro, con la cultura amerindia aprendida de la madre amerindia con privación cultural, monetaria, de poder, de redes sociales.

En medio una clase media con 20% de mezcla amerindia y 3% africana, constituida por los profesionales que trajo el progreso educacional de fines del siglo XIX y XX pero cuya posición en general fue la del capataz, intermediario favorable al estrato alto, el funcionario público y uno que otro se configuró como líder de movimientos “revolucionarios” formados por esta clase media más libertaria.

Los grandes esfuerzos por hacer de Chile una República, liberada de esa oligarquía fracasaron. O’Higgins fue obligado a abdicar y retirarse al Perú, desde donde nunca la oligarquía lo trajo. Muere y no quiere ser enterrado con los atuendos presidenciales o militares como le correspondía sino con un humilde sayal de hermano pobre franciscano.

Balmaceda, siendo aristócrata quiere poner el salitre al servicio del país, pero la oligarquía se alía con los capitales ingleses y desde el Norte le da un golpe militar y lo obligan a suicidarse en la Embajada Argentina. Allende quiere hacer lo mismo terminar las nacionalizaciones, reforma agraria, revolución en libertad, iniciadas por Frei Montalva, la oligarquía se alía con la CIA y USA y las fuerzas armadas chilenas y le dan un Golpe Militar obligándolo a suicidarse en La Moneda.

La oligarquía chilena miró a Chile como su fundo en el cual hacía y deshacía incluido el derecho a pernada (posesión sexual de las mujeres del fundo, actualmente chantaje sexual laboral). Esto se debe a que deriva del conservadurismo católico español donde no hubo reforma religiosa, ni tecnológica, ni social (como la Revolución Francesa). Entonces, Chile se convirtió en una colonia feudal hasta la fecha. Si se examinan las relaciones de poder empresario-trabajador están más cerca de ese sistema que de un capitalismo contemporáneo. Pueyrredón le recomienda a San Martín que no se haga cargo de Chile porque esta es una colonia gobernada por una aristocracia sin contrapeso popular que no ha salido del feudalismo.

Esta oligarquía emprende la aniquilación de la Unidad Popular y fuerzas progresistas con cerca de 3.000 detenidos desaparecidos, 30.000 exonerados, torturados, vejados, humillados, 300.000 exiliados para que no haya ningún poder que se oponga al robo o expropiación de bienes que tanto sudor y lágrimas le habían costado al pueblo de Chile, durante varios siglos. 

Caminos, puentes, cientos de empresas del Estado, servicios varios, aguas, fundos reformados pasados a manos de los campesinos; ahora vuelven a sus manos en “revancha”, el aniquilamiento para cobrar “botín de guerra”. Destrucción de los Sistema de Salud y de Educación para construir el mercado lucrativo educacional y de las empresas de Salud. Destrucción de todo poder que pudiese impedir el apoderamiento y lucro pecuniario sin límites de la inversión empresarial.

Un poder que no podían destruir era el ético que nace del control ético de la actividad profesional y de los oficios, es decir la ética profesional y de oficios en Chile. El neoliberalismo Friedmaniano plantea que la única ética de la empresa es la optimización de la ganancia, toda otra ética competitiva con esta debe desaparecer.

La ocurrencia macabra estaba en las manos de la Dictadura Militar, prohibir la aplicación de toda ética en Chile impidiendo la tuición ética profesional de los Colegios Profesionales.Pero así sonaba macabro, entonces los ideólogos fueron arteros, protervos, e idearon algo que no sonaba tan macabro pero era mucho peor, transformaron los colegios profesionales en meras asociaciones gremiales sin tuición ética de profesiones y oficios.

Chile es el único país del mundo y es posible que en toda la historia de la humanidad que ha prohibido la Ética por la Constitución y las leyes. Un contador le habría dicho a los Pentaicos (o coludidos, o La-Poláricos o etc.) que no puede emitir boletas falsas, o repactar la deuda sin consentimiento del deudor, porque no podría seguir ejerciendo su profesión en Chile. Pero en este caso, al no haber ética por ley, el que tendría que haberse ido de la empresa era el contador ético. En Chile la ética profesional se ha reemplazado por la anti-ética empresarial.

¿Qué se esperaba? Se sembraron temblores de corrupción y se han cosechado terremotos y tsunamis de descomposición moral de Chile. Es un destape de la olla que hierve en putrefacción moral, no es una crisis. Se necesita refundar Chile.

La oligarquía se confió al creer que todavía tenía un fundo y que la plata arregla todo, todo funcionario fiscal tenía su precio. Al parecer han cambiado las cosas, ya no tienen todo el mango de la sartén, no somos meramente peones de fundo y Chile empieza lentamente a recuperar algunas funciones verdaderamente demócratas y republicanas.

Una solución está a la mano, recuperar la tuición ética profesional, proyecto de ley enviado hace más de 6 años, que duerme un sueño profundo en el Parlamento, una muestra más de esta descomposición moral.

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22 mar 2015

Trampas para ganar más dinero

Todos aquellos que estaban situados en las cúpulas de los poderes políticos y económicos, por muchos años “vendían la pomada” de que Chile era un país serio y que la corrupción que se conocía en los otros países, aquí no existía y se vanagloriaban  que funcionaban al dedillo las instituciones para garantizar el Estado de Derecho. Quien escribe esta columna nunca ha estado de acuerdo con lo que ellos han pregonado porque conoce muy bien la hipocresía chilensis y si se revisan las columnas publicadas por el suscripto en este medio se podrá constatar lo aseverado.

Ahora bien, en la Ordenanza General de Urbanismo y Construcciones (OGUC), de acuerdo a sus condiciones y estándares de diseño, se clasifican las distintas vialidades que son las siguientes en orden de mayor a menor jerarquía: expresas, troncales, colectoras, de servicio, locales y pasajes, todas bienes nacionales de uso público.

Los pasajes están destinados a la circulación de peatones y a eventuales tránsitos de vehículos y este tipo de vías tienen un ancho que fluctúa entre los 11 y 8 metros, medidos entre líneas oficiales, señalándose que sobre ellos, por razones de fácil entendimiento, se pueden construir edificaciones habitaciones de hasta 3 pisos. Conocemos muchos casos en que esta clarísima normativa ha sido sobrepasada por inmobiliarias bien relacionadas con aquellos que, en vez de fiscalizar, son simples comparsas de quienes se dedican a explotar el recurso suelo urbano.

A continuación damos a conocer tres situaciones, de las innumerables que se conocen.

1.- Hemos denunciado con bastante publicidad, y es más, también en el Ministerio Público, cómo en el pasaje sin salida denominado oficialmente callejón Massmann, con un ancho de 10 metros entre líneas oficiales y con una reducida calzada en la ciudad de Temuco se ha construido un edificio habitacional de 12 pisos, es decir, vulnerándose la disposición reglamentaria antes señalada.

Esta ilegalidad se le informó a Magdalena Matte, cuando ella ejercía el cargo de ministra de Vivienda y Urbanismo, pero el poder fáctico del influyente inversionista fue más fuerte y la Fiscalía Regional de Temuco no tuvo mayor interés en indagar lo acontecido y por ello el edificio está allí erguido por la fuerza de los hechos consumados.

2.- La Dirección de Obras de la Municipalidad de Valdivia, muy suelta de cuerpo, autorizó recientemente un permiso de edificación para que en un pequeño terreno de 400 m2 que enfrenta el angosto pasaje Los Temos, en la isla Teja, de esa hermosa ciudad, se levante un edificio habitacional de 5 y 6 pisos; como vemos, nuevamente intentándose violar la norma urbanística de alcance nacional. Este pasaje tiene una calzada de escasos 3,5 metros y la inmobiliaria que logró obtener el permiso todavía no inicia las faenas porque los vecinos, bien informados, interpusieron un recurso de protección en la Corte de Apelaciones de esa ciudad.

3.- Sobre un pasaje sin salida, en el sector de Santa Inés, en la ciudad de Viña del Mar, vía que tiene 10 metros entre líneas oficiales y que cuenta con una calzada de 5 metros, la Dirección de Obras Municipales sobrepasando sus atribuciones, se tomó la libertad de autorizar en septiembre del año 2014 la construcción de un edificio de 20 pisos en un lote resultante de una fusión de dos de ellos, los cuales a su vez eran producto de una subdivisión anterior, ardid generalmente utilizado por la industria de la construcción para obtener así los beneficios de mayor coeficiente de constructibilidad, conforme al artículo 63º de la Ley General de Urbanismo y Construcciones.Los vecinos perjudicados recurrieron a la Corte de Apelaciones de Valparaíso, la que admitió a tramitación la acción judicial.

Nos ha llamado la atención que la alcaldesa Reginato de Viña del Mar, posiblemente azuzada por sus técnicos inmobiliarios, hace un par de años había resuelto en una modificación al Plan Regulador Comunal (PRC) que en “todas las vías públicas existentes de la comuna con tránsito vehicular, que tengan un ancho entre líneas oficiales de menos de 12 metros y hasta 8 metros o aquellas cuya calzada no sea inferior a 6 metros, serán clasificadas como vías locales”, asimilación errónea que transforma, a través de un simple acto administrativo como son los decretos alcaldicios, a los pasajes en vías de mayor rango, como son las vialidades locales las que, entre otras cosas, permiten estacionamiento de vehículos en sus calzadas y la distancia entre líneas oficiales no es inferior a 11 metros con un ancho mínimo de calzada de 7 metros.

Debemos tener presente que la OGUC y sus cambios se originan en Decretos Supremos firmados por el presidente de la República, en conjunto con el ministro de Vivienda y Urbanismo, de tal forma que un PRC no puede ir contra la OGUC. La insensata decisión municipal se produjo porque la Contraloría General de la República (CGR) no tomó razón del cambio en el PRC de Viña del Mar por el simple motivo de que la débil institucionalidad ha dispuesto que este tipo de modificaciones en los PRC de ciudades adscritas a un Plan Regulador Intercomunal (PRI) no van al control de legalidad en la CGR. En la especie, el PRI respectivo se denomina PREMVAL .

En resumen, el primer caso irregular ya se consolidó y el segundo y tercero, por iniciativas ciudadanas, están radicados en los tribunales de justicia esperándose que éstos corroboren que en los pasajes no se pueden construir edificaciones habitacionales de alta densidad, las que, como es lógico, si se siguen convalidando los abusos, continuarán generando excelentes e indebidos mayores lucros a los titulares de este tipo de negocios.

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21 mar 2015

Nos secuestraron la democracia

Nos secuestraron la democracia, nos dejaron desnudos.

Oficialismo y oposición nos mostraron con exuberancia los últimos días que pueden paralizar la Justicia, seguir dictando leyes amañadas a favor de los grandes grupos económicos o cometer cualquier exceso mancomunado para silenciar los casos Penta, Soquimich o Alsacia.

Nos confesaron que son un grupo de interés, más que rivales políticos. Dispuestos a repartirse los derechos humanos o los recursos naturales como un mero botín, a veces.

Las operaciones en curso en Impuestos Internos y el Tribunal Constitucional son sencillamente brutales, de profundas convicciones antidemocráticas.

Muestran que la actual élite política está dispuesta a debilitar las propias instituciones que la albergan, con tal de retener su poder duopólico.

Como es sabido, Impuestos Internos ha demorado la investigación en Soquimich y ha abierto paralelamente espacios administrativos para que miles de operaciones sospechosas sean blanquedas, bajo secreto tributario. El Tribunal Constitucional, con el voto de un juez que meses atrás suplicaba fondos a Penta, quiso suspender la investigación de la Fiscalía contra Soquimich.

El poder está desnudo. Camina con sus miserias ante los ojos de la ciudadanía, también desnuda, pero en su soberanía.

Pero este camino hacia el silencio probablemente no ha terminado y tendrá más aristas, como suelen decir hoy. Por un lado, saldrán por un tiempo de la escena pública los políticos más complicados con las investigaciones, como el diputado UDI, Ernesto Silva. Por otro, comenzarán pronto las conversaciones para la designación del futuro fiscal nacional, alguien que La Moneda y el Senado escogerán cuidadosamente entre los suyos.

De hecho, no deja de ser inquietante que el futuro jefe del Ministerio Público deba ser ratificado en diciembre por los mismos que deben ser investigados por él.¿Cuántos otros chilenos pueden tener ese “derecho”?

El poder está desnudo, en toda su brutalidad. Por ello, no hay reparos para nombrar a una ex abogada de Pinochet y Colonia Dignidad en el Consejo Asesor Anticorrupción o a la senadora Jacqueline Van Rysselberghe en la Comisión de Derechos Humanos de la Cámara Alta.

Ya nos notificaron que no hay pudores y que han entendido que esta institucionalidad autoritaria los protege. Y que están dispuestos a usarla abusivamente. Por eso, ¿hoy a quién le interesa la Asamblea Constituyente en los pasillos de La Moneda o el Congreso?

A muy pocos seguramente, porque acaban de entender que esta institucionalidad los ampara de sus excesos, excluyendo sistemáticamente a la ciudadanía.

Sin embargo, todo silencio tiene su momento de fin. Sucedió con los crímenes de la dictadura, con los escándalos del pasado reciente.

Y probablemente ocurrirá nuevamente, como sucedió con Pinochet, si finalmente las autoridades estadounidenses inician una investigación sobre las malas prácticas políticas de las empresas chilenas que cotizan en la bolsa de Nueva York, entre ellas Soquimich y el Banco de Chile.

Pero lo importante y necesario sería que esa verdad saliera a flote -con todas sus miserias- porque la presión ciudadana lo obliga.

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21 mar 2015

Las etapas del proceso constituyente

Una nueva Constitución significa contar un nuevo contrato entre los chilenos que debe dar cuenta del tipo de sociedad que queremos a través de un proceso legítimo, haciéndose cargo de las aspiraciones y las diversas visiones de forma inclusiva.

Para ello, hay que reconocer y entender que el ordenamiento constitucional actual no se hizo pensando en que hubiera espacio para uno nuevo dado que no contempla la posibilidad de que el titular de la potestad constituyente originario, es decir el pueblo, pueda darse un nuevo ordenamiento y adolece por ende, de un problema de fondo.

Esta decisión de desconocer y negarle al soberano  el derecho de darse un nuevo ordenamiento si así lo estima, es una opción doctrinaria y políticamente inviable y además, insostenible. El asunto es muy sencillo, tienen que existir formas de ejercicio de la potestad constituyente porque si el pueblo quiere darse una nueva Constitución, no puede haber impedimento para ello.

En consecuencia, si no hay norma, debe crearse y no corresponde escudarse en la inexistencia de mecanismo institucional para negarle al pueblo el ejercicio de una prerrogativa que le es exclusiva, de  lo contrario, estamos asumiendo que el ordenamiento constitucional es más que el pueblo. Este es el predicamento basal de la Constitución de 1980.

En la anterior elección presidencial, la ciudadanía supo que la Nueva Mayoría impulsaría un proceso constituyente y respaldó esta definición, sin embargo, quedan muchas cosas por resolver, sobre todo el modo en que este proceso se llevará a cabo.

Para ello, lo que debemos tener muy claro es que en tanto no exista una normativa generadora de una nueva constitución, hay dos alternativas gruesas: convocar la potestad constituyente originaria o que ella la derive por decisión propia. El único que puede decidir entre una y otra es la ciudadanía convocada para ese efecto a través de plebiscito.

En cualquiera de las dos alternativas, la materialización del proceso constituyente debe pasar por tres etapas

Etapa 1. Determinación del mecanismo principal de generación de nueva constitución. Esta etapa se define como aquella que solicita al pueblo que decida cuál será el órgano que exprese la potestad constituyente. Esto puede ser básicamente de tres formas debiendo los ciudadanos votar por una de ella:

1. Asamblea Constituyente, potestad constituyente originaria.

2. Congreso, potestad constituyente derivada.

3. Híbrido, una alternativa conjugada de los anteriores.

Para que esto pueda ocurrir, se requiere de una reforma constitucional que le permite al Presidente convocar a plebiscito por cuanto la Constitución actual niega esa posibilidad por la forma totalmente restringida en que permite plebiscitos. Cualquier otro medio de decisión, como un Decreto, una ley, etc. resolvería el dilema prescindiendo de la única opinión que tiene el peso material y jurídico incontrarrestable para ello, la de los ciudadanos.

Etapa 2. Realización del proceso constituyente. Esta etapa realiza el debate constitucional conforme a un Reglamento con plazos definidos previamente. La constitución imperante continúa vigente y no existe vacío de normas. La etapa termina con una propuesta de texto constitucional nuevo.

Como no existe una normativa general del proceso constituyente, por las razones señaladas precedentemente, cualquiera sea el órgano constituyente que el pueblo escoja, requiere que se definan algunas cosas por ley y de modo previo.

Estas son, entre otras, número y requisitos de los delegados constituyentes, en cuanto a la Asamblea Constituyente. En el caso del debate en el Congreso, se requiere saber las normas de tramitación y procedimiento de una nueva constitución, entre otras materias.

Para avanzar en esta etapa, es importante contar con un equipo de apoyo, en cualquiera de los casos, que permita actuar como garante del buen funcionamiento de este proceso.Básicamente se trata de contar con un Reglamento y velar por su correcta aplicación e interpretación.

Etapa 3.  Referéndum. El hecho fundamental es que el pueblo debe pronunciarse sobre el texto. Esto puede ser de dos formas:  Votando sí o no al texto en su totalidad o,sometiendo algunas cosas, sea por complejidad o por falta de consenso, a la votación popular y su veredicto definitivo.

Propuesta

Para que ocurra lo anterior y no negarle al pueblo una prerrogativa exclusiva, es preciso:

Reformar la Constitución facultando al Presidente para convocar a plebiscito.Esta reforma debe ser redactada de manera amplia para permitir que el soberano pueda decidir tanto el órgano constituyente (etapa 1), como pronunciarse sobre el texto propuesto por dicho órgano (etapa 3). Esto implica modificar el art. 32° de la Constitución de 1980.

Legislar una norma sobre el proceso constituyente que establezca las reglas generales para llevar a cabo dicho proceso en cualquier de sus variables (etapa 2). Debe ser una Ley Constituyente y no una norma constitucional. Incluso esta norma puede ser delegada en virtud de lo establecido en el art. 63 N°20 y art. 64. De cualquier forma, podría tramitarse hoy mismo y debe apoyarse en la potestad reglamentaria del Presidente para efectos de crear Reglamentos Constitucionales en apoyo a esta Ley Constituyente.

El funcionamiento del órgano constituyente no tiene por qué ser químicamente puro y puede perfectamente crearse una serie de instancias o instrumentos que flexibilice el funcionamiento del órgano constituyente y no por ello lo desnaturaliza. La Ley Constituyente  puede ofrecer estas alternativas y normar su uso.

Esto garantiza el cumplimiento de los rasgos participativo, democrático e institucional establecidos en el Programa de la Nueva Mayoría que fueron ampliamente respaldados. Así, por ejemplo, se pueden realizar Cabildos regionales, debates parlamentarios ampliados, constituir equipos de expertos en ciertas materias para acelerar la formulación de propuestas, etc.

Por último, es importante considerar que el proceso constituyente debe ser un tema de masas, que moviliza y convoca. Esta dinámica es fundamental para alcanzar una nueva Constitución legitimada y por ende, puede ser relevante establecer ciertos mínimos de participación.

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21 mar 2015

Por Chile, ética personal y colectiva

No es la primera vez que hablamos de la ética necesaria para que el país compatibilice su crecimiento económico con el desarrollo intelectual, emocional y de conductas y comportamientos éticos.

Los hechos conocidos en las últimas semanas acrecientan nuestra preocupación por la continuidad republicana y el buen funcionamiento de las Instituciones. No estoy mencionando términos de tristes presentimientos pero estoy precisando que lo sucedido es lo más grave que le ha pasado a Chile además de la reciente Dictadura, de las guerras y las catástrofes naturales, salvo un elemento muy preocupante.

Es la desaprensión de muchos chilenos que pasivamente creen  que todo se va a arreglar con algunas leyes, decretos e investigaciones, que resolverán lo pasado y algunas medidas para prevenir  el futuro. Todo en un tono menor, casi con miedo de nombrar personas y hechos y abordar el fondo del tema como una tertulia de club.-

Por desgracia no es así. Es el mayor ataque a la ética Republicana en nuestra vida independiente. Es destruir la base política y ética del Ejecutivo, del Legislativo y empresariado de un capitalismo, elevado en los últimos 50 años, a la categoría de religión.Tal vez la única imagen comparable es la versión bíblica del Vellocinio de Oro que enardeció a Moisés.

En el nombre de la conciencia colectiva abramos los ojos y comprendamos la gravedad de lo sucedido tanto en la profundidad como en la extensión con que ha afectado al país.

¿Hemos reparado en su extensión y volumen?

¿Hemos constatado las áreas afectadas? Es más corto nombrar las que no están destruidas en su Alma Mater, enumerar las que han sido golpeada por esta epidemia. Las conocemos y ni vale la pena contarlas.

¿Es el remedo de los años 1.000? ¿Es el exceso de dinero que mata como una droga?¿O es el capitalismo que nos despoja de toda virtud?

Tal vez varias o todas juntas  como razones de los sucedido ¿es inadecuado decirlo así porque produce miedo? Creo que no, porque también hay que encarar la verdad no para asustar sino para concientizar y presionar para cambiar el modelo de vida, la razón del trabajo, la relación entre los hombres y sus comunidades hasta que se entremezclen los justos para vencer a los que sólo tienen monedas en las pupilas o ambiciones desmedidas.

Desde la Escuela de la Universidad para educar desde la infancia hasta la adultez.

De la Educación a la Salud que son de capital de los que no tienen dinero.

Desde el gran negocio hasta la vida del más pobre, porque es la ética la que respalda y sostiene las conductas.

Desde hoy y para siempre requerimos entereza, modestia, misericordia, y honor al trabajo limpio y gratitud con el que así conducen.

Honor al honrado.

Gratitud al que ejemplariza a la juventud.

Chile necesita este llamado y la sanción moral a los que nos envilecen.

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