12 abr 2015

Lo que Caval no nos debe arrancar: terminar con la desigualdad

El gobierno de la Presidenta Bachelet asumió, en medio de las esperanzas de que se empezarían a reducir las brechas de desigualdad existentes, las que se habían generado producto de la forma en que habíamos ido construyendo el país y de la cual no éramos ajenos: la inacción y el dejar hacer.

Nos cobró la cuenta el no jugarnos frente al poder y los poderosos y no darnos cuenta de que el crecimiento económico se producía, dejando fuera principios éticos y valores. El éxito, en base a la acumulación de la riqueza, era el factor que anulaba cualquier crítica e- incluso- algunos “estudios”  nos decían que este era un país feliz.

La farándula televisiva, radial y escrita nos adormeció; sus escándalos eran los temas de los trabajadores, de las dueñas de casa y de los jóvenes. La especulación comercial y financiera se celebraban, la población se endeudaba, el ingreso per cápita se disparaba, el carnaval se eternizaba y si en medio aparecía una crisis, la calle disfrazaba la cesantía, la cual empezó a cobrar importancia y pasó a jugar un rol no menor.

El régimen social y económico, heredado de la dictadura, fue aceptado y profundizado por la democracia. La frase de Pinochet “hay que cuidar a los ricos” se transformó en oración de culto y, en medio de la fiesta, los grandes empresarios empezaron a amar a los presidentes… y ojo que nunca sus amores han sido desinteresados. Allí no tiene lugar el amor cristiano.

De pronto, los estudiantes –y no era la primera vez en nuestra historia- sin aviso previo levantaron sus voces contra tanta falsa perfección y empezaron a demostrar que “el rey iba desnudo”; la población se sacudió de su adormecimiento y empezó a pensar, incómodo ejercicio, que las cosas no estaban tan bien y que existía  desigualdad. La gente se empezó a sentir abusada y se percató de que estábamos viviendo en una burbuja, con una mala educación, una precaria salud, con más trabajos precarios que decentes. Una sociedad en la que la drogadicción iba de la mano con el aumento de la delincuencia. Un cambio verdadero era necesario.

La Presidenta Michelle Bachelet representó la posibilidad de revertir esta situación y la mayoría ciudadana apoyó su programa de gobierno. Ello, a pesar de que la mayoría de la población era y es desconfiada de la política. Aunque, seamos sinceros, el principal objetivo del sistema que nos gobierna es justamente ése, que no exista cultura política, que las masas ciudadanas estén ausentes del debate y que dejen sus destinos en manos de los iluminados, los mismos de siempre, ya que supuestamente sólo ellos saben lo que es bueno para el país.

Los desafortunados hechos  recientes, en especial el que más nos duele, el caso Caval, y que afecta la figura de la Presidenta, nos ha hecho pensar cuán peligroso es que la familia no comparta valores comunes y que, cuando alguno de ellos falla, el resto tenga que pagar un alto precio. Pero, lo más peligroso, es que esta situación está sirviendo para que los partidarios de mantener este tipo de sociedad, con todas las injusticias mencionadas, estén poniendo como condición, para la estabilidad política del país, el que se renuncie a las reformas, indispensables para el verdadero crecimiento de Chile.

La Presidenta superará este mal momento, su calidad humana y experiencia política nos conducirá a buen puerto haciendo caso omiso a los cantos de sirena de volver a reinsertar en el poder, precisamente, a los que nos condujeron a este deterioro nacional. Sus jóvenes colaboradores hanaprendido una dura lección y la recuperación de las confianzas sólo podrán lograrla insertándose en el pueblo, siendo parte de el, ya que al final de cuentas el verdadero poder reside en su soberanía.

Las instituciones deben funcionar, es la base de la democracia, y frente a cualquier situación es necesario tener presente que el compromiso con el presente y el futuro descansa en el cumplimiento del programa de gobierno, que algunos quisieran olvidar.

La Presidenta está frente a una coyuntura histórica, que la deja con el desafío de salir de esta circunstancia colocando su sello personal o ser una gobernante más.  Y no fue eso lo que el pueblo expresó,cuando la eligió como la conductora del país.

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12 abr 2015

Innovación, el antioxidante de las empresas exitosas

Es cierto que a veces las comparaciones pueden resultar odiosas pero no por ello, dejan de graficar realidades. Un caso, es la proporción inversa entre el aumento de la esperanza de vida de las personas versus la esperanza de vida de las empresas.

En Chile, en las últimas décadas, la esperanza de vida se elevó a 83 años, es decir, aproximadamente, 25 más respecto de los años 50. Diversos son los factores que lo explican, entre ellos, una buena alimentación que incluye una dieta  rica en vitaminas, minerales y antioxidantes.

Y esos factores que aumentan la esperanza de vida en las personas, en el mundo empresarial se llaman innovación. Sin embargo, contrariamente a lo que pasa con las expectativas de vida de las personas, la esperanza de vida de las empresas empieza a reducirse y  la tasa de mortalidad va en aumento.

En el escenario de la Globalización, cada vez resulta más difícil mantenerse competitivo y en posición de liderazgo en cualquier industria. Uno de los motivos puede ser la tecnología. Esta produce cambios drásticos en los mercados, que cambian las prácticas de los consumidores y las empresas que nos están atentas  mueren. Un ejemplo, de aquello ha sido grandes empresas como Kodak, Blockbuster, etc.

En ese contexto, este antioxidante llamado innovación se torna imprescindible en la gestión empresarial y está en el ADN de las empresas exitosas. Es la principal fuente de ventajas competitivas, es lo que las mantiene fuertes y vigorosas en mercados exigentes, tremendamente competitivos y cambiantes.

No obstante, mucho se habla sobre innovación y poco se hace. Sólo un dato: en Chile, solo el 25% de los productos llega al mercado; el 75% restante muere en el intento.

Entonces, cabe preguntarse, ¿qué está pasando con nuestras empresas que no se atreven a innovar?, ¿existe temor de innovar? Puede que algo de eso halla. La innovación se relaciona con lo nuevo y lo nuevo, en ocasiones, causa incertidumbre.

Asumir desafíos y enfrentar riesgos, desafiando el status quo es lo que empuja el  proceso de innovación. No ocurre de la noche a la mañana, es un proceso, una disciplina en la cual, el fallo es el copiloto: fallar es el alimento de la innovación ya que genera aprendizaje.

No existen recetas para el éxito, pero las empresas exitosas son las que asumen desafíos, enfrentan riesgos, trabajan en equipo, reconocen sus límites, piden ayuda, convierten sus temores en motivaciones y buscan obsesivamente oportunidades, siempre con la mirada y los sentidos focalizados en los clientes.

En este sentido muchas empresas no llegan a buen puerto  y mueren porque se enamoran de sus productos y servicios. Cuando esto sucede se dan cuenta que no venden lo suficiente, ofrecen productos y servicios que nadie quiere comprar, instalando la ansiedad y el desconcierto en la gestión empresarial, comenzando así el análisis que produce parálisis.

Está claro entonces, que el llamado es a estar atento,  a mirar el mercado, a dejar de vender y comenzar a escuchar a los clientes y observar sus comportamientos, de manera de centrarse en los problemas de éstos. Solo así podrán elaborar una oferta (productos y servicios) que se adapte a sus necesidades, a sus conductas, que les agregue valor y les solucione problemas.

Evitar distracciones y focalizar los esfuerzos en las áreas de los negocios más rentables, resulta prioritario. Imponerse objetivos y establecer mecanismos de medición de los mismos, jerarquizar acciones que tengan valor para los clientes, generar espacios para nuevas conversaciones en el equipo, explorar y experimentar más, mejorar productos y procesos continuamente, son la pauta a seguir.

Lo anterior son algunas ideas. No obstante las ideas necesitan dirección para que se genere innovación con impacto económico  y competencia para poner en marcha la solución.

Pero, como sabemos que no existen recetas para el éxito. ¿Tú  tienes la tuya?

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12 abr 2015

Procedimiento policial en EEUU vs Chile

El año pasado presencié por casualidad un procedimiento policial en Washington D.C. Un par de policías detenían a una mujer afroamericana, que aparentemente había cometido una falta o delito flagrante. Pese a lo anterior, dicha mujer se resistió violentamente a su arresto, insultando y gritando como una enajenada mental. Finalmente fue reducida, esposada e ingresada al auto policial.

Mientras esta detención se llevaba a cabo, la gente pasaba por su lado y nadie exigía explicaciones ni intentaba reclamar por el proceder policial, ya que como explicara un abogado de la Secretaría de Justicia: si un policía detiene a una persona, se presume que está dentro de su competencia y funciones. Si llega a trasgredir la normativa vigente, será responsable, por lo que debe acatar los protocolos de rigor.

En Chile, en contrapartida, Carabineros sufre serias dificultades para arrestar o detener a alguien en delito flagrante, por la interferencia de la propia ciudadanía, quienes se sienten con el derecho a cuestionarla. El problema radica en que muchas veces los cómplices de los delincuentes son los que más entorpecen un procedimiento policial.Esta situación se da especialmente cuando se intenta impedir y prohibir el comercio ambulante.

Asimismo,  en nuestro país, agredir y maltratar a un policía queda en la más absoluta impunidad si estas agresiones no le provocan lesiones corporales físicas, tal como lo mencionara recientemente el Senador Alberto Espina. En Estados Unidos, esos delitos se pagan con cárcel real y efectiva.

La opinión pública de Chile y de América Latina reconoce la labor de Carabineros, existiendo  “una mayoría silenciosa” parafraseando al ex Presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, que valora su capacidad y profesionalismo. Basta observar su trabajo en la tragedia de la zona norte para comprobar por qué esa institución es una de los pilares de nuestra sociedad.

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11 abr 2015

Diputado Iván Fuentes, senadora von Baer: una cuestión de confianza

Mi abuela me pidió que la acompañara a ver un programa de televisión donde entrevistaban al diputado Iván Fuentes. Este diputado, representante de la Región XI, se hizo muy conocido cuando, en el año 2012, lideró una gran  protesta ciudadana en Aysén.

Acompañar a mi abuela en este tipo de actividades, es siempre algo que hago con gusto. A su edad, es difícil saber cuánto tiempo más gozaré de ese privilegio.Mi abuela es una anciana con mucha experiencia. Ella no pretende ser la “jefa de la familia”, pero sí espera ayudarnos a tomar buenas decisiones con sus historias y sus reflexiones.

Iván Fuentes es un pescador con una historia de vida increíble. Es uno de 12 hermanos. A corta edad fue adoptado por una pareja de profesores y seguramente eso fue parte importante en su proceso de formación. Maneja un lenguaje simple, pero es capaz de  exponer sus ideas con suma claridad y firmeza. Al escucharlo, rápidamente uno entiende el motivo por el cual se transformó en el líder y vocero del movimiento que mantuvo en jaque al gobierno del Presidente Piñera.

Al final de las protestas, o, mejor dicho, cuando se alcanzó el clímax de éstas, Fuentes no dudó en viajar a Santiago a reunirse con las autoridades, con el propósito de fijar un “punto final” al conflicto, pese a que muchos de quienes dirigían el movimiento pensaban que eran las autoridades nacionales las que tenían la obligación de visitar Aysén. En Santiago, con su simpleza y claridad, cautivó a la opinión pública y obligó al gobierno a plantear soluciones razonables.

Todo esto lo llevó, luego de un proceso de reflexión, a postularse a un escaño parlamentario, lo que logró con la más alta votación de la zona.

Mi abuela, según me confesó luego, ya había visto la entrevista. Ella quería que yo la acompañara y que reflexionáramos juntos. Ustedes ya saben que ella piensa que mi “formación” aún no ha terminado o, al menos, está incompleta. Yo, entretenido como estaba con la entrevista, no me percaté que mi abuela tenía una libreta con preguntas preparadas con antelación.

Terminamos de ver la entrevista y mi abuela me preguntó, ¿qué te pareció?

Abuela. Este diputado es un hallazgo. Contestó de manera simple y directa todas las preguntas; en varias que se podía esperar una evasiva, él respondía con argumentos sorprendentes. Creo que su condición de “sindicalista” le debe ayudar, ya que debe haber estado sometido, a lo largo de su vida, a cuestionamientos y preguntas siempre complejas.

Mi abuela tomó su libretita y me preguntó: ¿te fijaste que el periodista le preguntó cuánto ganaba un diputado? ¿Qué te pareció la respuesta? Por último, ¿tú le crees lo que dijo?

Recordé que el periodista le preguntó por su sueldo y el contestó sin vacilar que recibía 5 millones y medio de pesos, y que además había otros dineros que él no recibía pero que se usaban para pagar a su equipo, financiar sus oficinas y otros gastos.

Abuela. Me pareció una respuesta muy concreta: dijo cuánto ganaba, dijo que era parte de un grupo privilegiado, contó qué hacía con su dinero, contó cuánto trabajaba, habló de sus desvelos. Me pareció un hombre muy sincero y creo que hace tiempo no veía alguien que irradie tanta confianza.

Y, ¿qué te pareció lo que contó respecto a su hijo, que sufre una enfermedad degenerativa? ¿No te pareció que estaba sacando provecho de esa situación?

Abuela. Creo que a su emoción al tocar el tema se agregaba un dejo de vergüenza por llegar a ser “mal interpretado”. Las lágrimas que un par de veces le humedecieron sus ojos me emocionaron, y no tengo dudas de los sentimientos que los recuerdos de su hijo enfermo y también el de sus padres biológicos o adoptivos, le generaron durante la entrevista.

Querido nieto. ¿Recuerdas que hace años te dije que la confianza se construye paso a paso y lentamente?

Así es abuela. De hecho, escuché hace pocos días ese proverbio que nos enseñaste cuando pequeños: “la confianza crece a la misma velocidad a la que crece la palmera, y se pierde a la velocidad con que cae el coco”.

Entonces, ¿por qué confías en Iván Fuentes?

Abuela. Creo que la condición natural es confiar. Su actitud, su forma de hablar, su emoción, el no evitar las preguntas complicadas; la historia de su vida, la forma de referirse a sus seres queridos, todo aquello es lo que me hace confiar en este diputado Iván Fuentes.

Me dio un abrazo. Raro en ella estas muestras de afecto tan espontáneas. Más aún cuando está en esto de “reflexionar” sobre algún tema o concepto complejo.

Abuela, ¿quieres una taza de té?

Pensó unos segundos y me contestó: mira, prefiero una copa de vino tinto.Le serví una generosa porción y la TV empezó a transmitir el programa de noticias.

Apareció en la pantalla la senadora Ena von Baer. Ella es quien pidió dinero a Carlos Alberto Délano. Según recuerdo, el correo que envió al controlador del grupo Penta, es para pagar una “deuda de campaña” de más de 100 millones.

Mientras aparecen las imágenes, me viene a la mente el recuerdo de sus declaraciones previas diciendo que “nunca había pedido dinero a Délano”.

Ahora, la TV la muestra, de madrugada, entrando a la oficina de sus abogados. Luego, al terminar su declaración a los fiscales, dice a los periodistas que nunca recibió dineros y que en su campaña nunca usó dineros ilegales.

Nadie le pregunta si le parece correcto o adecuado haber pedido dinero para pagar una deuda de campaña ya siendo senadora electa.

Mi abuela bebe un sorbo de su copa de vino y me pregunta. ¿Qué te parece lo que declara? Dime querido nieto, ¿cómo habrá pagado su deuda de campaña? ¿Tú le crees lo que dice?

Me atoré con el té que estaba bebiendo y debí salir de la sala. Al regresar, mi abuela se había ido a dormir. Me temo que mañana  tendré que contestarle.

Nota: No es un error, yo tomaba té y mi abuela vino tinto.

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11 abr 2015

El desprestigio empresarial

El mundo político y empresarial de nuestro país está viviendo un “terremoto” grado 10, puesto que los últimos casos que han salido a la luz han dejado “en el piso” la reputación de los integrantes del sector.

Esta situación ha generado que los ciudadanos hayan perdido el respeto y la confianza por quienes debiesen velar por el bienestar de todos a nivel nacional.

Es por ello que en esta oportunidad quisiera comentar dos hechos personales que demuestran de alguna manera, los coletazos que han traído estos sucesos en el desprestigio del mundo empresarial.

Hace algún tiempo me encontraba en la “La Piojera – por motivos laborales, no etílicos-  cuando un grupo de personas comenzó a insultarme a través de diferentes descalificativos que hacían referencia a la poca transparencia que tienen aquellos que ocupan cargos públicos. En la ocasión, aparte de  “sacarme la madre”, señalaban las malas prácticas que supuestamente teníamos en la empresa al tener jóvenes de tercero y cuarto medio trabajando, siendo que ello es parte del sistema dual de educación aplicado en Alemania con mucho éxito.

La segunda vez que viví algo similar, fue cuando se me dio la oportunidad de presentar mi postura sobre la reforma laboran en el ex Congreso. Ese día, el salón estaba repleto, en el había más de 600 dirigentes sindicales, y pese a que la mayoría tuvo una actitud respetuosa, nuevamente un grupo me manifestó su descontento, pues me decían “qué hace usted aquí”.

El motivo de su molestia radicaba principalmente en mi supuesta votación para NO otorgar de modo legal  el 10% del total del consumo en las propinas de los garzones.

Cabe destacar, que en ambas ocasiones me confundieron – y con mucho orgullo- con mi hermano, quien fue diputado y trabajaba activamente en diferentes temas de importancia para nuestro país.

A mí no me consta cuál fue su postura ante los temas mencionados, sólo voy a decir que sí puedo hablar de un empresario con conciencia social, la primera persona que se me viene a la mente es él.

Los acontecimientos que les acabo de contar, me reafirman la idea que tengo con respecto a que el chileno es el campeón del mundo para generalizar. No voy a negar que se hayan cometido errores y muchas irregularidades, no voy a defender a quienes han estado involucrados en ello, pero creo que no tenemos que meter a todos en un mismo saco.

Lo que está sucediendo,  sin duda nos servirá  como experiencia para acercarnos más al mundo real y no vivir en una burbuja rodeado de los nuestros. Para mí las empresas son instituciones sociales y nos debemos a ello.

Hay quienes abusan del  concepto de derecho de propiedad haciendo uso más allá de lo que es debido, lo que finalmente desemboca  en situaciones que son catalogadas como abusos y que fomentan nuestro desprestigio.

Hace algunos días en una entrevista radial, alguien mencionó que la confianza se adquieren con una lentitud a la velocidad que crece una palmera y se pierde a la velocidad que cae el coco”.Teniendo en cuenta esta expresión, creo que debemos considerar de  forma inmediata, medidas para  volver a seducir a los ciudadanos. Sé que es un proceso paulatino, pero cuando nos equivocamos tenemos que trabajar para revertir nuestros errores.

Dicen que de lo malo algo se aprende, yo creo que lo positivo que nos deja este complejo clima, es que en Chile los estándares de lo que es correcto y lo que no, estarán más elevados que antes y por ello espero no sigan ocurriendo este tipo de situaciones.

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11 abr 2015

Plantas desaladoras y un mar ¿que es de todos?

La sequía y la desertificación en nuestro país, tanto en las regiones del norte como del sur, son fenómenos imposibles de negar. Frente a esta situación se han barajado distintas opciones para afrontar los problemas de sequía y asegurar a la población la disponibilidad y calidad del recurso hídrico.

Una de las soluciones planteadas, es la instalación de plantas desaladoras o desalinizadoras.Estas plantas representan una tecnología que implica la extracción de agua de mar que, a través de un tratamiento de osmosis inversa o nanofiltración, la transforma en agua potable para el consumo humano o para procesos productivas.

En Chile actualmente existen varios proyectos de estas plantas especialmente en las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Atacama. Sin embargo la mayoría se encuentra en la región de Antofagasta y sirven de abastecimiento tanto de agua potable para la población, como para actividades económicas como la minería.

Esta opción a simple vista puede parecer como la mejor, toda vez que la extracción de agua de mar no tiene, a la fecha,  ningún tipo de regulación. Sin embargo, se deben tener ciertas precauciones a la hora de analizar la pertinencia de este tipo de instalaciones.

Hay tres temas fundamentales en este análisis. Uno de los temas a estudiar, es el lugar físico de instalación de la planta y su impacto en el medio ambiente. Esto porque hay lugares de un gran valor turístico que pueden sufrir impactos y daños patrimoniales, como la playa “La Virgen” en la región de Atacama, donde el año 2011, se pretendía construir una planta desaladora, pero que finalmente la autoridad de la época desechó.

Es vital, por tanto, el establecimiento de planes de zonificación del borde costero que busquen proteger los recursos naturales y que permitan su eventual ubicación en el lugar más propicio.

Además del lugar físico de instalación, otro tema controvertido, dice relación con los eventuales derechos que debiera pagar la empresa desalinizadora por la extracción del agua de mar, que podrían ser asimilables a los derechos de aprovechamiento de aguas respecto de las aguas superficiales.

Lo anterior, considerando que el artículo 589 del Código Civil, establece que “se llaman bienes nacionales aquellos cuyo dominio pertenece a la nación toda” y que cuando su uso pertenece a todos los habitantes, como las calles, plazas, puentes y caminos, “el mar adyacente y sus playas, se llaman bienes nacionales de uso público o bienes públicos…”

Si las aguas tienen la misma naturaleza jurídica de bien nacional de uso público según las normas ya citadas ¿no deberían tener un régimen similar que permita su extracción para distintos tipos de actividades?

Pues bien, la extracción de agua de mar no tiene actualmente ninguna regulación. Las empresas que han instalado plantas desalinizadoras tramitan una concesión marítima que permite el uso particular y que se realiza ante la Subsecretaría de las Fuerzas Armadas. Esta es una concesión otorgada a un particular a fin de realizar un objetivo determinado. Esta concesión sin embargo, no es un derecho para extraer el agua de mar, sino que es una autorización para ocupar un espacio de mar y solo eso.

¿Es necesario entonces un mecanismo de tarifas para la extracción de este recurso natural que pertenece a todos los habitantes de la nación? La respuesta es afirmativa. Es imperativa la creación de normas que establezcan este mecanismo tarifario para la captación de agua de mar, toda vez que puede suceder que éste termine siendo el nuevo mercado del agua, donde será la empresa privada quien la extraiga gratuitamente, para luego vender al Estado el agua desalinizada para el consumo humano.

Respecto al abastecimiento de agua potable por esta vía una opción plausible es que fuera el mismo Estado quien financie y realice tales inversiones, a fin de que los ciudadanos no se vean luego afectados a la hora de pagar altos precios por el consumo de esa agua.

Por tanto, la creación de un marco normativo que regule tanto la implementación de plantas desaladoras, como un mecanismo tarifario por la extracción del agua de mar y una política definida acerca de la localización de las plantas, debe ser analizado y estudiado en un corto plazo, dada la coyuntura de crisis hídrica actual del país.

Además de las plantas desaladoras, se debe establecer una política que considere diversos medios para enfrentar los problemas de escasez hídrica, como la implementación de sistemas de captación de aguas lluvias y sistemas de reutilización de aguas. Otros países han podido desafiar los problemas de sequía, por ejemplo, reciclando sus aguas residuales, que son reutilizadas para fines productivos como la agricultura.

En este camino de hallar respuestas ante la escasez hídrica ciertamente no hay soluciones mágicas, ni tampoco opciones que deban desecharse sin analizarlas. Pero lo que no nos puede pasar es que con la coartada de la necesidad y la urgencia, terminemos afectando uno de nuestros ecosistemas más importantes: el mar, que se supone, es de todos nosotros.

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10 abr 2015

¿Quién miente?

(Los tiempos del miedo y la ira)

Ya comenzó la operación salvataje  (a veces burda comunicacionalmente), y no queda claro quién miente y quién dice la verdad.

Todos y todas quieren salvarse a toda costa.

Pero, ¿todos (as) mienten?

El “no pidamos cuenta de sus actos a quienes lo hacían posible”, mantenido por una especie de “pacto frívolo”, ocultado y conocido  por las mismas personas que hoy en la esfera privada esperan un buen acuerdo,-ojalá con mucho de “perdonazo”-, no es ya capaz de contener la aparición de la corrupción en nuestro país, con una fuerza telúrica.

El daño en la imagen, ya está hecho. Los diarios extranjeros como el NYT y El País, titulan en algunos artículos “escándalos asociados a la corrupción”, comparándolos con los de Brasil y otros lugares, pero en menor escala.

¿Ahora bien, quién miente?

El cerebro humano es una máquina evolutiva natural para narrar mentiras, frente a algo que amenace la sobrevivencia y el bienestar presente o futuro primero de la misma persona o sus parientes, especialmente si son familiares, salvo que se practique la “ética del sacrificio”.

Por esto es, que el niño naturalmente miente para “salvar el pellejo”, y debe ser educado en la virtud esforzada y dificultosa de la honestidad en la medida que se desarrolla.

Que levanten las manos quienes no copiaron nunca en la educación básica o secundaria.Si alguien lo hace, se burlan de él y no le creen.

Parece que todos en algunos momentos, sí hemos sido deshonestos. El problema es que los probables deshonestos (as), hoy tienen mucho poder y responsabilidad sobre el bien público y privado, que afecta finalmente a todos los ciudadanos (como en el pago de los impuestos).

Los animales desarrollaron mecanismos para pesquisar el engaño, y de esta manera no ser cazados o comidos. En cambio, el ser humano los perdió desde que apareció el lenguaje, ya que obligó a centrarse en la palabra y su sentido para dilucidar la verdad y la mentira, menospreciando las señales para- verbales y aún las conductas que las acompañan.

¿Estamos jodidos?

Para colmo, a algunos filósofos se les ocurrió que la verdad a través del lenguaje de-vela la realidad, es decir descubre y oculta ¡a la vez!

Sí, parece que por ahora, estamos jodidos.

Quizás el problema se originó en “cadáveres” (ética, ideologías, prácticas, costumbres…) mal enterrados en la dictadura y durante la época de la “transición”, que terminaron por resucitar.

Bueno, por lo menos, por fin “la ciudadanía demanda limpieza”, y como también lo enfatiza el escritor Manuel Vincent, lo está haciendo con “un afán de cabreo (muy) explosivo” y catártico, que recién comienza y, que hay que respetar. Que se despedacen- por ahora-, las confianzas y liderazgos en una implosión catastrófica caótica, pero contenida y no violenta, con sus resentimientos y venganzas justicieras contra las elites y los poderosos (as) deshonestos y corruptos.

(Por suerte, en el caos aparente, siempre habita el orden conducido por un “atractor caótico”).

Según Zurita, “estamos pegados en los tiempos de la ira”, y del miedo, agregaría.

Las pasiones extremas, como la ambición de poder y de riqueza, y también, la de la verdad transparente pura y absoluta, terminan por oscurecer y anestesiar el discernimiento y la reflexión crítica-moral.

Ya vendrá la etapa de reconducir a la ciudadanía a la “toma de razón”, a travésde acuerdos, nuevos pactos sociales y de leyes con instituciones fortalecidas ¿en un cambio institucional?, para poder finalmente hacer justicia en las urnas, cuidando eso sí, de enterrar bien a nuestros muertos de la purga (que parece ser larga), para que no resuciten.

(No hay que olvidar que “los sueños de la razón”, (también) engendran monstruos”)

¿Y quién puede realmente conducir esta renovación ética, política y económica, social- cultural?

Sólo algún nuevo (a), líder (¿y partido?) emergente, que con pasión, carisma, coraje y fortaleza, la conduzca a los necesarios cambios en los que está inmerso el país, a través del liderazgo del servicio, la honestidad, la justicia y la humildad.

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10 abr 2015

A propósito de una injuria

En medio de la profusión de denuncias sobre las rancias y desastrosas vinculaciones de ciertos empresarios, su dinero y algunos dirigentes políticos, hay quienes quieren tapar sus propios dislates o los de sus protectores y mentores con injurias hacia otras personas.

Recién encabecé una lista para las elecciones de la Democracia Cristiana y uno de los tres pilares de nuestro fue “Recuperemos la ética en la política”. Luego de la elección aparecieron militantes de mi partido vinculados a SOQUIMICH, gente de diversas sensibilidades internas, incluida una candidata de mi lista y el propio senador Pizarro a través de sus hijos.Presenté, junto a otros militantes, una denuncia ante el Tribunal Supremo, siempre en la línea de recuperar la ética en el comportamiento de los políticos.

Es entonces cuando, para debilitar mis presentaciones o simplemente por el placer de injuriar o para no perder la costumbre, un académico en decadencia que presta servicios comunicacionales y políticos a la derecha, ha publicado en las redes sociales, sin citar fuentes, un infundio en el que se me menciona en una lista de personas y empresas que habrían recibido recursos turbios de CODELCO.

Para demostrar la consecuencia con mi actuar pasado y presente, le responderé brevemente a este señor, informando a los lectores de esta sección de cooperativa.cl. El tema no es actual, sino que apareció el año 2005 y se revive cuando faltan argumentos.

En La Tercera del 9 de julio de 2005, se publicó que el Presidente de la DC de esa época, Adolfo Zaldívar, pedía a la Cámara de Diputados investigar algunos contratos de Codelco que le presentaban dudas, entre los cuales el diario me incluía.

Por tratarse del Presidente del PDC, partido al que pertenezco, me entrevisté con él, ocasión en que negó haber planteado duda alguna sobre mi conducta ética y profesional, lo que expresó en un comunicado que el Diario La Tercera no publicó. También envié una carta a La Tercera, que fue publicada sin mucho despliegue, en la que resumí tres puntos:

a.- Es efectivo que presté servicios profesionales de abogado a Codelco Norte, invitado por colegas de esa zonal que conocían mi experiencia en temas laborales, previsionales y sobre sociedades, tanto por mis actividades como profesor universitario, parlamentario, dirigente sindical y mis numerosas publicaciones sobre estos temas;

b.- Es verdad que firmé un contrato con fecha 10 de octubre de 2002, el que estuvo vigente alrededor de 14 meses.

c.- Es falso que haya recibido $ 33.333.333 millones de pesos por ello, ya que ese era el monto máximo autorizado a pagar. Codelco hizo uso de su derecho a no encargarme más servicios profesionales, así es que la suma recibida por mí, durante más de un año de trabajo fue bastante menor a ese monto, pagada con posterioridad a la entrega de los respectivos informes, con las boletas emitidas y los impuesto pagados.

Con fecha 25 de julio del año 2005, solicité al Tribunal Supremo de mi partido que abriera una investigación para determinar si el contrato había vulnerado normas éticas o estatutarias de nuestro partido.Luego de escuchar mis planteamientos, conocer los antecedentes que me solicitaron, oír al Presidente del PDC, el Tribunal Supremo determinó que en la suscripción del referido contrato no había lesionado norma ética alguna.

Me entrevisté, también, con el entonces Presidente de la Comisión de Ética del Colegio de Abogados, don Luis Ortiz Quiroga para pedir una investigación sobre el tema. Esta acción fracasó porque Codelco no aceptó entregar todos los antecedentes como se lo pedí por carta de fecha 25 de julio de 2005.

Debo resaltar que en el año 2002 no tenía ni postulaba a cargo alguno político o académico, ni dentro ni fuera del partido, sino que estaba concentrado laboralmente en el ejercicio de mi profesión de abogado.

De los antecedentes expuestos queda en evidencia que he aplicado para mí mismo las exigencias de transparencia que exijo a otros. Tratar de que funcionen los Tribunales de la República y los internos del Partido es un buen camino, ya que ayudan a enfrentar los ataques cobardes como el de 2005 y que hoy la derecha, por mano sibilina, vuelve a pronunciar y a canalizar correctamente las denuncias que se originan en fuentes confiables y respetables.

Reitero que estaré disponible siempre para concurrir a todos los Tribunales que me citen para exponer mi punto de vista sobre eventuales hechos que cuestionen mi honorabilidad, como lo hice en este caso o cuando concurrí voluntariamente a declarar ante la Ministro en Visita, que conoció denuncias sobre el financiamiento de los partidos en el período que ejercí como Presidente del Partido Demócrata Cristiano.

Como lo saben mi familia, mis amigos y miles de camaradas, no soy un santo, pero soy un hombre honesto y seguiré luchando por rescatar en mi partido los principios y la ética en la política chilena.

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10 abr 2015

¿Hay sangre en el fondo de tus ojos?

En estos días se inauguran dos exposiciones dedicadas a los 85 años de Guillermo Núñez, maestro de la plástica chilena contemporánea y premio Nacional de Arte.

La mayor de las exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo, del cual Núñez fue director, en donde se muestran  “Dibujar con Sangre en el Ojo” y se reedita por segunda vez  la famosa “Printuras y Exculturas” cuya versión original fue inaugurada en el Instituto Chileno Francés  el 18 marzo de 1975 y clausurada al día siguiente por efectivos de la DINA.Ese mismo día Núñez fue arrestado por segunda vez y llevado a Cuatro Álamos, Villa Grimaldi y Tres Álamos, para terminar recluido en el campo de detención de Puchuncaví.

La segunda exposición se realiza en el Museo de la Memoria y consta de tres series de dibujos realizadas durante su exilio de 12 años en Francia: Libertad Condicional, Diario de Viaje y ¿Qué hay en el fondo de tus ojos?. La deuda del Museo de la Memoria con Núñez era ostensible desde que la reposición de Exculturas y Pinturas con la que se inauguró el museo, debió clausurarse a los pocos días después del terremoto del 27/F. Por ello, la exposición-homenaje del MAC fue la perfecta excusa para que el Museo de la Memoria se hiciera presente.

Gaspar Galaz, comentando la reposición de la exposición de Núñez en el Museo de la Memoria el año 2010 nos recuerda que “estas obras nos hablan, entonces, de ese terrible peregrinar de nuestro artista por distintos centros de detención. El significado semiótico del objeto jaula era finalmente el grito, la puesta en visible de su desesperación interior; era su forma de presentar su agonía de estar casi un año encerrado en distintos centros de detención”.

Los dibujos expuestos ahora en 2015  son el resultado de aquello que Núñez imaginó durante su largo cautiverio con los ojos vendados. Una experiencia traumática que el artista logró exorcizar “porque mirando muy, muy lejos habrá que odiar el odio para dejar de ser remedos de hombres”.

La obra de Núñez como pintor, dibujante, escultor, poeta y hacedor de libros, magnífica y sorprendente, coherente y significativa, cae como un bálsamo en estos días en que los chilenos parecemos exaltados y confundidos. Su obra nace de su libertad, de su capacidad de crearse a si mismo, de “forjar una unidad, una integridad, una realización en el acto de crear belleza y dar amor”.

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10 abr 2015

Los hijos del César

¡Son tantas las cosas que dan vuelta por la cabeza y el corazón cuando arrecia la corrupción en el mundo político! Pero, hay un momento en el cual hay que ser capaz de analizar y comprender en el contexto debido lo que está sucediendo. El Servicio de Impuestos Internos, debidamente alertado por funcionarios y por personas vinculadas a ciertas empresas, investiga un fraude tributario, que consiste en que la empresa aumenta artificialmente sus gastos con facturas o boletas por servicios que no han sido prestados. Pero, la empresa ha sacado esos dineros de sus arcas y han ido a parar a personas que están vinculadas con el quehacer político.

Consultada la empresa, ésta entrega información detallada diciendo que esos servicios efectivamente no se prestaron y que el dinero entregado era para financiar las actividades de esos políticos, ya fuera para sus campañas o simplemente para contribuir al enriquecimiento de esos políticos o sus familiares.

Eso es lo judicial. Por eso hay querellas y acciones ante la Fiscalía y los Tribunales.

Pero tras esto hay una cuestión política y ética, que desde el punto de vista de la democracia y de las organizaciones políticas, merece un pronunciamiento.

Veamos al político. Caso uno, recibe dinero para el financiamiento de su campaña. Ese aporte puede ser legal y secreto, espontáneo de la empresa en cuestión. Hay políticos que han dicho públicamente que ninguna empresa da si acaso no se le pide, lo cual deja el secreto en algo falso. Entonces el político va a pedir a una empresa y luego le aparece un aporte “anónimo” en el Servicio Electoral. Puede ser legal, pero no huele bien.

¿Por qué una empresa dona a un político? Es evidente que la primera razón es porque ese político tiene posiciones que son coincidentes con los intereses empresariales. La segunda es que después del aporte se espera que el político apoye los intereses de la empresa.

Ahora bien, el político no está obligado a recibir el dinero, menos aun cuando el Partido al que pertenece – como es el caso de la Democracia Cristiana – ha acordado en su órgano supremo el rechazo al financiamiento empresarial de las campañas. Cada político que recibió ese dinero se expone a las presiones que después pueden venir sobre él (o ella) y en el caso de los de la DC se pone fuera de la disciplina partidaria.

Es un acto legal, pero ilegítimo e indisciplinado. Es un acto que merece reproche político y ético y por lo menos lo pone en pie de sospecha. Yo, como militante DC, esperaría que todos los militantes que recibieron dinero de empresas para sus campañas sean sancionados por evidente acto de desacato al Congreso del Partido. Pero, ese aporte puede ser ilegal, es decir, hecho fuera de los procedimientos que permite la ley. En ese caso se está cometiendo una grave falta y probablemente un delito. Pero sobre todo se está cometiendo una grave falta ética al usar mecanismos fraudulentos para obtener dineros que no le corresponden. Con ello aumenta su grado de dependencia o compromiso con quien le da ese dinero, lo que evidentemente corrompe el carácter democrático de su mandato.

Cualquiera que sea el Partido, lo menos que se puede esperar es que esa persona sea sancionada por los tribunales propios de su organización por grave falta a la ética, aunque no sea condenado por los tribunales.

Porque alguien puede ser absuelto judicialmente por muchas razones, pero eso no borra la conducta ni su carácter de falta ética. En el caso de la Democracia Cristiano, por sus principios y tradiciones, yo esperaría que ese político fuera condenado severamente por el Tribunal partidario. Es decir, puede que el político no haya emitido boleta ni factura, pero sus allegados lo hicieron. Puede que en el PPD – partido nuevo, sin doctrina – se queden tranquilos con que el empleado de su senador por Santiago haya sido condenado, no tomándose medida alguna respecto del senador que se benefició con esas conductas, ni siquiera un reproche verbal, pero eso no puede pasar en un Partido con doctrina, con ética, con tradiciones arraigadas, con una trayectoria histórica de honestidad.

El argumento dado por algunos políticos, más en privado que en público, en el sentido de que si no se usan esos procedimientos quedaría en desventaja frente a sus rivales, no resiste análisis. Lo que se está justificando es una “carrera” delictual o inmoral. La necesidad de limpiar la política exige trabajar con la verdad y sin acciones fraudulentas aun a riesgo de perder.

Caso dos: un político o sus parientes reciben financiamiento por trabajos que no se han realizado.Eso es trabajar con la mentira y obtener dineros que se mantendrán ocultos, sin más finalidad que financiar al dirigente. Busquemos la figura legal que se quiera, pero situados en la ética y la política eso no es correcto. Al menos puedo decir que no lo es para los que creemos en la limpieza de la acción de los políticos como requisito de la democracia.

Es evidente que lo persigue el donante es asegurar que ese político actuará – en el gobierno, en el Congreso o en otro espacio de decisiones o difusión – de acuerdo con los intereses de la empresa. Se establece una dependencia que distorsiona el sistema. Los votantes de la DC por ejemplo creen que el político hará ciertas cosas, pero no sabe que cuando se enfrente a los intereses de sus donantes y financistas, hará algo distinto de lo proclamado.

Imaginemos que el trabajo se realizó. Cuando los hijos o hijas, la cónyuge, la pareja, los parientes cercanos de un político se ven favorecidos con decisiones de una empresa, es inevitable que el dirigente se sienta presionado y, por lo tanto, si quiere seguir siendo dirigente, al menos debe trasparentar los hechos voluntariamente y sin que sea requerido para eso y abstenerse de tomar decisiones que se relacionen con esos intereses.

El dirigente, favorecidos sus relacionados con decisiones “exageradas” (informes no necesarios, funciones sobre pagadas, encargos que exceden las competencias del que recibirá el dinero) debe ser capaz de hacerse un lado de los puestos más altos o de situaciones en las que debe tomar decisiones de trascendencia. Es lo menos que se puede esperar. Y si no lo hace, como no lo han hecho muchos de ellos, deben ser sancionados por las institucionalidades de sus partidos. Al menos es lo que se esperaría en la Democracia Cristiana.

Es curioso que haya personas que siendo muy jóvenes reciban el privilegio de tener cargos de confianza política en el gobierno, sin ser militantes ni políticos, sin tener grandes competencias para esos cargos ni la experiencia suficiente y paralelamente tengan una o más empresas que hacen trabajos ajenos a su competencia para terceros que negocian con el Estado. Y la actividad de su empresa se limita a unas pocas boletas para una misma contraparte. Más curioso es que el que paga diga que no tiene respaldo, que nunca le entregaron el informe encargado o que no era algo que necesitara. Y que el Servicio de Impuestos Internos lo considere suficiente para iniciar una acción en contra de todos los involucrados.

Es curioso que SOQUIMICH, por ejemplo, haya necesitado tantos informes comunicacionales. Todo es raro. Y lo más raro es que el Tribunal Supremo de la DC diga que no tiene competencia, pese a que los estatutos le señalan no sólo competencia apropiada, sino que le ordena proceder de oficio cuando haya hechos públicos que comprometan el prestigio o los intereses del Partido.

Lo que pasa es que algunos dicen ser honrados, pese a que todas las apariencias tienden a sostener lo contrario. Es delicado. Como lo que se exigía a la mujer del César, no sólo ser honrada sino aparecer como tal, sin mantos de dudas sobre ella.

Es cierto que resulta difícil pedir al que ha violado la ética, que lo reconozca y se margine. Pero más allá de llamar a su conciencia, hay que apelar a la conciencia de quienes están cerca de ese militante para que le digan que mientras las cosas no estén claras para todos no debe ejercer sus derechos de militante, cualquiera que éstos sean.

Y si no, los ciudadanos deberán ejercer sus derechos y tomar el toro por las astas.

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