15 abr 2015

Comuna de Santiago, vertedero al aire libre

La comuna de Santiago es un sumidero al aire libre a vista y paciencia de la autoridad de turno, un albañal abierto, rebasado de desperdicios caídos por la puerta maltrecha del contenedor insuficiente,una montaña de roña expuesta al calor, que se repite en decenas de esquinas abandonadas.

Ojalá en una columna de opinión se pudiera mostrar fotos, así se atendería  de mejor manera el patético espectáculo de la basura en la comuna de Santiago. Hasta me parece haber visto pasar a Travis, protagonista de Taxi Driver, por Vicuña Mackenna poniente, pidiendo una lluvia divina para limpiar tanta pestilencia.

Si usted se ubica en esa vereda podrá constatar como campean los microbasurales, el robo de contendores  y el desperdicio acumulado.

Al mismo tiempo, si cruza a la vereda oriente de la misma avenida, administrada por la comuna de Providencia, la cordillera de escombrosse acaba por arte de magia.

¿Una muestra más del clasismo? ¿O es que doña Josefa ha hecho mejor el trabajo que Carolina, Pablo, Raúl, Joaquín, o Jaime? 

La comuna de Santiago posee enormes recursos, pues alberga la administración del Estado e importantísimos grupos económicos, a miles de vecinos a los cuales cobran por el retiro de la basura. Sería el colmo que la autoridad de turno diga ahora que no posee los recursos para proceder.

Las serranías de basuras se repiten en decenas de barrios y se reproducen gracias al deficiente sistema de recolección. Cuando se consulta a los funcionarios, las explicaciones son  pedestres, porque el deporte entre los alcaldes de turno en esa municipalidad, es pasarse la pelota, sobre todo en época de elecciones.

La autoridad de hoy le reprocha a la anterior haber heredado una situación caótica respecto a la cantidad de camiones, con mafias comercializadoras de contenedores robados y vecinos culpables. Me dijo un funcionario: “sí,  porque no son personas  tan evolucionadas” como en Providencia.

Durante la última campaña electoral la candidata y hoy alcaldesa denunció por los medios que Zalaquett hacía mal uso de los recursos para poner muchos contenedores, a pocos meses de la fecha de los comicios.

Al mismo tiempo, en su web prometía que durante su período habría “un plan comunal de reciclaje, habrá un sistema de retiro domiciliario de la basura separada”. Estamos a medio camino, no hay una mejora en el  sistema básico y Santiago sigue siendo un vertedero al aire libre.

De seguro todo es culpa de los ediles anteriores, sobre todo del alcalde de La Pérgola de las Flores.

La alcaldesa actual tiene un enorme deber y gran oportunidad. Si el inconveniente número uno es el robo de los dispensadores, entonces debe convocarse a un concurso nacional de diseñadores industriales, para dar con un tipo de receptáculo que no se pueda desvalijar.

Las bicicletas públicas se enfrentaron a ese desafío y se importaron  modelos no  lucrativos para los potenciales ladrones.  Hay enorme cantidad de buenos diseñadores industriales en Chile y para algo así, la autoridad tendría toda la prensa que anhelan los ediles cuando logran algo.

Por otro lado, existe experiencia atiborrada para salir a copiar, pues no hay que  re inventar la rueda. Quienes co gobiernan Chile y se turnan en los puestos son gente viajada, han estudiado y vivido en ciudades del primer mundo, supongo podrían generar un convenio con alguna ciudad limpia para implementar un plan definitivo.

Este asunto debería haber sido la medida número uno de la actual administración. La comuna lleva décadas sobrepoblada y quien desee ser alcalde o alcaldesa por vocación debe saber, dormir, comer, caminar y resolver este problema grave. Da vergüenza ajena, Santiago centro es el living de Chile y ésto es ver un montón de basura en nuestra sala, donde compartimos con la familia o recibimos visitas.

Si la elite hubiera poblado desde 1990 esta comuna, el descalabro de basureo al aire libre no habría gangrenado. Se nota demasiado que los alcaldes sucedidos por la comuna no viven, ni han habitado en ésta.

Si la alcaldesa actual tiene su domicilio en la comuna sería bueno resolver el asunto, pues significaría que también debe encontrarse con una montaña de desperdicios en su esquina cuando llega a su casa por la tarde.

Para recordar cómo era Santiago centro y sus barrios, basta sólo que usted cruce Vicuña Mackenna, de la vereda poniente a la oriente, sólo así dejará de ver microbasurales.

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14 abr 2015

La vendimia más allá de la cultura de mall

Parece que en nuestro país llama más la atención el show en torno al vino, que las verdaderas condiciones en que se encuentran los agricultores y lo que el vino verdaderamente significa, en términos de identidad cultural.

Esta época del año es la más importante para la vitivinicultura.Son estos álgidos meses, entre febrero (y en algunos casos enero) y hasta junio, tiempo en que las bodegas de vino, los productores de uva corren y sueñan con cada kilo y litro cosechado.

En las diversas localidades rurales, desde la tercera a la décima región, se desarrolla todo un proceso de transformación, nuestra dulce uva pasa a convertirse en un apetecido vino. La vendimia es un agradecimiento al suelo, a la tierra, al agua y a su gente, por entregar la uva necesaria para ser vinificada y transformada en vino, conmemorándose así la “fiesta del vino”, la que data de hace unos 1.000 años Antes de Cristo.

Las ciudades y pueblos, referentes de la cultura del vino en Chile, se visten de fiesta: Casablanca, Santa Cruz, Isla de Maipo, Curicó, Rengo, por nombrar algunas. Realizan la llamada “fiesta de la vendimia”, una fiesta de chilenidad y del mundo rural, logrando así una oportunidad de desarrollo económico local.

Todo esto tiene una connotación bastante positiva, pues ayuda a difundir las cualidades de un pueblo y resalta el valor de la tierra y de sus costumbres.Sin embargo, me gustaría aportar que en estas festividades poco o nada se debate sobre la importancia del sector, sus necesidades y la valoración cultural del vino.

Si bien comprendo que esta es una fiesta, en la cual se deben destacar las potencialidades de nuestra uva, no deja de ser importante recordar que hoy nuestros pequeños productores se encuentran en una situación de sobrevivencia, debido a los bajos precios- históricos de la uva. Las razones son muchas y todo indica que pareciera existir una crisis estructural, caracterizada por baja de precios y ausencia de compradores para la pequeña agricultura.

Los grandes viñedos, en medio de esta crisis, aumentan su producción para vender, lo cual ha conllevado además a bajar la calidad de la materia prima. Para qué mencionar las mezclas, muchas fuera de la norma de denominación de origen.

Nuestro gremio ha investigado y se ha percatado de que, además de los bajos precios, existen al menos 30.000 hectáreas de vino que son inviables, por las paupérrimas condiciones en que se encuentran los viñedos debido a que existe una falta de inversión en infraestructura.

En las fiestas de la vendimia sólo pareciera destacarse el marketing del vino, bajo una especie de cultura de mall que va acompañada de comida rápida, embutidos y bailes que muchas veces nada tienen que ver con la cultura local. Poco se destaca acerca del valor cultural del vino; quizás lo que más se resalte sea la tradicional pisada de uva, que mantiene la connotación de fiesta eno-cultural. Pero no es suficiente.

Potenciar las viñas emergentes, sobre todo medianas y pequeñas, la innovación del sector, su preocupación por el medioambiente y poder analizar, por qué no, la crisis estructural que vive nuestra vitivinicultura, sería un gran aporte en las festividades de la vendimia, repleta de medios de comunicación y turistas. Todo ello para visibilizar lo que verdaderamente atañe a nuestra familia vitivinicultora.

¡Salud por todas las fiestas de la vendimia!, que sigan multiplicándose en todos los rincones del país, es una hermosa forma de acercarnos a nuestro Chile, a ese Chile que en ocasiones sólo los conocemos por vacaciones; sin embargo, creo pertinente destacar nuestro vino más allá que con un fin comercial.

Quisiera ver a la gente con una copa de vino en sus manos, sintiendo en su paladar la importancia de salvaguardar nuestra cultura, y preocupándose de que hay más allá de su vaso: familias de agricultores, la cosecha, una vida de trabajo, sustento familiar, origen de nuestra identidad y el resultado de lo que nos brinda con generosidad la tierra, pero que debemos proteger.

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14 abr 2015

Eduardo Galeano, sembrador eterno de hombres y mujeres

¿A qué edad habrá sido? Creo que 14 ó 15 años, esos libros que se venden en el océano de cemento oculto tras las miradas policiales en el Paseo Ahumada de un Santiago reprimido y dictatorial de los ochenta. Imprenta de tercera mano, papel cebolla, portada pintada a mano por mano proletaria.

“Las venas abiertas de América Latina”, en edición bien pirateada, como corresponde al bolsillo de un impúber del cuerpo pero a punto de reventar de rebeldía en el alma y la mente, que penetró en la América morena que nos pintó Galeano a sus 31 años, sembrando descubrimiento, sembrando convicción, sembrando rabia, y con todo eso procesado en el alma ahora más latinoamericana que nunca (buscando explotar en acción y compromiso), se convirtió finalmente en esperanza. Es decir, en vida.

¡Ay Eduardo, que falta nos hiciste antes de que adquirieras el compromiso enorme de pintar en unas centenas de páginas el hechizo de nuestra historia, un espejo que nos dio claridad desde la conquista de nuestros pueblos originarios hasta la explotación, a manos de los nuevos imperios, de las riquezas milenarias que costó tan poco extenuar salvajemente!

¡Y qué falta nos harás ahora, con tu poesía, tus crónicas, tu palabra siempre bella y urgente al mismo tiempo! Pero la palabra es eterna, estimado Eduardo. Tu palabra.

¿Cuántos latinoamericanos pasaron por tu voz, Galeano, en tu eterno viaje declamatorio en cuanta esquina se detuvo para escucharte? A mí me tocó en una comprometida Universidad Arcis en el Santiago iniciando la transición pos-tiránica, patio central del campus, repleto de jóvenes estudiantes de toda la ciudad, principios de los noventa. Recuerdo haberme puesto de pie cuando correspondió avergonzarte con nuestras preguntas apenas púberes.

Primero, mi insolencia típica, pachorra bromista de niño malcriado, declarando mi sorpresa sobre tu carencia capilar y canosa (risa explosiva de ti, Eduardo, con tu paciencia de maestro ante la brutalidad adolescente), y luego preguntándote emocionado, ¿qué eres Galeano? Pues de tus “venas abiertas” te habías olvidado por una hora maravillosa, prestándonos tu voz uruguaya tan uruguaya en tus poemas de sal, piel e indigenismo, de compromiso, ternura y sorpresa. ¿Quién eres Eduardo?, te pregunté directamente: ¿Poeta, cronista, cuentista, declamador? Te gustó la pregunta, te expandiste en los vericuetos de tu “yo” profundo por media hora (te disculpaste, recuerdo, por hacer un respiro largo en el camino y explayarte), y te definiste claramente: poeta.

¡Poeta, Eduardo!

Por eso tus “venas abiertas” no tienen por qué tener la fineza de los tratados académicos, o las arbitrariedades de las estadísticas frías de los econometristas tecnófilos, pues toda tu escritura, partiendo por ese libro revelador e inspirador, es una gran metáfora llena de vida y de verdades de la historia del hombre latinoamericano, una gran denuncia que le dio nombre a lo que sentíamos sin siquiera imaginarlo, a lo que sospechábamos por sobre la cloacas abiertas de nuestros barrios, tras la sequedad de nuestras calles polvorientas, tras el puño apretado que crispa el hambre y la frustración de la pobreza.

Le dio sentido a la marginalidad que nos rodeaba a millones, definió el subdesarrollo de nuestros padres, abuelos y ancestros, no como un paso al desarrollo ilusorio de los países del norte, sino que justamente como consecuencia nefasta de ese desarrollo de Europa y Estados Unidos, el llamado “primer mundo”.

Ya veinte años después encontraría en la catedral “sacrosanta” de la academia la definición precisa al mundo que te rodeaba en esa época de escritura de tus “venas”, la “Teoría de la Dependencia”, la que, sin saberlo, ayudaste a difundir no a través de la clave del intelecto elitista, sino simplemente, con la clave de iluminado del pueblo, simple, como la harina.

Así, construiste 500 años de historia como orfebre enamorado de su arcilla, como una gran parábola que le puso nombre a la miseria que nos llegó con la conquista, que nos chupó la riqueza de la tierra para enriquecer a otros lejanos en sus palacios europeos, primero, para luego crear los cimientos a imperios sucesivos que desde sus metrópolis extendieron sus tentáculos hacia cada rincón de nosotros,  las colonias rebosantes de riquezas. Tras la debacle, atrás quedó el vacío, los indígenas mutilados, la tierra agotada, el llanto de los niños.

De conciencia de clase, pasamos a conciencia histórica, nos ubicó en un tiempo simbólico donde cabía el heroísmo, la esperanza y las convicciones con olor a madera y machete. Tu obra, querido Eduardo, a pesar de tu revisionismo reciente, honesto y autocrítico (una norma moral que nunca te abandonó), nos abrió el corazón, la mente y la voz, en una combinación explosiva que dio origen a nueva vida, nuevas sendas que se hacen eternas en el despertar constante tras la utopía, a pesar de las torturas, del capitalismo aberrante, las dictaduras y su infamia hasta ahora finita y fracasada.

Una nueva vida has sembrado en cada joven y anciano que se ha hinchado de idealismo tras leer tu obra, tus “venas abiertas”, tu poesía y tus crónicas iluminadas.

Muchas gracias, Eduardo Galeano, sembrador incansable de hombres y mujeres sensibles en el vasto horizonte de futuro de nuestra América morena.

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14 abr 2015

Mirémonos

Somos especialistas para poner el “grito en el cielo” frente a la divulgación de hechos y sus subsecuentes derivadas a partir del conocimiento que comportan conductas reñidas con ciertos supuestos que no se verifican en la realidad, pero donde la verdad sea dicha, el mantra del puritanismo que exige las penas del infierno para quienes transgreden y dañan con sus actos el pacto social que nos permite vivir integrados en comunidad, si bien amerita su referencia moral, dificulta el superar las vociferaciones grandilocuentes alimentadas para empatizar con el justificado malestar de la opinión pública.

Alguien podría inferir erróneamente, que “hay que dar vuelta rápidamente las páginas de éste escándalo” (PENTA y SQM) y disminuír los decibeles de tanta polución acústica. Pero no nos engañemos, tampoco seamos hipócritas acentuando el menoscabo, ya que siempre ha sido más fácil apuntar a los defectos y yerros ajenos, ya que nos atemoriza pensar siquiera de lo que seríamos capaces de hacer si no mediara el valor disuasivo de la ley o por que supeditamos nuestras pulsiones a una formación valórica que actúa como dique de contención ante eventuales situaciones que nos despistasen, evitándonos de esa forma entrar en territorios menos prístinos.

Tampoco es que situemos en un mismo plano los comportamientos en el ámbito individual y público, aunque no son inconexos del todo, ya que potencialmente todos somos sujetos de cometer fechorías y trapacerías de índole muy diversa, por tanto no se trata de apuntar con el dedo acusador desde el púlpito de la propia supremacía moral.

Los emplazamientos y mutuas recriminaciones, evidencian que transversalmente, al menos en términos perceptivos, la sola circunstancia de ser mencionados pasando como sacristanes “el platillo” a los empresarios, ya no se está en condiciones de impecabilidad para  “tirar la primera piedra”.

Y eso es parte del problema, ya que está clarísimo que son pocos los que pueden salir incólumes de éste atolladero, dado que no es descartable la aparición de otros epónimos, si se investigasen más empresas.

Sobretodo que para salir del atolladero, es ineludible legitimar un acuerdo político que se haga cargo de lo que ha ocurrido (dónde muy pocos pueden alegar inocencia) y asumir un compromiso sin titubeos en materia de una legislación que castigue severamente estas marrullerías en el futuro, no obstante de estar consciente que un número de incumbentes  con “tejado de vidrio” tendrán que ser parte de el.

No sirve, tampoco aporta que sigamos comportándonos como santurrones y expectativas de sanción penal que no ocurrirán producto de una charolada sobre la mugre, sino por una enclenque normativa jurídica que está desfasada con los tiempos de hoy.

Quienes, ya sea por falta de coraje, o porque sus pergaminos de legitimidad estén en entredicho y se sientan intimidados por la opinión pública, que no hace disquisiciones respecto a quienes sí parecen estar maniatados por las circunstancias, sabiéndose que también son objeto del oprobio ciudadano, se inhiben a entregar su opinión porque arriesgan ser tildados con los peores epítetos y descalificaciones.

Ya es hora. Dejémonos de tanto aspaviento puritano, mirémonos sin  antifaces, con menos beatería y ocupémonos en serio por encontrar el camino de salida a éste laberinto.

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13 abr 2015

¿Qué se siente después del asco?

Hoy al desayuno mi abuela estaba más animada que de costumbre. De hecho, creo que incluso se había levantado un poco más temprano de lo habitual.

Abuela, ¿qué te tiene tan feliz?

Bueno, querido nieto, es que anoche vi la entrevista de la Presidenta en TVN. Me gustó todo lo que dijo. Yo creo que esta aparición debió haberse producido hace algunas semanas atrás y no a las pocas horas de la columna del Rector Peña.

Abuela, yo también vi la entrevista y, si bien no estoy tan optimista como tú, te concedo que la Presidenta es imbatible en esta suerte de “entrevista-confidencia”. Uno la siente muy cercana y lo que dice es de todo sentido común.

Así continuó nuestra conversación, hasta que debí partir con rumbo a mi oficina a una nueva jornada laboral.

Inicié mi trabajo revisando unos documentos y preparándome para realizar unas llamadas, cuando mi secretaria me avisó que en la línea está mi abuela argumentando que es “algo urgente”.

Hola abuela. ¿Qué ocurre?

¡Estoy perpleja! Ayer he leído que el Director del Servicio de Impuestos Internos emitió boletas de honorarios durante el periodo enero 2012 a marzo 2013 a la empresa Asesorías y Negocios SPA. Hoy, después que desayunamos, he leído que dicho funcionario declara que es verdad que emitió dichas boletas, pero que corresponden a trabajos efectivamente realizados.

Mi abuela se escucha muy agitada; por lo tanto, le pedí se calmara un poco, luego de lo cual seguimos conversando.

Ya con una voz pausada me dijo, Jorrat declaró que es falso que recibiera pagos “durante el periodo de campaña de la Presidenta” y explicó que estos dineros corresponden, fundamentalmente, a tres estudios realizados previo a que Michelle Bachelet fuese oficialmente candidata.

El primero de estos informes trata de un “diagnóstico del sistema tributario”, el segundo se llama “lineamientos de la reforma tributaria” y el tercero es “propuestas de ampliación de la base imponible para aumentar la recaudación”.

Bueno abuela. ¿Cuál es el problema que te molesta?

Aquí, por primera vez en bastante tiempo, mi abuela me dirigió unas palabras “poco académicas” que no repetiré para mantener el nivel de la columna.

Con mucha calma me explicó. Mira. El grave problema es que la empresa Asesorías y Negocios SPA está ligada a Giorgio Martelli y está cuestionada por haber emitido boletas a SQM en el periodo 2012-2013.

Bueno abuela. Pero ¿cuál es tu punto?

¡Qué barbaridad! Es cosa de sumar dos más dos. SQM entregó dineros a Asesorías y Negocios y ésta, a su vez, contrató al actual director del SII para que confeccionara las bases conceptuales de la reforma tributaria de nuestro actual gobierno.

Abuela, ¿me estás diciendo que piensas que SQM financió los estudios que dieron origen al proyecto de reforma tributaria del actual gobierno de la Presidenta Bachelet? ¡Eso sería horroroso!

Querido nieto. Todo parece horroroso.

Si bien esto me parece lo peor, es decir el hecho de que el yerno de Pinochet haya financiado los estudios que dieron origen a una de las principales reformas de nuestro actual Gobierno, no puedo dejar de sentir malestar por una serie de otras situaciones.

Y empezó a enumerar.

El que connotados diputados y senadores aparezcan vinculados con pagos de boletas sospechosas de SQM y que al mismo tiempo algunos de ellos hayan sido parte de las comisiones investigadoras que indagaban sobre el controlador de esta empresa, sumado a que enviaron oficios reservados, nunca se inhibieron de participar, opinar e incluso redactar los acuerdos. Me resulta horroroso.

Que el señor a cargo del “fideicomiso ciego” de las empresas del ex canciller Moreno entregara dinero a cambio de boletas ideológicamente falsas a personas vinculadas a políticos de derecha (hoy en proceso de rectificación de las declaraciones de impuesto respectivas), es también horroroso.

Que la señora Compagnón declare que dos importantes operadores de la UDI eran los destinatarios del 50% de las utilidades del negocio de terrenos en Machalí es más horrible aún. Fíjate que estos señores tienen la desfachatez de declarar que ya no tienen que ver con la UDI y que el negocio en cuestión es entre “privados”.

No me he olvidado de la suma de desaguisados que se le atribuyen a los dueños de Penta y del ex subsecretario Wagner.

Todo esto me hace dudar de casi todo y todos. Hasta del síndico vinculado al negocio de Machalí, que según he leído sería sobrino del ex ministro Chadwick. Recuerdo que este señor, que ahora aparece vinculado a los “ex UDI” gestores de la operación, declaró que este era “un negocio muy normal”.

Querido nieto. Además debes considerar que sólo tenemos datos parciales de Penta y SQM. Y mucho me parece a mí que hay más empresas y más personas naturales involucradas en estos entuertos.

Entonces abuela. ¿Qué podemos hacer?

Mira, me dijo, bastante más calmada. Voy a llamar a la mamá de la Presidenta para decirle que es imperativo que aconseje a su hija.

Abuela, ¿cuál sería el consejo que le transmitirás a la madre de la Presidenta?

Bueno, yo creo que todos los esfuerzos de nuestra Presidenta deben orientarse en el corto plazo a reconstruir las bases de la confianza perdida. Debe impulsar normas y leyes que regulen el financiamiento de la política y el comportamiento de los políticos.

Hay que sincerar lo que ha ocurrido exculpando a los buenos y castigando a los malos.

Sólo una vez que terminemos este trabajo podemos seguir avanzando en el proceso transformador.

¿O tú crees que es posible que, en estas circunstancias, podamos seguir impulsando nuevas leyes?, ¿tú crees que con la configuración de este Congreso podemos, por ejemplo, nombrar a un nuevo Contralor General de la República?

¿Estás seguro que ninguno de nuestros diputados o senadores han recibido dinero de empresas que  tengan intereses asociados al proceso de reforma laboral?

¿Has pensado, por un instante, si ellos están en condiciones éticas de  legislar en materias de financiamiento del sistema educacional?

Abuela. Pero esto es terrible. Muchas  de las promesas de campaña quedarán incumplidas. Yo creo que, tal vez, podamos seguir adelante y soslayar este clima de descomposición.

No pude ver a mi abuela por el teléfono… pero escuché sus resoplidos.

Luego me preguntó: ¿qué pasará si se llega a saber que quienes trabajaron en las bases de las otras reformas del programa de la presidenta fueron financiados por otras empresas privadas?

Traté de argumentar algo más con el propósito de suavizar sus argumentaciones, pero fue en vano. Sólo escuché, “mira, hay que recomponer esta porquería para luego seguir adelante”

Pensé que, dicho lo anterior, seguiría con su lista de cuestionamientos y pesimistas análisis. Sin embargo, me sorprendió con un, “lo siento, debo cortar, me siento mal. Tengo un poco de asco. Tal vez esté enferma con tanta información maloliente”.

¡Y me cortó!

Nota.  Llamé a nuestra casa para saber de su salud. No me contestó, me transmitió un mensaje, “díganle que estoy ocupada escribiendo una carta para AJ”.

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13 abr 2015

Relación entre los negocios y el bien común

El gobierno ha nombrado una comisión que ha de preparar la legislación que ordene la referida temática.

El país ha estado mal y el mundo anda peor porque adolecen de un desajuste esencial.En la humanidad lo que predomina es una economía basada en el provecho egoísta. Ideólogos de la economía mundial Adam Smith, Ricardo, Matus y compañía establecieron, junto a los principios de la economía liberal, el principio de que si cada uno busca su bien individual, resulta el bien común de la humanidad.

Todo esto ha llevado a la economía mundial a la situación en que está: el agotamiento de recursos, la basura universal, aire, agua, mares contaminados, el calentamiento de todo el globo.Las naciones no saben qué hacer. Chile mismo aumenta su CO2, se seca su territorio, destruye sus reservas de agua limpia y sigue impertérrito la fórmula de aumento de producción y agotamiento de recursos.

Sus economistas muchos de ellos graduados en la Universidad de Chicago, siguen creyendo que la economía clásica ha de regir nuestras relaciones económicas. ¿Cómo hacer predominar una economía del bien común sobre el negocio particular? Ojalá que la amenaza ecológica, en último término nos haga pensar y recapacitar.

Por tanto, la tarea de nuestra comisión y de una reforma económica mundial será destronar la economía liberal que ha dejado cancha libre a todo egoísmo y reemplazarlo por una economía calificada que ponga condiciones de equidad y enfrente la situación ecológica mundial.

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13 abr 2015

Kafka, Chile y los sextos

Este breve texto fácilmente pudo llamarse “una interpretación Kafkiana de la Historia reciente de Chile”, pero claro, con semejante título hubiera ahuyentado a cualquiera que anduviera de paso por estas páginas. Pero ciertamente este simple escrito, pequeña reflexión nocturna del descontento, es en sí, una interpretación de nuestra historia reciente, interpretación que se hace de la mano de Kafka, que mejor.

Kafka, en su relato “Comunidad” escribe.

“Somos cinco amigos, hemos salido uno detrás del otro de una casa; el primero salió y se colocó junto a la puerta; luego salió el segundo, o mejor se deslizó tan ligero como una bolita de mercurio, y se situó fuera de la puerta y no muy lejos del primero; luego salió el tercero, el cuarto y, por último, el quinto. Al final formábamos una fila. La gente se fijó en nosotros, nos señalaron y dijeron: «Los cinco acaban de salir de esa casa». Desde aquella vez vivimos juntos”.

Estos cinco amigos, en Chile, luego del Gran Asalto (1973) de los poderosos, anduvieron juntos, crecieron juntos, pelearon entre sí pero siempre siguieron juntos. Pactaron permanecer unidos para no perder el control. Cuando la cosa se ponía dura, ellos siempre lograban salir del caos bien parados. Y claro, la gente tenía toda la razón cuando decía “los cinco acaban de salir de la casa”, la casa grande, la gran casa incendiada que ellos, los cinco, ayudaron a reconstruir para poder mirar todo el territorio a sus pies. En definitiva los cinco amigos en Chile, lograron sacudirse el polvo, limar asperezas (algunos de ellos eran rebeldes sin causa y masticaban en silencio una melodía de elite para el pueblo), acordaron el camino y dibujaron un arcoiris.

En el mismo relato, Kafka agrega.

“…Sería una vida pacífica, si no se inmiscuyera continuamente un sexto. No nos hace nada, pero nos molesta, lo que es suficiente. ¿Por qué quiere meterse donde nadie lo quiere? No lo conocemos y tampoco queremos acogerlo entre nosotros. Si bien es cierto que nosotros cinco tampoco nos conocíamos con anterioridad y, si se quiere, tampoco ahora, lo que es posible y tolerado entre cinco, no es posible ni tolerado en relación con un sexto. Además, somos cinco y no queremos ser seis…”

Claro, estos cinco amigos para el caso chileno, afianzaron tanto su pragmática amistad que no miraron al “otro” que observaba desde una distancia importante cómo estos cinco súper-amigos se repartían todo. Este otro hacía señas para que lo vieran, pero nada. Y este otro, el sexto, fue acusado de extraño, de peligroso y se le persiguió hasta de noche. Recibió condenas y estuvo preso, salió libre pero cesante, conoció bonitas siglas como el PEM, el POJH y otras menos gratas como DINA, CNI. Barrió calles y organizó ollas comunes… todo mientras los cinco amigos organizaban su amistad.

Algunos de estos cinco amigos miraban al sexto y querían acogerlo, pero los otros salían al paso y le hacían ver su pacto. Eran cinco y no seis. Así es que el sexto, ese sexto adelgazado, torturado e ignorado esperó y siguió esperando.

Se acordó revisar los daños que los cinco amigos, ya sea por acción u omisión le habrían causado al sexto. Salieron los cincos por la tele cantando el himno patrio y exclamando que NUNCA MÁS!! El sexto se esperanzó, pero no lo invitaban a las cenas, no le subían el sueldo, mientras los cinco controlaban la bolsa, las forestales, los colegios y universidades privadas, el transporte y las carreteras, el sexto se endeudaba… el boom económico pasó muy rápido para el sexto que no entendió lo de las tarjetas… en fin… de la noche a la mañana la Matadero Palma pasó a ser la D05 y el sexto tuvo que acostumbrarse.

Kafka concluye su relato.

 “…ya estamos juntos y así permanecemos, pero no queremos una nueva unión, y precisamente a causa de nuestras experiencias. ¿Cómo se le podría enseñar todo al sexto? Largas explicaciones significarían ya casi una acogida tácita en el grupo. Así, preferimos no aclarar nada y no le acogemos. Si quiere abrir el pico, lo echamos a codazos, pero si insistimos en echarlo, regresa.”

En Chile, el sexto comenzó a enterarse de los negocios de los cinco amigos. Ellos aparecieron peleando entre sí, pero solo para la tele… estaban enojados con el sexto, ahora quería una especie de nuevo contrato social!!! Maldito Rousseau!! Exclamaron,pero con todo, no incluían al sexto que afuera de la casa grande, donde vivían los cinco, pedía la verdad. Dentro de la casa estaban los cinco amigos preocupados, se miraron y al final rieron, no era la primera vez que pasaba esto.

Ahora, el sexto de mil rostros exige un nuevo contrato social, una asamblea constituyente, adentro de la casa grande los cinco amigos ya firmaron su nuevo pacto. Tan amigos como siempre.

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13 abr 2015

Tragedia en el Norte

Una solitaria  madre sufre desconsolada, en una angustiada espera, esa espera sin sentido, sin esperanza, que vuelva su marido al que vio arrastrado por el agua y el barro, tratando de salvar  a su hija amada.

Un hombre cualquiera anónimo , que remueve escombros lleno de lodo y fecas, donde minutos antes estaba su hogar, busca desesperado  a su nieto , el regalón  de la casa , que se lo llevo  el maldito torrente, llora afligido, ese llanto de hombre rendido, viril pero  impotente ante la furia de la naturaleza, de la cual los nortinos , no están ni preparados, menos protegidos.

Un perro  hace guardia en lo que fue la casa humilde de sus dueños, que lo alimentaban y querían, porque los caninos saben cuando realmente  sus protectores los aprecian, todo desapareció  en un par de minutos. Nada queda del lugar apacible y tranquilo donde el quiltro cuidaba a los moradores, a cambio de  las sobras, de una frugal comida.

Desgarradoras escenas hemos visto, aun no dimensionamos la catástrofe, que el Norte Grande, ha sufrido, las vidas humanas que es lo que más importa, porque lo material se recupera, aunque tarde un tiempo, los muertos y desaparecidos, no volverán jamás.

Las estadísticas son absolutamente contradictorias. La Onemi, da una cifra y los bomberos dan otra. Se desmienten, sin pensar en las consecuencias.  Al fin y al cabo son datos para llenar las páginas de los noticieros,  los fríos números no significarán nada para el dolor de los familiares desesperados por saber del paradero de los suyos para darles cristiana sepultura, si fuera  el caso.

Respeto mucho el dolor ajeno. Me remito a lo oficial, aunque  aquello  está tan desprestigiado, que Dios mío ya nadie le cree, bueno pero eso es harina de otro costal, que en otro artículo se los prometo lo analizaremos, “caiga quien caiga”, como algunos han tratado de eximirse.

Hasta el momento 26 personas fallecidas. 85 desaparecidos. Damnificados  29.741. Casas destruidas 2071; viviendas con daños mayores cercanas a las 6.254. Esas son las cifras, que en la comodidad del living de tu casa nada te inmuta, salvo que exista un  parentesco directo con algún amigo o amiga, tío o tía. Suegro o suegra, madre o padre, que te recibió, en las vacaciones  con la mayor generosidad del  sufrido nortino

Sergio Gaytan, miembro de la Academia de la Lengua, de la Perla del Norte, ha escrito mucho sobre el abandono del gobierno central, a las ciudades y pueblos  del  esforzado trabajador  y trabajadora, que no solo con la pala y el chuzo, abrió un surco productivo, de riquísimas minas de cobre, explotadas por la mano extranjera, hasta la nacionalización de ellas.

Estamos orgullosos y sentimos empatía por aquellos  escritores y poetas, intelectuales  y científicos, políticos de renombre nacional, que el Norte Grande, ha dado. No olvidemos  a  Gabriela Mistral, nuestra poetisa nortina la primera mujer latinoamericana en recibir el Premio Nobel, que aun con la catástrofe y todo se cumple 70 años, de tan magno honor, para Chile.

Un claro ejemplo de la magnitud del daño es Chañaral, prácticamente desapareció, la lluvia y el torrente, se llevó todo. 23 de los 26 muertos, son de ese pueblo. Así se comporta la naturaleza, con una crueldad infinita. Nadie está exento, por el contrario, los que más sufren son los pobres. Los que siempre están ocultos. Como si fueran escoria, leprosos de la pobreza endémica de un país absolutamente desigual.

Me duele profundamente lo que nos toca sufrir. El norte con el desastre de inéditas lluvias torrenciales. El centro sur, con una espantosa sequía  de varios años. La región de la Araucanía con incendios forestales de magnitud  incontrolable, donde la flora y fauna milenaria es arrasada por el imparable fuego. Como guinda de la torta de las catástrofes, el volcán Villarrica, no ha parado, en expulsar  gigantescas lenguas de fuego y material incandescente, atemorizando a  los habitantes de  una comarca  hermosa, que es visitada por miles de turistas de todo el mundo.

Mientras tanto en la capital.   Políticos corruptos, de todos los sectores, tratan de salvarse del escarnio público. La gente ya no les cree nada. Están más preocupados  de su situación personal, que de solucionar o mitigar el dolor de la gente que sufre los embates de la naturaleza, como un castigo inmerecido.

Seamos claros, digamos la cosa como son. Con este equipo ministerial  imberbe, no llegaremos a ningún lado. Es necesario tener autoridades empoderadas. Capaz de tomar decisiones en el acto, que hagan sentir el peso de su cargo en la solución inmediata de los efectos de los estragos causados por los daños de la naturaleza.

Como han dado muestra suficiente que no sirven, pues Presidenta ¿qué espera para cambiarlos?  No siga gastando su capital político que aun le queda .

Los pobladores, los campesinos, los obreros, los profesionales, los intelectuales, los artistas, los trabajadores y trabajadoras en general que votaron por Ud. tienen confianza  que no es tarde para enmendar rumbo. La fortaleza de su gobierno está sustentada,  en que la gente aun cree a pie juntilla que será capaz de sacar al país adelante. Es su responsabilidad histórica, priorizar cual es lo importante por ahora. Volcar toda su capacidad ejecutiva en permanente terreno  para ir a socorrer a víctimas las  veinte y cuatro horas, y los trescientos sesenta y cinco días del año.

Es cierto, los desafíos son muy grades, pero es inmensa la esperanza depositada en la  mandataria Michelle Bachelet, defraudarlos sería el peor error que gobierno alguno puede cometer, ahora en los difíciles momentos que pasa la ciudadanía  de las regiones afectadas, sobre todo cuando, la salud moral, ética, y política está por los suelos. Peor que el aluvión del norte.

Las y los chilenos siniestrados demandan con  justo derecho, soluciones básicas, casas o mediaguas  donde vivir, agua potable y luz eléctrica, escuela para sus hijos, hospitales y postas para  sus enfermos,  ayuda a los pequeños comerciantes, créditos a los pirquineros, y facilidades para pagar sus compromisos  o deudas.

Presidenta es la hora de ir con todo. Demuestre que, la mujer chilena se la puede, especialmente en los tiempos duros. Y este es y será su gran desafío.

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13 abr 2015

Director de Comunicaciones se busca

Se ha notado en estas semanas la falta de un director de orquesta en materia de comunicaciones. El cargo está vacante desde principios de marzo.

Ante la crisis, ¡calma! Es la lección número que entregamos cuando capacitamos a ejecutivos en crisis comunicacional. Políticamente el gobierno está aplicando esta máxima, sin embargo su desempeño comunicacional ha sido menos que deficitario.

A diferencia de algunos que opinan en los medios, creo que el gobierno está actuando ante la crisis con la debida calma política y un rumbo medianamente claro. Se ha hecho cargo de las emergencias sobrevinientes (como la sequía y los incendios del sur y las inundaciones del norte); ha implementado medidas políticas para sortear la crisis de confianza, como el Consejo Asesor contra conflictos de interés y corrupción; está dejando espacio para la actuación de los partidos; está respetando y observando con la distancia necesaria la actuación dela justicia; y ha sido prudente con los organismos relacionados, como impuestos internos y las superintendencias.

Es decir, políticamente se están “echando a correr bolitas”, con la debida calma para observar hacia dónde se mueven y dónde terminan. En lo político actual, mientras el Gobierno y los políticos proponen…, los escándalos y las revelaciones en tribunales y medios, disponen.

Lo sabio en el arte de lo posible es generar condiciones para salir de la crisis más que buscar una salida inmediata, que en realidad es imposible.Se equivocan los que proponen medidas efectistas y ejemplarizadoras buscando poner punto final a las polémicas.Otra cosa que enseñamos en los cursos de crisis es que éstas acaban cuando acaban, no cuando uno quiere que acaben.

Nada peor que una autoridad que habla y hace anuncios tres veces con el objetivo de cerrar una polémica que porfiadamente no terminará porque surgen hechos nuevos.  Algo de eso le pasó a Bachelet con el caso Caval: en febrero citó a la prensa para poner un “punto final” a la polémica y a poco andar hubo de cambiar de rumbo. Hoy se posiciona como una observadora más de las sorpresas que semana a semana nos deparan los negocios de su hijo y su nuera. Es el único modo de creerle que se va enterando por la prensa,“verdad” que tendrá que sostener por la eternidad.

Cualquier político con un poco de experiencia sabe que el actual clima de crisis lo superaremos con suerte el segundo semestre. Hagan lo que hagan y anuncien lo que anuncien las autoridades, hay que esperar algunos hechos cruciales como que asuman los nuevos timoneles de la UDI, el PS y la DC.

Sólo después de eso se podrán iniciar conversaciones serias políticamente hablando, contrapartes nuevas con margen de juego claro. Aquello coincidirá más o menos con el informe de la Comisión Engel y los primeros proyectos de ley sobre probidad.

Luego vendrá el 21 de mayo, donde el gobierno debiera aprovechar de realizar una especie de relanzamiento. Y en torno a este relanzamiento deberá desarrollarse el postergado cambio de gabinete, imprescindible para mejorar la gestión en áreas deficitarias y hacerse cargo del nuevo escenario político, de la desconfianza y los cambios en los partidos.Adicionalmente en el segundo semestre los partidos deben comenzar las nominaciones de candidatos a alcaldes y concejales.

Todos estarán interesados en cambiar de agenda.

El escenario político es claro. No así la difusa gestión comunicacional del gobierno. Una vocería deslucida, que no logra conducir el debate político e incluso a ratos resulta irrelevante. Una menor presencia del ministro del Interior, que hacia fines de 2014 alcanzaba un peso específico que hacía relevantes sus intervenciones. La inexistencia de más ministros y representantes del ejecutivo que conduzcan el debate, algunos de ellos inevitablemente manchados por Penta y, según se dice, otros por SQM. Son factores que se suman a una serie de errores comunicacionales de la Presidenta que ha terminado por confundir a su propio conglomerado.

Mientras Bachelet se muestra como la cabeza indiscutida de la acción político-pública ante las emergencias, la crisis de confianza política no tiene conductor. Proliferan los parlamentarios oportunistas de turno, que para ganar la portada del día son capaces de anunciar las más descabelladas teorías de conspiraciones, negociaciones, arreglines o presiones.

Mientras tanto, la Presidenta ha cometido errores comunicacionales difíciles de entender.

Hablar en negativo es un error de principiante. “El gobierno no está paralizado”, ha dicho la Presidenta. Me recuerda al profesor de programación neurolingüística que nos decía “les prohíbo pensar en un elefante rosado”, para mostrarnos porqué un líder siempre debe hablar en positivo.

Otro error, negar un rumor de renuncia, dándole credibilidad y sustento a aquellos que se dedican a la rumorología. ¿No hubiese sido mejor reírse un poquito de aquellos supuestamente inteligentes y bien informados que creen teorías tan descabelladas?

El domingo en TVN la presidenta intentó retomar el liderazgo comunicacional. Tuvo aciertos relevantes: se puso al margen de los “arreglines”, retomó el tono positivo orientado a la acción y estuvo muy cerca de condenar las actuaciones de sus familiares (nadie espera que la madre haga escarnio del hijo en TV). Pero el esfuerzo presidencial no es suficiente sin un director de orquesta comunicacional que refuerce lo realizado mediante todos los voceros de la Nueva Mayoría. Hasta ahora esa capacidad de organización de mensajes no se ha visto ni de cerca.

Desde el punto de vista del Gobierno, dejar que la nuera de la Presidenta se exponga a una imagen tan peligrosa como la salida del tribunal en medio de empujones, dejarla entrar con lentes oscuros ocultando su rostro y finalmente permitirle hacer sus descargos a través de la “La Segunda” son errores comunicacionales serios.

¿A quién quiere hablarle Compagnon? ¿A los políticos, empresarios y ejecutivos que leen La Segunda? ¿En qué está la nuera, en explicar la situación al país o busca la posibilidad de seguir haciendo negocios hablando a los poderosos?

Creo que es el pueblo que confiaba en Bachelet (y que probablemente aún quiere confiar) el que está esperando las explicaciones, no las elites. Pero Compagnon elije hablar con “La Segunda” como Dávalos lo hizo antes con “El Mercurio”.

Me dirán que ello no tiene nada que ver con el Gobierno. Por el contrario, creo que un buen Secretario de Comunicaciones de gobierno los habría obligado a hablar con Cecilia Rovaretti en “Cooperativa”; con la revista mujer de “Las Ultimas Noticias” y con Alvaro Escobar u otro “late” en la TV que la hubiese tratado “con cariño”.

Buscar aquellos espacios comunicaciones donde está el pueblo al que hay que hablarle hoy es clave. Y si el Gobierno no se da cuenta, es porque le está faltando una pieza.

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12 abr 2015

No corresponde una defensa corporativa

Que la llamada “clase política” atraviesa por un mal momento, es un lugar común que ya no representa novedad y cada día que pasa se comienza a repetir como una frase que se usa para todo, como una muletilla para fines muy diferentes unos de otros.

Sin embargo, el problema es real, hay una situación de descrédito que afecta severamente al sistema político del país. Los datos que han surgido de las indagaciones del Ministerio Público y del Servicio de Impuestos Internos, sobre financiamiento irregular y/o ilegal de numerosas campañas electorales, ha servido para que la ciudadanía sienta que se confirman graves sospechas: que la política es sucia y que se ha enlodado irreparablemente.

Mas aún, una seguidilla de nuevos hechos, como las comparecencias de los declarantes en los casos Penta, Caval, y ahora filtraciones, indagaciones o rumores relativos a la participación de la empresa Soquimich en la entrega de abultados dineros irregulares, parecen constituir una turbia historia de nunca acabar que día tras día sigue desgastando los componentes de un cuerpo político que se ve sobrepasado por las dimensiones de su propia pérdida de credibilidad y, por tanto, de su legitimidad y autoridad.

Ante esta realidad, la propia Presidenta Bacheleta ha subrayado que, “lo que está en juego es la democracia”. En este contexto, resultan muy dañinas y contraproducentes ideas que insinúen o propicien una defensa corporativa de la clase política.

Desde el país  se percibe que en diversas figuras de ese sector existe un desasosiego, un nerviosismo, síntomas de culpabilidad que inducen a conductas insensatas.

Una de ellas es la del así denominado “acuerdo nacional”, entendido como una “salida” para los afectados, que no hace más que alimentar en la ciudadanía la sospecha  que se planea o diseña una maniobra en la que se concretará esa muy temida y condenada “defensa corporativa”, que viene a ser una manera de eludir que los involucrados asuman la responsabilidad que les corresponda.

También ha sido un episodio muy desafortunado, aquel de ciertos parlamentarios en ajetreos que “bajen” al Servicio de Impuestos Internos de la tarea legal e institucional que le cabe en la lucha contra los delitos e ilícitos tributarios.

Aunque surgen airadas negativas, ese ir y venir, refleja ese deseo, impracticable e insensato del “arreglín”. Son tales ejercicios, los que al coincidir los protagonistas, provocan las sospechas ciudadanas y horadan la legitimidad que tendría tal “acuerdo”.

La señal que se genera es muy controvertida, que los “honorables” recurren a mecanismos que no lo son tanto, cuando se trata de intereses corporativos en juego.

Esas señales ahondan e incrementan la desconfianza al incurrirse en afanes que son abiertamente agraviantes para las personas de a pie, que sienten una conducta violentadora de la igualdad ante la ley, principio básico del régimen democrático.

Hay quienes no se dan cuenta que de tantos afanes, carentes de transparencia, hace que la situación se deslice hacia circunstancias que pueden resultar muy delicadas, el momento en que el sistema político termine por desautorizarse a sí mismo y surja el grito “que se vayan todos”. Por eso, en esta hora se requiere el máximo de responsabilidad, lo que exige transparencia y erradicar las malas prácticas.

Por mucho nerviosismo que haya, la alternativa legítima es respetar la línea estratégica indicada por la Presidenta Bachelet: que las instituciones funcionen y que se impida cualquier intento de echar la suciedad bajo la alfombra. Hay que dignificar la acción política y no ahondar su descrédito.

El dilema de hoy del sistema político es inédito: es una exigencia ética; la de contener, reducir y derrotar las malas prácticas. Esa tarea se inicia con el esfuerzo de reponer la dignidad de la política, lo que es incompatible con arreglos que escamoteen a la ciudadanía la debida sanción de las responsabilidades correspondientes.

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